Un día, frotándose la cabeza, Jaimito siente una protuberancia y va y le pregunta a su mamá:
"Mamá, ¿por qué tengo este chichón en la cabeza?"
"Pues lo tienes desde que naciste, hijo. Lo que pasa es que cuando ibas a nacer, a tu papá le dieron ganas de hacer el amor y, como tú venías de cabeza, te hizo ese chichón con su cosa".
Jaimito se queda pensando un rato y responde: "¡Qué suerte que venía de cabeza!, porque si hubiera venido de nalgas... ¡el cabrón nos coge a los dos!"
"Mamá, ¿por qué tengo este chichón en la cabeza?"
"Pues lo tienes desde que naciste, hijo. Lo que pasa es que cuando ibas a nacer, a tu papá le dieron ganas de hacer el amor y, como tú venías de cabeza, te hizo ese chichón con su cosa".
Jaimito se queda pensando un rato y responde: "¡Qué suerte que venía de cabeza!, porque si hubiera venido de nalgas... ¡el cabrón nos coge a los dos!"
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