Buenas:
Para que no todo sean consultas, quejas, lloros, lamentos, etc, no está demás, publicar un post de disfrute. Después de mucho tiempo, entre unas cosas y otras, no lo hacía con mi querida clásica, que llegó en el 2007 para quedarse. Por fin el viernes, pude hacerlo...
La mañana se levantó fresquita, tanto es así que pasé un frío inimaginable dos días antes, que llegamos a 48º al sol pero bueno, esta ciudad de Granada es así y el entre tiempo brilla por completo por su ausencia.
Dudé que camino coger, no contaba con mucho tiempo, hora y media hasta que se despertaran las fierecillas de casa y la jefa. Total, que para hacer curvas y en subida, donde peor solía ir la moto, me pillé una carretera secundaria que me conozco al dedillo por mi frecuencia de uso en bici.
Nada más arrancar y como lo hizo, me hizo percibir que aquello ya iba a ir bien.
Me dirigí a la gasolinera, donde eché gasolina pues estaba en reserva y le metí aire..., llevaba 1,1 kilo en cada rueda!!, se notaba el parón de todo el verano. Terminado todo, casco, guantes, cierre de cazadora y a rodar.
Nada más salir, autovía, que si bien es un coñazo, me permitió poner un ritmo suave para que se fuera calentando.
A la media hora ya estaba disfrutando de ella. Ni un tirón, acelerando limpiamente en cada salida de curva, llevándola en 3ª casi todo el rato, parecía de gas, ni tosía y me fui adentrando en la montaña. El frío que estaba pasando ni lo sentía de lo que estaba disfrutando. La verdad es que es ratonera la jodía y la muevo con más solvencia y soltura que la 1150 ADV.
Aquí ya en el pantano..., qué falta hace que llueva algo!!
La carretera se va estrechando hasta llegar a un pueblo llamado Tocón de Quéntar, que cuenta con un restaurante que hace unas papas a lo pobre y un choto...
El sol se estaba desperezando, aquí vemos dos soles, el del cielo y la 65, jeje...
La carretera invita a seguir, seguir y seguir perooooo, todo lo bueno acaba pronto y tocaba regreso...
Por la autovía ya de vuelta, velocidades que nunca había cogido con ella y una tercera y cuarta de una finura... Cuando están bien calientes, el sonido de estas bóxer para mi es música celestial.
En fin, llegué a casa con una sonrisa de oreja a oreja, deseando pillar otro ratillo y salir con ella.
Un saludo y gracias de nuevo a los que os habéis interesado por mis problemitas con ella y habéis colaborado para su solución. Bye!!
Para que no todo sean consultas, quejas, lloros, lamentos, etc, no está demás, publicar un post de disfrute. Después de mucho tiempo, entre unas cosas y otras, no lo hacía con mi querida clásica, que llegó en el 2007 para quedarse. Por fin el viernes, pude hacerlo...
La mañana se levantó fresquita, tanto es así que pasé un frío inimaginable dos días antes, que llegamos a 48º al sol pero bueno, esta ciudad de Granada es así y el entre tiempo brilla por completo por su ausencia.
Dudé que camino coger, no contaba con mucho tiempo, hora y media hasta que se despertaran las fierecillas de casa y la jefa. Total, que para hacer curvas y en subida, donde peor solía ir la moto, me pillé una carretera secundaria que me conozco al dedillo por mi frecuencia de uso en bici.
Nada más arrancar y como lo hizo, me hizo percibir que aquello ya iba a ir bien.
Me dirigí a la gasolinera, donde eché gasolina pues estaba en reserva y le metí aire..., llevaba 1,1 kilo en cada rueda!!, se notaba el parón de todo el verano. Terminado todo, casco, guantes, cierre de cazadora y a rodar.
Nada más salir, autovía, que si bien es un coñazo, me permitió poner un ritmo suave para que se fuera calentando.
A la media hora ya estaba disfrutando de ella. Ni un tirón, acelerando limpiamente en cada salida de curva, llevándola en 3ª casi todo el rato, parecía de gas, ni tosía y me fui adentrando en la montaña. El frío que estaba pasando ni lo sentía de lo que estaba disfrutando. La verdad es que es ratonera la jodía y la muevo con más solvencia y soltura que la 1150 ADV.
Aquí ya en el pantano..., qué falta hace que llueva algo!!
La carretera se va estrechando hasta llegar a un pueblo llamado Tocón de Quéntar, que cuenta con un restaurante que hace unas papas a lo pobre y un choto...
El sol se estaba desperezando, aquí vemos dos soles, el del cielo y la 65, jeje...
La carretera invita a seguir, seguir y seguir perooooo, todo lo bueno acaba pronto y tocaba regreso...
Por la autovía ya de vuelta, velocidades que nunca había cogido con ella y una tercera y cuarta de una finura... Cuando están bien calientes, el sonido de estas bóxer para mi es música celestial.
En fin, llegué a casa con una sonrisa de oreja a oreja, deseando pillar otro ratillo y salir con ella.
Un saludo y gracias de nuevo a los que os habéis interesado por mis problemitas con ella y habéis colaborado para su solución. Bye!!
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