ManuelM
Arrancando
Hola. Pues sí, ayer cuando regresaba sobre la 21 horas de un curso en Gibraleón (Huelva) por la A-49 a una velocidad de 100 km/h, por eso de que de noche con las cortas en la moto se ve más bien poco y que un obstáculo en la calzada cuando lo quieres ver y reaccionar para esquivarlo no te da casi tiempo, me adelantó un coche a bastante buena velocidad para, de repente, frenar en dos ocasiones con los intermitentes de avería puestos, me dije una avería; como iba cerca de él sin darme tiempo a frenar y pararme, me pasé al carril contrario para sobrepasarle justo cuando veo restos esparcidos de un animal atropellado en el carril derecho de la autopista; pensé enseguida de la que me había librado y que el conductor del coche había frenado y colocado las intermitencias para avisarme del peligro. Miré por el espejo retrovisor y había emprendido la marcha. Un peligro latente que comienza todos los veranos, el de los animales abandonados, y empalma con el verano siguiente.
Cuando me fue a rebasar de nuevo le hice el saludo motero en agradecimiento y luego el puño cerrado con el pulgar hacía arriba, lo entendió porque me pitó. Gracias por el aviso, ciudadano.
Lo dicho, y como decía el sargento de "Canción Triste de Hill Street", tengan cuidado ahí fuera. Un saludo.
Cuando me fue a rebasar de nuevo le hice el saludo motero en agradecimiento y luego el puño cerrado con el pulgar hacía arriba, lo entendió porque me pitó. Gracias por el aviso, ciudadano.
Lo dicho, y como decía el sargento de "Canción Triste de Hill Street", tengan cuidado ahí fuera. Un saludo.