Acerca del cambio de aceite cada 5000, ó 10000, o "X" km, copio y pego (más cómodo) un tochete que puse en otro foro motero hace ya un tiempo:
Pues yo creo que como todo en la vida: depende. Más que de la cantidad de kilómetros que hagas, deberías fijarte en la "calidad" de esos kilómetros. Me explico (va tocho, que conste):
Me limito a hablar del aceite, como elemento más "importante" a vigilar, reponer y cambiar llagado el caso, pero seguramente el razonamiento es extrapolable a muchos otros elementos/componentes.
En mi caso lo he cambiado cada 6.000 km hasta que llegué a los 18.000 km, y a partir de ahí subí el intervalo entre cambios a 7.500-8.000 km, y ahora ya estiro hasta los 9.000 - 10.000 km entre cambios, eso sí, cambiando siempre también el filtro del aceite.
¿Por qué voy aumentando los intervalos?:
Al principio de su vida es cuando más desgaste tiene, por ser las tolerancias menores, y no haberse "auto-pulido" con su propio funcionamiento. Así, pasados unos cuantos miles de km, la contaminación del aceite por "micro-virutas" metálicas va siendo menor, por lo que se puede pensar en espaciar cambios de aceite en lo que a la contaminación con dichas "micro-virutas" se refiere.
¿Por qué llego hasta 10.000 km entre cambios de aceite?:
Porque hay un factor más importante que los km recorridos: Qué tipo de uso se le da a la moto (y más concretamente, al motor). En mi caso el uso que le doy a mi V es aprox. 95% carretera y sólo 5% ciudad, así que lo cambio cada 10.000 km con toda la tranquilidad del mundo (usando aceite 100% sintético).
Si las circunstancias cambian en un futuro y tengo que usar la moto mucho en ciudad, reduciré el intervalo (7.500 km, 6.000 km... dependerá del % de ciudad que haga).
Cuando los diseñadores del motor dicen que pases revisión cada 6.000 km, es porque estiman que es necesario dicho intervalo, vale, pero falta decir un dato importante: en base a qué supuestos de uso. Lógicamente ellos no se pueden arriesgar a pecar de optimistas, y que empiecen a cascarse motores por falta de mantenimiento, por lo que toman como hipótesis de partida, si no la pésima entre las pésimas, al menos sí una bastate “pesimista”, aunque muy probable. Es un criterio básico de cualquier diseñador o técnico, sea en la rama que sea. En nuestro caso, seguramente esa “hipótesis de cálculo” será la del usuario que usa la moto en un 95% (por decir algo) por ciudad. Bien: pues si para ese conductor de referencia basta con pasar revisión cada 6.000 km, y yo sé, sin autoengañarme (sería estúpido), que el uso que le doy a mi moto es el contrario: 95% carretera, lo que conlleva muy poco castigo al embrague, motor girando entre 3.500 y 5.500 r.p.m. casi siempre y en marchas "largas", con buena refrigeración (no es lo mismo estar circulando que en un atasco cuasi-permanente), por zonas de aire limpio (no salgo a pistas ni zonas polvorientas), etc... Con todo esto es razonable pensar (por no decir “seguro”) que la carga de trabajo de mi motor, con 9.000 km es menor que la del usuario que se mete 6.000 km sin salir de la ciudad.
Tened en cuenta que al motor los kilómetros realmente no le dicen "ni fú ni fá": realmente es más lógico medir los intervalos entre mantenimientos por "uso real" del motor. Como es casi inviable andar contando las vueltas reales que da el motor (pensad que en ciudad, por cada km recorrido, el motor puede andar girando 4 ó 5 veces más veces que ese mismo km en carretera abierta, y la zurra que se lleva el embrague ya ni te cuento...) en ocasiones (maquinaria industrial, maquinaria de obras públicas...) se cuenta el uso por horas de funcionamiento. Para el "usuario particular" incluso eso es complicado de hacer, así que los fabricantes nos dan una pauta, deducida estadísticamente de los datos anteriores, y la "traducen" a algo que sí podemos controlar fácilmente: los km recorridos.
Hablo de ampliar el margen entre cambios, pero ¿y qué hay de reducirlo?:
Pues como decía antes, salvo que le dé un uso excesivamente duro al motor , es decir, un uso MUY intenso y prolongado (digamos sólo uso en ciudad con muchísimo atasco, o por campo en zonas muy polvorientas y con abuso y "castigo" al embrague, o cosas por el estilo), no estaré saliéndome de lo que el fabricante, con todos sus márgenes de seguridad, ha previsto a la hora de establecer los 6.000 km (o los que sean, dependiendo de marca y modelo). Por tanto, con un uso normal, ¿para qué cambiar antes?. Si el fabricante dice que cada 10.000, ¿por qué cambiar cada 5.000?. Sí, claro, el aceite estrá mejor con 5.000 km que con 10.000, pero por la misma regla de tres, estará mejor con 2.000 que con 5.000, y con 1.000 que con 2.000... ¿Cambio el aceite cada vez que arranque el motor?. Es absurdo, antieconómico y antiecológico. Y es que si seguimos ese razonamiento, ¿por qué no hacer lo mismo con el líquido de frenos, con los neumáticos, con los diversos filtros, las bombillas...?. Lo dicho: si hay razones objetivas, vale. Pero si hablamos de un uso normal (más o menos intenso, pero "normal" pese a todo), no está en absoluto justificado andar sustituyendo un aceite que probablemente aún mantenga intactas el 95% de sus prestaciones.
Eso sí: el nivel siempre cerca del máximo (PERO SIN SOBREPASARLO).
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Por supuesto todo lo anterior es sólo mi opinión. Que cada cual haga lo que estime más correcto y le deje dormir mejor.
Vssss