En el confesionario:
-Padre, he cometido el pecado de la carne.
-Es grave, hijo mio. ¿Cuantas veces?
-¡Padre, yo he venido a confesarme, y no a fanfarronear!
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.