Solitaria
Curveando
El aventurero estadounidense Victor Mooney llegó el viernes a la isla caribeña de Saint Martin tras cruzar a remo y en solitario el océano Atlántico, según informó hoy su portavoz.
Mooney, que partió el pasado 19 de febrero desde las Islas Canarias, perdió más de 36 kilos durante el trayecto y a su llegada fue trasladado a un hospital para pasar una revisión médica.
Según el comunicado de su portavoz, necesitará un tiempo de descanso antes de continuar con su viaje hacia las Islas Vírgenes británicas y, finalmente, hasta su ciudad, Nueva York.
Durante su travesía, el aventurero sobrevivió el ataque de un tiburón que dañó su embarcación, pero que no le impidió continuar, explicó la portavoz.
Mooney, de 48 años, ya había intentado sin éxito completar el trayecto en varias ocasiones.
En una de ellas, en 2011, naufragó poco después de partir de África y fue rescatado tras pasar dos semanas a la deriva.
Los viajes de Mooney pretenden llamar la atención sobre el VIH y sobre la importancia de que la población se someta a pruebas voluntarias para saber si son portadores del virus, una misión que inició tras haber perdido en 1983 a un hermano a causa del sida.
(EFE)
Mooney, que partió el pasado 19 de febrero desde las Islas Canarias, perdió más de 36 kilos durante el trayecto y a su llegada fue trasladado a un hospital para pasar una revisión médica.
Según el comunicado de su portavoz, necesitará un tiempo de descanso antes de continuar con su viaje hacia las Islas Vírgenes británicas y, finalmente, hasta su ciudad, Nueva York.
Durante su travesía, el aventurero sobrevivió el ataque de un tiburón que dañó su embarcación, pero que no le impidió continuar, explicó la portavoz.
Mooney, de 48 años, ya había intentado sin éxito completar el trayecto en varias ocasiones.
En una de ellas, en 2011, naufragó poco después de partir de África y fue rescatado tras pasar dos semanas a la deriva.
Los viajes de Mooney pretenden llamar la atención sobre el VIH y sobre la importancia de que la población se someta a pruebas voluntarias para saber si son portadores del virus, una misión que inició tras haber perdido en 1983 a un hermano a causa del sida.
(EFE)
