Después de mucho soñar con el Stelvio - compensan los grandes viajes?*

Hola

Hoy mientras estaba haciendo algunos puertos míticos de Alpes, Croix de Fer, Madeleine, L'Iseran... Me acordé de este post porque ha sido un día perfecto y no me importan los 1500 kilómetros de autopista para venir aquí más los 1500 de regreso en las mismas circunstancias... Pero si no hubiera hecho hoy un día espectacular, climatologicamene hablando, si me hubiera encontrado las carreteras llenas de motos, autocaravanas, ciclistas, y además con lluvia, viento y frío... Pues seguramente habría pensado que no habrían valido la pena los 3000 kilómetros de autopistas... Pero como ha sido un gran día, pues eso, que merece mucho la pena un viaje así, aunque sea express y de muy pocos días. Ver el archivo adjunto 469695Ver el archivo adjunto 469696Ver el archivo adjunto 469697Ver el archivo adjunto 469698Ver el archivo adjunto 469699Ver el archivo adjunto 469700

Saludos.
vaya suerte macho, el lunes pasado pasé por el l'Iseran y estaba hasta las tetas de gente, ni me paré... en la madeleine sí que eramos 4.

A disfrutar
 
Que introspectiva puede llegar a ser la moto, como tu "casco" no te conoce ni Dios, es posiblemente una de las mejores cosas que tiene..., la moto.

V'ssssssssss
 
Última edición:
No sé si el viaje al Stelvio me ha compensado del todo.
Salí con 10.954 y he llegado a casa con 16.639 km. 5.685 km desde Asturias, recorriendo el interior de Francia, norte de Italia, algo de la Toscana, una parte de Pirineos ...

Han sido días de incertidumbre, con todo listo pero pendiente de que nada me lo estropeara, una caída en bici, una lesión, un catarro, mi madre que ya es mayor, mi hija, mi mujer ...

Han sido 12 días fuera de casa, cargados de kilómetros, curvas, paisajes y sobre todo de horas encima de la moto, saliendo a las 6:30 de la mañana, haciendo de 9-10 horas al día, y en alguna ocasión 12 horas (un día que se torció un poco). Y ahora, de vuelta, siento una mezcla extraña entre satisfacción y duda.

El esfuerzo físico, el económico … el riesgo asumido en tantos kilómetros, me han hecho pensar si me ha merecido la pena. Yo mismo me he contestado y pienso que con el paso de los días y los meses seguro. Pero me hace reflexionar sobre la ambición de los grandes viajes, cuando se es "pobre", y para mi ser pobre no es más que tener un tiempo limitado de tu vida para disfrutar de lo que uno quiere (vacaciones) añadiendo además la condición de marido y padre.

Siempre he querido comerme una salchicha en el Stelvio (ehhh!!!!!! ojo con los de la mente sucia) y recorrer los Alpes. Llegar allí con la GSA fue brutal (lo hice 2 veces por un lado y otras dos por el otro), una sensación de “estoy aquí” que no se olvida. Pero también hubo momentos en los que me pregunté: ¿de verdad compensa tanto sacrificio? ¿O habría disfrutado más una ruta más corta, más cercana, comiendo mejor, con más calma y menos renuncias?

Para mi el viaje, han sido un montón de experiencias que he vivido pero que me han pasado muy rápido, cada un día un hotel, cada día nuevos paisajes, cada día nuevos puertos, buscar sitio para dormir, esquivar radares, visitar las ciudades a las que llegaba al atardecer ...

Ahora me veo, como muchos de vosotros capaz de llegar al fin del mundo en una moto fabricada para ello, mi cuerpo aguanta bien y la máquina mucho mejor ... pero nunca he llegado a casa con esa sensación de duda, cosa que jamás me ha pasado en mis viajes por España.

Al final, me queda la reflexión: lo que más valor tiene ahora mismo no son los kilómetros, ni siquiera el destino, sino cómo elegimos gastar ese tiempo que nunca vuelve. Y ahí es donde me pregunto si el Stelvio … ¿ha sido un logro que compensa? o ¿es una lección de que a veces el verdadero reto no está en la carretera, sino en cómo gestionamos ese tiempo que tenemos, el esfuerzo, la ausencia de casa, la energía mental y lo que dejamos atrás?

¿Os ha pasado?

Ver el archivo adjunto 469328

Que si merece la pena ??

Hoy puedes hacerte esa pregunta. Hace un mes, no podias.
Hoy puedes cerrar los ojos y recordar. Hace un mes, solo imaginabas.
Hoy sabes lo que es viajar en moto. Hace un mes, solo lo suponias.
Hoy escuchas la palabra STELVIO y sonries (seguro). Hace un mes era solo un sueño.
Y lo que es peor: hoy tienes dudas sobre "viajar en moto". En menos de un mes estarás pensando en el próximo.

Bienvenido al club
 
Yo la pregunta de si ¿Compensan los viajes largos?.

Sinceramente creo que en tu caso: no, no compensan. Lo viajes son para disfrutar, para pasarlo bien, y si surge algún contratiempo (que muchas veces surgen igual que en cualquier otra actividad en la vida) solucionarlo como se pueda y seguir disfrutando.

Salir de casa, gastar tiempo y dinero, para estar pensado en que dejo sola a la familia, en todo lo malo que puede pasar, en que estoy gastando tiempo en algo cuando debería (o preferiría) gastarlo en otra cosa; pues sinceramente no compensa.

Y ya no son los viajes largos o cortos, para mi las vacaciones son eso vacaciones e intento hacer cosas que no me supongan un sacrificio, sino un disfrute.
 
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Yo la pregunta de si ¿Compensan los viajes largos?.

Sinceramente creo que en tu caso: no, no compensan. Lo viajes son para disfrutar, para pasarlo bien, y si surge algún contratiempo (que muchas veces surgen igual que en cualquier otra actividad en la vida) solucionarlo como se pueda y seguir disfrutando.

Salir de casa, gastar tiempo y dinero, para estar pensado en que dejo sola a la familia, en todo lo malo que puede pasar, en que estoy gastando tiempo en algo cuando debería (o preferiría gastarlo en otra cosa); pues sinceramente no compensa.

Y ya no son los viajes largos o cortos, para mi las vacaciones son eso vacaciones e intento hacer cosas que no me supongan un sacrificio, sino un disfrute.
Creo que has dado en la tecla. Todos (o la inmensa mayoría) habíamos hablado desde nuestra propia experiencia y perspectiva, pero tú te has puesto en el lugar del compañero que hace la pregunta y, efectivamente, visto de ese modo, estoy de acuerdo con tu reflexión.
 
En la película El Reino de los cielos, casi al final hay una minúscula conversación entre Saladin y Balian de Ibelin (los protagonistas)

Balian -¿Cuanto vale Jerusalén?
Saladin se da la vuelta, lo mira -Nada (y sonriendo un segundo después con los puños apretados) -Todo...!!!

Siempre recuerdo esta escena cuando cuando surgen este tipo de dudas..., de reflexiones...

¿Cuanto vale ir a Cabo Norte?..., y mi respuesta será la misma de Saladin, -Nada..., Todo...!!!

Y así, destino tras destino...

V'sssssssssss
 
Para mi es sencilla respuesta, es una hobby por el que no respondo, no existe un standard, incluso mis viajes son diferentes de sensaciones todos ellos, y claro , en cada viaje siempre surge un momento de incertidumbre que hace pensar en el mando a distancia para abandonar todo el proyecto.

Yo cuando estoy 12 horas en moto sin pensar en nadie, me reconforta, es asumible el dolor de culo y el riesgo por el grado de satisfacción.

El día que me plantee si vale la pena, creo que venderé la moto:ROFLMAO:, igual me ha entrado el juicio
 
Para mi es sencilla respuesta, es una hobby por el que no respondo, no existe un standard, incluso mis viajes son diferentes de sensaciones todos ellos, y claro , en cada viaje siempre surge un momento de incertidumbre que hace pensar en el mando a distancia para abandonar todo el proyecto.

Yo cuando estoy 12 horas en moto sin pensar en nadie, me reconforta, es asumible el dolor de culo y el riesgo por el grado de satisfacción.

El día que me plantee si vale la pena, creo que venderé la moto:ROFLMAO:, igual me ha entrado el juicio

Totalmente de acuerdo, no hay un estandard de viaje, y el pasarlo bien o no tan bién, también giran alrededor del estado de animo de cada uno. Y asumir que los viajes, no siempre salen como uno espera. De la misma manera que hay viajes que superan las espectativas. En definitiva, mientras el cuerpo aguante, hay que hacer camino y disfrutar de esas largas jornadas de moto que tanto nos agradan.

Por cierto, ¿Nos vemos en Peñiscola ?
 
Es un tema que me interesa, no sólo por la moto, que también, sino por el motivo de viajar.

Desde el principio me di cuenta que para mi viajar era desconectar de la rutina para pasar buenos momentos, lo que no coincidía precisamente con verlo verlo todo. Recuerdo una vez en las escaleras del museo de Orsay, hace más de 30 años, una pareja que decía delante mío "uff, y por la tarde el Louvre....".

En los últimos años no me interesa tanto ir sumando países o tachando monumentos de una lista, sino vivir algo que tenga sentido para mí. Prefiero repetir destinos que me atraen. Me pasa con España, coincidiendo además que es un país hecho para la moto.

Que no se me entienda mal, no critico a nadie porque no piense como yo, pero a veces me da la sensación de que algunas personas tienen el viajar como una especie de "capital simbólico", una especie de prestigio social "mira dónde he estado". Totalmente respetable, pero a mi no me llama.

Mi principal motivación es hacer algo en el sitio (nadar o bucear, que es lo que me gusta) y compaginarlo con darle una visita.

Y respecto a la moto, viajar por España y hacer turismo cultural, si se puede llamar así: ir parando en el montón de museos y ciudades que, para mi, como aficionadillo a la historia, no me son del todo ajenas. También está ir en moto por ir en moto; es decir, elegir sitios bonitos para pasear por con la moto, normalmente escapadas (pues ir a los Ancares, o tirar hasta Andorra). Es probable que si tuviese más tiempo, pues iría a los Alpes o a visitar Italia, pero probablemente no por carreteras "emblemáticas". Ya veremos cuando me jubile, ahora mis hobbies son otros y el tiempo es finito. Este verano me ha bajado 5 semanas la moto a Canarias, allí visité la Gomera y después estuve en "mi isla", el Hierro...., nadando y buceando y cogiendo la moto para todo.
 
Como ya se ha dicho, el calificativo de "largo" es totalmente subjetivo, y el hecho de si compensan o no, en mi caso radica en el disfrute que haya tenido en el mismo, que al final, hubiese tenido más o menos incidencias, siempre, siempre me han compensado, y cuantos más años cumplo más siento que me han compensado. El tiempo invertido en viajar es el mejor tiempo aprovechado, en mi opinión. Cuando ya me queda poco tiempo para esta afición, más valoro todos los viajes hechos.
 
No sé si el viaje al Stelvio me ha compensado del todo.
Salí con 10.954 y he llegado a casa con 16.639 km. 5.685 km desde Asturias, recorriendo el interior de Francia, norte de Italia, algo de la Toscana, una parte de Pirineos ...

Han sido días de incertidumbre, con todo listo pero pendiente de que nada me lo estropeara, una caída en bici, una lesión, un catarro, mi madre que ya es mayor, mi hija, mi mujer ...

Han sido 12 días fuera de casa, cargados de kilómetros, curvas, paisajes y sobre todo de horas encima de la moto, saliendo a las 6:30 de la mañana, haciendo de 9-10 horas al día, y en alguna ocasión 12 horas (un día que se torció un poco). Y ahora, de vuelta, siento una mezcla extraña entre satisfacción y duda.

El esfuerzo físico, el económico … el riesgo asumido en tantos kilómetros, me han hecho pensar si me ha merecido la pena. Yo mismo me he contestado y pienso que con el paso de los días y los meses seguro. Pero me hace reflexionar sobre la ambición de los grandes viajes, cuando se es "pobre", y para mi ser pobre no es más que tener un tiempo limitado de tu vida para disfrutar de lo que uno quiere (vacaciones) añadiendo además la condición de marido y padre.

Siempre he querido comerme una salchicha en el Stelvio (ehhh!!!!!! ojo con los de la mente sucia) y recorrer los Alpes. Llegar allí con la GSA fue brutal (lo hice 2 veces por un lado y otras dos por el otro), una sensación de “estoy aquí” que no se olvida. Pero también hubo momentos en los que me pregunté: ¿de verdad compensa tanto sacrificio? ¿O habría disfrutado más una ruta más corta, más cercana, comiendo mejor, con más calma y menos renuncias?

Para mi el viaje, han sido un montón de experiencias que he vivido pero que me han pasado muy rápido, cada un día un hotel, cada día nuevos paisajes, cada día nuevos puertos, buscar sitio para dormir, esquivar radares, visitar las ciudades a las que llegaba al atardecer ...

Ahora me veo, como muchos de vosotros capaz de llegar al fin del mundo en una moto fabricada para ello, mi cuerpo aguanta bien y la máquina mucho mejor ... pero nunca he llegado a casa con esa sensación de duda, cosa que jamás me ha pasado en mis viajes por España.

Al final, me queda la reflexión: lo que más valor tiene ahora mismo no son los kilómetros, ni siquiera el destino, sino cómo elegimos gastar ese tiempo que nunca vuelve. Y ahí es donde me pregunto si el Stelvio … ¿ha sido un logro que compensa? o ¿es una lección de que a veces el verdadero reto no está en la carretera, sino en cómo gestionamos ese tiempo que tenemos, el esfuerzo, la ausencia de casa, la energía mental y lo que dejamos atrás?

¿Os ha pasado?

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Este año ha caido Stelvio. Y lago de Como, y el "9" suizo...
Ferry desde barcelona.

El año que viene caera otros puertos de los alpes y lago de garda.

Y asi año tras año iremos haciendo viajes.

No pieso preocuparme por si pasa algo. Hago un seguro para cada viaje. Si pasa algo, cambiaremos, improvisaremos o inventaremos.

Pero sufrir por lo incontrolable? De ninguna manera. Disfrutaremos de lo que encontremos.

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Hay tantas formas de viajar como personas.
Lo único que tengo claro es que si te quedas en casa, te pierdes muchas cosas.
Lo que ocurre es que lo que yo no me quiero perder, otros están encantados de perdérselo.
 
No se si viene a cuento de este hilo; a veces corta un poco contar cosas que son un poco personales. Pero a la vez, ante planteamientos como el de este hilo, uno se anima por si a alguien le resuena de alguna manera. Hace 11 años mi mujer, con 53 años, falleció de cáncer tras dos penosos años de enfermedad. Llevábamos juntos, contando de novios, 40 años, desde prácticamente niños. Todo en la vida lo hicimos juntos, dos hijos y una nieta cuando falleció (ahora ya tengo 4!!). El año anterior a enfermar nos habíamos hecho la vuelta a España por toda la costa, 18 días solitos en una F800ST y una minúscula tienda de campaña. Felices. Cuando veo las fotos sonrío y lloro a la vez.
Un año después, en 2015, aun muy tocados todos en casa, compre una RT 1200 preciosa y en ese verano me largué yo solo durante 3 semanas a hacer la misma ruta que habíamos hecho tres años antes, pero en el sentido contrario: Pirineos, costa brava, todo el mediterráneo, costa de Cádiz, Extremadura, Castilla Leon, Galicia, Asturias, Cantabria y vuelta a mi pueblo, Getxo. Tb con la misma tiendita de campaña y en Pirineos aprovechando a hacer alguna ruta de monte (Ibon Acherito, Ordesa...). En esas tres semanas solo hablé con camareros para pedir cañas y alguna conversación casual con otros moteros, generalmente parejas en viaje. Y puedo decir que fue una experiencia excelente, que me ayudo mucho y que si no curado, volví a casa de otra manera. De alguna manera había experimentado de nuevo la alegría de vivir, del viento, la luz, el sol...y la moto. La puta moto, que cosa más frívola, fue mi acompañante casi humana, mi interlocutora en mis devaneos y conversaciones interiores tratando de volver a resituarme en la vida y de no convertirme en alguien triste y amargado.
Voy por mi cuarta RT desde entonces, seguramente está la última, a mis 65 años, La vida es impredecible, una nueva compañera de vida desde hace 6 años, artillera incansable en nuestro viajes un par de veces al año, Irlanda, Escocia, Francia, Italia...y España, claro, que no te la acabas. Bueno, no sé para qué os cuento esto, me ha salido así. Viajar en la moto no es solo ver sitios nuevos o repetir los visitados; es algo más. Si viajas solo, sana, incluso con la nostalgia de lo que dejamos atrás hasta la vuelta. Y con la persona a la que quieres y con quien compartes todo en la vida no hay mejor manera de estrechar más aun si cabe esos lazos emocionales que suponen las experiencias vividas mano a mano en la vida. Entiendo que la gente que no anda en moto o que lo hace desde una perspectiva utilitaria piense que lo que digo es una gilipollez y que, por ende, soy gilipollas. Igual tiene razón.
 
No se si viene a cuento de este hilo; a veces corta un poco contar cosas que son un poco personales. Pero a la vez, ante planteamientos como el de este hilo, uno se anima por si a alguien le resuena de alguna manera. Hace 11 años mi mujer, con 53 años, falleció de cáncer tras dos penosos años de enfermedad. Llevábamos juntos, contando de novios, 40 años, desde prácticamente niños. Todo en la vida lo hicimos juntos, dos hijos y una nieta cuando falleció (ahora ya tengo 4!!). El año anterior a enfermar nos habíamos hecho la vuelta a España por toda la costa, 18 días solitos en una F800ST y una minúscula tienda de campaña. Felices. Cuando veo las fotos sonrío y lloro a la vez.
Un año después, en 2015, aun muy tocados todos en casa, compre una RT 1200 preciosa y en ese verano me largué yo solo durante 3 semanas a hacer la misma ruta que habíamos hecho tres años antes, pero en el sentido contrario: Pirineos, costa brava, todo el mediterráneo, costa de Cádiz, Extremadura, Castilla Leon, Galicia, Asturias, Cantabria y vuelta a mi pueblo, Getxo. Tb con la misma tiendita de campaña y en Pirineos aprovechando a hacer alguna ruta de monte (Ibon Acherito, Ordesa...). En esas tres semanas solo hablé con camareros para pedir cañas y alguna conversación casual con otros moteros, generalmente parejas en viaje. Y puedo decir que fue una experiencia excelente, que me ayudo mucho y que si no curado, volví a casa de otra manera. De alguna manera había experimentado de nuevo la alegría de vivir, del viento, la luz, el sol...y la moto. La puta moto, que cosa más frívola, fue mi acompañante casi humana, mi interlocutora en mis devaneos y conversaciones interiores tratando de volver a resituarme en la vida y de no convertirme en alguien triste y amargado.
Voy por mi cuarta RT desde entonces, seguramente está la última, a mis 65 años, La vida es impredecible, una nueva compañera de vida desde hace 6 años, artillera incansable en nuestro viajes un par de veces al año, Irlanda, Escocia, Francia, Italia...y España, claro, que no te la acabas. Bueno, no sé para qué os cuento esto, me ha salido así. Viajar en la moto no es solo ver sitios nuevos o repetir los visitados; es algo más. Si viajas solo, sana, incluso con la nostalgia de lo que dejamos atrás hasta la vuelta. Y con la persona a la que quieres y con quien compartes todo en la vida no hay mejor manera de estrechar más aun si cabe esos lazos emocionales que suponen las experiencias vividas mano a mano en la vida. Entiendo que la gente que no anda en moto o que lo hace desde una perspectiva utilitaria piense que lo que digo es una gilipollez y que, por ende, soy gilipollas. Igual tiene razón.
eres valiente,yo no me atrevería a ir solo,no sabría desenvolverme por los caminos,no se como va el GPS de la moto bmw
 
Pues precisamente el GPS, el sistema propio de BMW en las RTs con pantalla TFT y usando iphone, como el culo...Pero vaya, cuando fui solo hace 10 años no llevaba GPS, me daba igual llegar a un sitio que a otro, y por España no hay manera de perderse mucho. Otra cosa es llegar a Milán lloviendo, el navegador de la moto desconectándose y buscando el hotel que has cogido media hora antes por booking. Ahí, la artillera, imprescindible.
 
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No se si viene a cuento de este hilo; a veces corta un poco contar cosas que son un poco personales. Pero a la vez, ante planteamientos como el de este hilo, uno se anima por si a alguien le resuena de alguna manera. Hace 11 años mi mujer, con 53 años, falleció de cáncer tras dos penosos años de enfermedad. Llevábamos juntos, contando de novios, 40 años, desde prácticamente niños. Todo en la vida lo hicimos juntos, dos hijos y una nieta cuando falleció (ahora ya tengo 4!!). El año anterior a enfermar nos habíamos hecho la vuelta a España por toda la costa, 18 días solitos en una F800ST y una minúscula tienda de campaña. Felices. Cuando veo las fotos sonrío y lloro a la vez.
Un año después, en 2015, aun muy tocados todos en casa, compre una RT 1200 preciosa y en ese verano me largué yo solo durante 3 semanas a hacer la misma ruta que habíamos hecho tres años antes, pero en el sentido contrario: Pirineos, costa brava, todo el mediterráneo, costa de Cádiz, Extremadura, Castilla Leon, Galicia, Asturias, Cantabria y vuelta a mi pueblo, Getxo. Tb con la misma tiendita de campaña y en Pirineos aprovechando a hacer alguna ruta de monte (Ibon Acherito, Ordesa...). En esas tres semanas solo hablé con camareros para pedir cañas y alguna conversación casual con otros moteros, generalmente parejas en viaje. Y puedo decir que fue una experiencia excelente, que me ayudo mucho y que si no curado, volví a casa de otra manera. De alguna manera había experimentado de nuevo la alegría de vivir, del viento, la luz, el sol...y la moto. La puta moto, que cosa más frívola, fue mi acompañante casi humana, mi interlocutora en mis devaneos y conversaciones interiores tratando de volver a resituarme en la vida y de no convertirme en alguien triste y amargado.
Voy por mi cuarta RT desde entonces, seguramente está la última, a mis 65 años, La vida es impredecible, una nueva compañera de vida desde hace 6 años, artillera incansable en nuestro viajes un par de veces al año, Irlanda, Escocia, Francia, Italia...y España, claro, que no te la acabas. Bueno, no sé para qué os cuento esto, me ha salido así. Viajar en la moto no es solo ver sitios nuevos o repetir los visitados; es algo más. Si viajas solo, sana, incluso con la nostalgia de lo que dejamos atrás hasta la vuelta. Y con la persona a la que quieres y con quien compartes todo en la vida no hay mejor manera de estrechar más aun si cabe esos lazos emocionales que suponen las experiencias vividas mano a mano en la vida. Entiendo que la gente que no anda en moto o que lo hace desde una perspectiva utilitaria piense que lo que digo es una gilipollez y que, por ende, soy gilipollas. Igual tiene razón.
Mis respetos.
 
No se si viene a cuento de este hilo; a veces corta un poco contar cosas que son un poco personales. Pero a la vez, ante planteamientos como el de este hilo, uno se anima por si a alguien le resuena de alguna manera. Hace 11 años mi mujer, con 53 años, falleció de cáncer tras dos penosos años de enfermedad. Llevábamos juntos, contando de novios, 40 años, desde prácticamente niños. Todo en la vida lo hicimos juntos, dos hijos y una nieta cuando falleció (ahora ya tengo 4!!). El año anterior a enfermar nos habíamos hecho la vuelta a España por toda la costa, 18 días solitos en una F800ST y una minúscula tienda de campaña. Felices. Cuando veo las fotos sonrío y lloro a la vez.
Un año después, en 2015, aun muy tocados todos en casa, compre una RT 1200 preciosa y en ese verano me largué yo solo durante 3 semanas a hacer la misma ruta que habíamos hecho tres años antes, pero en el sentido contrario: Pirineos, costa brava, todo el mediterráneo, costa de Cádiz, Extremadura, Castilla Leon, Galicia, Asturias, Cantabria y vuelta a mi pueblo, Getxo. Tb con la misma tiendita de campaña y en Pirineos aprovechando a hacer alguna ruta de monte (Ibon Acherito, Ordesa...). En esas tres semanas solo hablé con camareros para pedir cañas y alguna conversación casual con otros moteros, generalmente parejas en viaje. Y puedo decir que fue una experiencia excelente, que me ayudo mucho y que si no curado, volví a casa de otra manera. De alguna manera había experimentado de nuevo la alegría de vivir, del viento, la luz, el sol...y la moto. La puta moto, que cosa más frívola, fue mi acompañante casi humana, mi interlocutora en mis devaneos y conversaciones interiores tratando de volver a resituarme en la vida y de no convertirme en alguien triste y amargado.
Voy por mi cuarta RT desde entonces, seguramente está la última, a mis 65 años, La vida es impredecible, una nueva compañera de vida desde hace 6 años, artillera incansable en nuestro viajes un par de veces al año, Irlanda, Escocia, Francia, Italia...y España, claro, que no te la acabas. Bueno, no sé para qué os cuento esto, me ha salido así. Viajar en la moto no es solo ver sitios nuevos o repetir los visitados; es algo más. Si viajas solo, sana, incluso con la nostalgia de lo que dejamos atrás hasta la vuelta. Y con la persona a la que quieres y con quien compartes todo en la vida no hay mejor manera de estrechar más aun si cabe esos lazos emocionales que suponen las experiencias vividas mano a mano en la vida. Entiendo que la gente que no anda en moto o que lo hace desde una perspectiva utilitaria piense que lo que digo es una gilipollez y que, por ende, soy gilipollas. Igual tiene razón.
que buena lección de vida
gracias por compartir tu experiencia, no es fácil.
 
Pues precisamente el GPS, el sistema propio de BMW en las RTs con pantalla TFT y usando iphone, como el culo...Pero vaya, cuando fui solo hace 10 años no llevaba GPS, me daba igual llegar a un sitio que a otro, y por España no hay manera de perderse mucho. Otra cosa es llegar a Milán lloviendo, el navegador de la moto desconectándose y buscando el hotel que has cogido media hora antes por booking. Ahí, la artillera, imprescindible.
Tomtom rider. No se como podria vivir sin el...

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