33 días y unos miles de kilometros después, vuelta a la “normalidad”.
De Norkapp recorrimos todo el país de punta a punta por la costa durante 10 días hasta Kristiansand donde tomamos el transbordador hasta Hirshals en Dinamarca.
Noruega es un país alucinante paisajísticamente hablando. Los Highland de Escocia son como un pequeño jardincillo a su lado. Tiene una ingeniería civil increíble. Y no lo digo por el “famoso” túnel de Honnisvag que sinceramente es una nimiedad comparado con lo que hemos recorrido en el trayecto de norte a sur. Existen multitud de puentes y túneles con más o menos iluminación y amplitud y con longitudes superiores a los 5km en la mayoría de los casos. Muchos de ellos, transcurren bajo el mar.
Las Lofoten son simplemente increíbles. La carretera RV17 es preciosa y merece la pena no perdérsela desviándose de la interminable E6. La Atlantic Road es un timo, apenas 4 km de carretera de peaje enlazando islotes pero sin más atractivo que el puente de la foto y poco más. El entorno del Trollstigen es magnífico y la bajada al Geiranjer es espectacular. La zona de los fiordos sobrecoge al igual que la de los Alpes. Decepción con la ciudad de Bergen, única en la que estuvimos, que siendo bonita merece una visita si se va de paso. Para mi está sobrevalorada.
Hemos leído crónicas de compañeros sobre Noruega y sabes que vas a un país realmente caro. El cambio de nuestro euro así lo indica, pero lo que no es esperas y es la impresión que nos hemos llevado es que vas a un país abusivo y ya hemos recorrido unos cuantos. Resultaba curioso no encontrar recomendaciones en relatos previos de los compañeros. Basta una visita al país para entender el por qué. La relación calidad-precio es sencillamente lamentable. Precios de 4 estrellas para alojamientos de”mochileros” en la gran mayoría de los casos. Es claramente un país dedicado al autocaravaning. Peajes por doquier gratuitos por suerte para las motos. Las únicas opciones de comida: el Fastfood y los supermercados, repetitivos a precios de escándalo. Y cuidado con los Politi y los radares… superar, por ejemplo, en 15km la velocidad máxima permitida son 450€ de nada. Todo esto también es Noruega...
La vuelta a España la hemos hecho por Dinamarca que la atravesamos en un día y por Alemania recorriendo algunos pueblos y parte de la Selva Negra. Como esperaba, con el paso de los kilómetros, el pinchazo me traería complicaciones y así fue. Lo comprobaba diariamente. El desgaste del taco de la Heidenau trasera con 10.000Km dejó al descubierto una pequeña grieta irreparable por la que perdía aire. La casualidad quiso que fuese en Frankfurt donde la cosa empeorase. Me quedaban unos 1.500Km a casa y por suerte en un pequeño pero eficiente taller de motos un compañero alemán había cambiado a primera hora sus tourance. Era la mejor opción y la más barata, montar esa rueda gastada con unos 2.000km de vida aún y llegar a casa.
Desde el viaje a los Alpes teníamos pendiente por la climatología de aquella ocasión la subida en teleférico a la Aiguille du Midi en Chamonix, así que descansamos un par de días allí donde esta vez sí que pudimos, además de degustar nuevamente la maravillosa fondue del restaurante La Caleche.
En cuanto al tiempo, los polares no han desaparecido de nuestro vestuario hasta llegar a España. Ha llovido bastante en todos los paises, algunas veces muy intensamente, pero por suerte nunca en los lugares estratégicos que nos ha permitido disfrutar al máximo de este viaje.
Os dejo tres fotos, el resto de información en la crónica.
Las Lofoten
La Atlantic Road
Trollstigen