Alberto y José María caminaban por el campo. Mientras miraban las nubes, Jose María se cayó en un pozo. Alberto, desesperado, se asomó al pozo y gritó:
- ¿Te has hecho daño?
Y se oyó una voz con volumen decreciente y sonoridad de eco que decía:
- Todavía noooooooooo.....
- ¿Te has hecho daño?
Y se oyó una voz con volumen decreciente y sonoridad de eco que decía:
- Todavía noooooooooo.....