Juan Xixon
Arrancando
Copiado de el periódico El Comercio Digital.
http://www.elcomerciodigital.com/pg050124/prensa/noticias/Asturias/200501/24/GIJ-AST-004.html
Tres ancianos de Siero evitan un atraco a mano armada en su vivienda rural de Espiniella
Se defendieron con una muleta, un insecticida y aguafuerte Los agresores no lograron acceder a la casa, pese a efectuar un disparo
Tres ancianos de Siero evitaron en la madrugada de ayer un atraco a mano armada en su vivienda del núcleo rural de Espiniella, en la parroquia de Anes. Una muleta, un insecticida y un frasco de aguafuerte fueron las armas empleadas por los septuagenarios para repeler la agresión e impedir que los asaltantes pudieran acceder al interior de la casa.
Los agresores -al menos dos personas, según el testimonio de los afectados- llegaron incluso a realizar un disparo con una escopeta en uno de los dos forcejeos que libraron con los ancianos.
Los hechos ocurrieron en torno a las tres y media de la madrugada del domingo. En ese momento, dormían en la vivienda el matrimonio formado por Benigno Suárez, de 77 años; su mujer, Teresa Patiño, de 75 años; la hermana de ella, Blanca Patiño, de 77 años, y otro familiar disminuido psíquico, de 40 años.
Tras destrozar a pedradas el candado de una verja metálica exterior, los agresores rompieron los cristales de la puerta principal de la vivienda. Y cuando se disponían a meter la mano para abrir la puerta desde fuera, los tres inquilinos salieron a hacerles frente.
Allí se libró la primera pugna con los asaltantes en el exterior y los ancianos repeliéndoles desde dentro. El matrimonio se defendió arrojándoles insecticida y aguafuerte, mientras que la hermana les golpeaba con una muleta. Los atracadores llegaron a introducir por el hueco de la puerta el cañón de la escopeta y efectuaron un disparo, que se estrelló contra una pared.Ante la imposibilidad de conseguir su propósito, los asaltantes probaron suerte después por una ventana exterior de la vivienda, situada en la planta baja. El propietario corrió hacia esa habitación y, agazapado en el suelo, volvió a protagonizar otra defensa numantina de sus pertenencias.
La lucha fue desigual, con un atracador golpeándole reiteradamente la mano con una llave inglesa, mientras el anciano hacía palanca con el cañón de la escopeta, que acababan de volver a introducir por la ventana. El valeroso Benigno llegó, incluso, a desarmar al asaltante.
Tal debió ser el grado de impotencia de los delincuentes, que acabaron arrojándole la llave inglesa y una pistola desde fuera. Entretanto, las hermanas conseguieron alertar a los vecinos, alguno de los cuales efectuó disparos al aire con su escopeta de caza. Ante semejante panorama, los atracadores emprendieron la huida, no sin antes dejar rastros de sangre y dos pistolas simuladas.
http://www.elcomerciodigital.com/pg050124/prensa/noticias/Asturias/200501/24/GIJ-AST-004.html
Tres ancianos de Siero evitan un atraco a mano armada en su vivienda rural de Espiniella
Se defendieron con una muleta, un insecticida y aguafuerte Los agresores no lograron acceder a la casa, pese a efectuar un disparo
Tres ancianos de Siero evitaron en la madrugada de ayer un atraco a mano armada en su vivienda del núcleo rural de Espiniella, en la parroquia de Anes. Una muleta, un insecticida y un frasco de aguafuerte fueron las armas empleadas por los septuagenarios para repeler la agresión e impedir que los asaltantes pudieran acceder al interior de la casa.
Los agresores -al menos dos personas, según el testimonio de los afectados- llegaron incluso a realizar un disparo con una escopeta en uno de los dos forcejeos que libraron con los ancianos.
Los hechos ocurrieron en torno a las tres y media de la madrugada del domingo. En ese momento, dormían en la vivienda el matrimonio formado por Benigno Suárez, de 77 años; su mujer, Teresa Patiño, de 75 años; la hermana de ella, Blanca Patiño, de 77 años, y otro familiar disminuido psíquico, de 40 años.
Tras destrozar a pedradas el candado de una verja metálica exterior, los agresores rompieron los cristales de la puerta principal de la vivienda. Y cuando se disponían a meter la mano para abrir la puerta desde fuera, los tres inquilinos salieron a hacerles frente.
Allí se libró la primera pugna con los asaltantes en el exterior y los ancianos repeliéndoles desde dentro. El matrimonio se defendió arrojándoles insecticida y aguafuerte, mientras que la hermana les golpeaba con una muleta. Los atracadores llegaron a introducir por el hueco de la puerta el cañón de la escopeta y efectuaron un disparo, que se estrelló contra una pared.Ante la imposibilidad de conseguir su propósito, los asaltantes probaron suerte después por una ventana exterior de la vivienda, situada en la planta baja. El propietario corrió hacia esa habitación y, agazapado en el suelo, volvió a protagonizar otra defensa numantina de sus pertenencias.
La lucha fue desigual, con un atracador golpeándole reiteradamente la mano con una llave inglesa, mientras el anciano hacía palanca con el cañón de la escopeta, que acababan de volver a introducir por la ventana. El valeroso Benigno llegó, incluso, a desarmar al asaltante.
Tal debió ser el grado de impotencia de los delincuentes, que acabaron arrojándole la llave inglesa y una pistola desde fuera. Entretanto, las hermanas conseguieron alertar a los vecinos, alguno de los cuales efectuó disparos al aire con su escopeta de caza. Ante semejante panorama, los atracadores emprendieron la huida, no sin antes dejar rastros de sangre y dos pistolas simuladas.