Ah, que placer esos grandes viajes en moto con una vacaburra teutona, una paneraza, una africota... Esos grandes viajeros con sus maletonas y bolsas sobredepósito devorando kilómetros y con el mundo entero delante de la rueda delantera para ser rodado...
Pues no! Hay que volver a los orígenes, a lo humilde, a las velocidades comatosas, a la vida sin prisa.
En quince días me voy de viaje desde Roncesvalles a Santiago con un viejo Vespino s intentar descubrir si hay placer a cuarenta por hora.
http://www.lne.es/occidente/2009/11/08/camino-santiago-vespino-navia-apunta-tuning/831305.html
En unos días habrá más información sobre el asunto en www.viajoenmoto.com
saludos
Roberto
Pues no! Hay que volver a los orígenes, a lo humilde, a las velocidades comatosas, a la vida sin prisa.
En quince días me voy de viaje desde Roncesvalles a Santiago con un viejo Vespino s intentar descubrir si hay placer a cuarenta por hora.
http://www.lne.es/occidente/2009/11/08/camino-santiago-vespino-navia-apunta-tuning/831305.html
En unos días habrá más información sobre el asunto en www.viajoenmoto.com
saludos
Roberto
recuerdo cuando mi padre nos llevava a mi y a mi hermano los tres con el vespino a la playa y cargaos con los bocatas.
Hace ya algunos años, con la edad de 16 años, planeé junto a un familiar el camino de Santiago en moto con mi vieja Rieju Rv50cc y su Derbi variant. Por desgrácia la cosa sólo quedó ahí, simplemente en un plan.