"BIP-BIP...BIP-BIIIIIIIIIIP"
Así empieza el día, con el despertador sonando. El primer pensamiento es que quizá me he levantado algo pronto, pero a medida que ha ido avanzando el día, no he podido tomar mejor decisión que esta. La mañana amanece fresca, justo lo que estaba buscando para empezar la jornada.
Me levanto, devoro un jogourt y un zumito, y para la ducha. Después, a vertirse de romano. Con todo listo, bajo al garaje para sacar la moto, cargar el top-case, y salir zumbando por la puerta.
La primera parada la hago nada más salir del garaje, en mi calle. Juro en arameo por primera vez del día. Su puta madre. Se me había olvidado poner el TOMTOM EUROPE PRO. Paro y lo instalo.
Enfilo el corredor del Cadagua, y en según que tramos, toca chuparse cola detrás de los safety-car. Menos de los que me pensaba. Cojonudo.
Sigo mi camino a ritmo caribeño; entre la frescura matinal y el bamboleo de mi gorda, empiezo a pasar por los puntos establecidos. Enfilamos (ella y yo) el Cabrio con brio, llegamos a Bercedo, sigo hacia Villarcayo , y llego a Soncillo. Como -todavía- ningún buen forero ha tenido a bien de regalarme una cafetera para casa, tomo mi primer café del día.
Continúo hacia Reinosa, bordeando un lago cojonudo. Y grande que te cagas. Llego a Reinosa, ciudad de Rotondas, de las cuales me acuerdo, y sin errar enfilo la CA-183 hasta Fontibre, pueblo que da nacimiento a un pequeño riachuelo comparado con la Gran Ría de Bilbao.
Aquí se empieza a torcer la cosa. Calculaba que el calor haría mella más avanzada la mañana, pero empezaba a apretar. Resignación.
¿Habéis pasado por el puerto de Palombera? Os lo describo rápido. Curvas, muchas curvas, junto con vacas y mierdas de estas últimas.
Coronamos (ella y yo).
Ahora toca bajar el puertito de los cojones. Con la precisión de un cirujano, lo consigo, enfilando a Puentenansa.
Y llego, perdón, -llegamos- a La Hermida, y a su famoso desfiladero. Lo deben de llamar así porque si te pasas un pelo y vas haciendo el chorra, te arreas una ostia de las buenas. Y no miento.
Hago una breve parada para hacer la típica foto con la trucha. Aborrezco el pescado.
Pasado Panes cojo la AS-114. Sólo decir que la carretera es una de mis top-10. Pero hoy tocaba ponerme de mala ostia, ya que unas obras a la altura de Arenas de Cabrales, hace que me desvíe por el medio del pueblo y acabe jurando en arameo por segunda vez del día.
Y continuo, perdón, -continuamos- hasta Soto de Cangas, donde una inmensa rotonda te da la bienvenida para enfilar la carretera hacia Covadonga, donde dos carteles bien majos te recuerdan para que cojones has llegado hasta allí.
La Santa Roca de Covadonga te da primero la bienvenida...
...y la Basílica después...
Y aquí llega una de las incertidumbres del viaje; me dejarán subir a los lagos? Pues sí, no hay ni cristo controlando la entrada de vehículos. Primera y pa´rriba.
Lago Enol primero...
Lago Ercina después...
Objetivo cumplido. Ahora toca la bajada, que se hace larga y dura de cojones, ya que me como la cola que están formando 3 autobuses de los grandes. Tercer juramento del día.
Y bajando, llego de nuevo a la rotonda de Soto de Cangas, donde tengo que parar para atender a una llamada.
La gorda, remolona, se queja del calor, así que busco cobijo a la sombra de un orreo.
Y como buena ruta no es buena ni es na! sin una buena jalada, vuelvo sobre mis pasos a un restaurante que había visitado en otra ocasión.
Esto es lo que quedaba del segundo plato. No hay fotos ni del primero, ni del postre. Haber venido.
Y mientras me tomo el segundo café del día, diciendo para mis adentros "que día más cojonudo"...
...caigo en la cuenta de que no estaría de más darle un repaso a la ruta de vuelta, para no liarnos -ella y yo-.
Con una modorra del copón, enfilo a Llanes -sudando como un cerdo- chupando rueda de otro safety-car.
Algún día me pego una ostia...
Y llegamos hasta San Vicente de la Barquera, donde salgo de este pueblo tan guapo por su puente.
Llego a Torrelavega, cojo la autopista hasta Liendo, para poder disfrutar de sus curvas, y justo al coronar, otra vez dirección de carrera saca el safety-car. Pero este de los buenos, con pirulos verdes y todo. La foto se la ha quedado la FIA para una investigación privada, sorry. Se retira el safety-car y continuo hasta Castro, donde paro nuevamente para fumar y atender al teléfono de nuevo. Y como me aburro, hago alguna foto.
Y de aquí, vuelta a la pista para llegar a Miribilla. Pregunta de exámen : cual es la mejor forma de acabar una rutilla? Bingo! Manguerazo al canto.
Punto y final. 565,8 kms de diversión y placer.
Y tal cual, saludo a la vieja, enciendo el pc, y empiezo esta crónica...
...de como un día libre pasa a ser una visita a Covadonga.
V´sssss
Así empieza el día, con el despertador sonando. El primer pensamiento es que quizá me he levantado algo pronto, pero a medida que ha ido avanzando el día, no he podido tomar mejor decisión que esta. La mañana amanece fresca, justo lo que estaba buscando para empezar la jornada.
Me levanto, devoro un jogourt y un zumito, y para la ducha. Después, a vertirse de romano. Con todo listo, bajo al garaje para sacar la moto, cargar el top-case, y salir zumbando por la puerta.
La primera parada la hago nada más salir del garaje, en mi calle. Juro en arameo por primera vez del día. Su puta madre. Se me había olvidado poner el TOMTOM EUROPE PRO. Paro y lo instalo.
Enfilo el corredor del Cadagua, y en según que tramos, toca chuparse cola detrás de los safety-car. Menos de los que me pensaba. Cojonudo.
Sigo mi camino a ritmo caribeño; entre la frescura matinal y el bamboleo de mi gorda, empiezo a pasar por los puntos establecidos. Enfilamos (ella y yo) el Cabrio con brio, llegamos a Bercedo, sigo hacia Villarcayo , y llego a Soncillo. Como -todavía- ningún buen forero ha tenido a bien de regalarme una cafetera para casa, tomo mi primer café del día.
Continúo hacia Reinosa, bordeando un lago cojonudo. Y grande que te cagas. Llego a Reinosa, ciudad de Rotondas, de las cuales me acuerdo, y sin errar enfilo la CA-183 hasta Fontibre, pueblo que da nacimiento a un pequeño riachuelo comparado con la Gran Ría de Bilbao.
Aquí se empieza a torcer la cosa. Calculaba que el calor haría mella más avanzada la mañana, pero empezaba a apretar. Resignación.
¿Habéis pasado por el puerto de Palombera? Os lo describo rápido. Curvas, muchas curvas, junto con vacas y mierdas de estas últimas.
Coronamos (ella y yo).
Ahora toca bajar el puertito de los cojones. Con la precisión de un cirujano, lo consigo, enfilando a Puentenansa.
Y llego, perdón, -llegamos- a La Hermida, y a su famoso desfiladero. Lo deben de llamar así porque si te pasas un pelo y vas haciendo el chorra, te arreas una ostia de las buenas. Y no miento.
Hago una breve parada para hacer la típica foto con la trucha. Aborrezco el pescado.
Pasado Panes cojo la AS-114. Sólo decir que la carretera es una de mis top-10. Pero hoy tocaba ponerme de mala ostia, ya que unas obras a la altura de Arenas de Cabrales, hace que me desvíe por el medio del pueblo y acabe jurando en arameo por segunda vez del día.
Y continuo, perdón, -continuamos- hasta Soto de Cangas, donde una inmensa rotonda te da la bienvenida para enfilar la carretera hacia Covadonga, donde dos carteles bien majos te recuerdan para que cojones has llegado hasta allí.
La Santa Roca de Covadonga te da primero la bienvenida...
...y la Basílica después...
Y aquí llega una de las incertidumbres del viaje; me dejarán subir a los lagos? Pues sí, no hay ni cristo controlando la entrada de vehículos. Primera y pa´rriba.
Lago Enol primero...
Lago Ercina después...
Objetivo cumplido. Ahora toca la bajada, que se hace larga y dura de cojones, ya que me como la cola que están formando 3 autobuses de los grandes. Tercer juramento del día.
Y bajando, llego de nuevo a la rotonda de Soto de Cangas, donde tengo que parar para atender a una llamada.
La gorda, remolona, se queja del calor, así que busco cobijo a la sombra de un orreo.
Y como buena ruta no es buena ni es na! sin una buena jalada, vuelvo sobre mis pasos a un restaurante que había visitado en otra ocasión.
Esto es lo que quedaba del segundo plato. No hay fotos ni del primero, ni del postre. Haber venido.
Y mientras me tomo el segundo café del día, diciendo para mis adentros "que día más cojonudo"...
...caigo en la cuenta de que no estaría de más darle un repaso a la ruta de vuelta, para no liarnos -ella y yo-.
Con una modorra del copón, enfilo a Llanes -sudando como un cerdo- chupando rueda de otro safety-car.
Algún día me pego una ostia...
Y llegamos hasta San Vicente de la Barquera, donde salgo de este pueblo tan guapo por su puente.
Llego a Torrelavega, cojo la autopista hasta Liendo, para poder disfrutar de sus curvas, y justo al coronar, otra vez dirección de carrera saca el safety-car. Pero este de los buenos, con pirulos verdes y todo. La foto se la ha quedado la FIA para una investigación privada, sorry. Se retira el safety-car y continuo hasta Castro, donde paro nuevamente para fumar y atender al teléfono de nuevo. Y como me aburro, hago alguna foto.
Y de aquí, vuelta a la pista para llegar a Miribilla. Pregunta de exámen : cual es la mejor forma de acabar una rutilla? Bingo! Manguerazo al canto.
Punto y final. 565,8 kms de diversión y placer.
Y tal cual, saludo a la vieja, enciendo el pc, y empiezo esta crónica...
...de como un día libre pasa a ser una visita a Covadonga.
V´sssss