Aconteció que en una dictadura, habían capturado y matado al jefe de la guerrilla conocido como el 'Gallo Valencia', quien intentaba sacar al dictador del gobierno. Como necesitaban a alguien que lo identificara, mandaron a buscar a la ya conocida amante del guerrillero.
La concubina llega a la morgue y le muestran el cuerpo del muerto. El dictador le pregunta: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
Ella responde: "Como que se le parece, pero ¿podría quitarle la ropa?
El dictador manda que se desvista al difunto y pregunta de nuevo: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
Y de nueva cuenta la amante contesta: "Efectivamente se le parece mucho, pero necesito que le quiten los calzones".
Vuelve a ordenar al capitán que le quiten los calzones al muertito, y vuelve a cuestionar: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
La mujer declara: "Muy, muy parecido; pero para salir de dudas, ¿le pueden bajar el pellejo del pito para estar segura?".
Así lo ordena el dictador, y el capitán procede a bajarle el prepucio al finado. En ese momento la amante grita:
"¡Es él, éste sí que es el Gallo Valencia!"
El dictador encabronado le pregunta a la mujer: "¿Cómo supiste que éste era el Gallo Valencia?"
"Es que él me dijo que, aún después de muerto, Usted y sus soldados le seguirían tocando el pito".
La concubina llega a la morgue y le muestran el cuerpo del muerto. El dictador le pregunta: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
Ella responde: "Como que se le parece, pero ¿podría quitarle la ropa?
El dictador manda que se desvista al difunto y pregunta de nuevo: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
Y de nueva cuenta la amante contesta: "Efectivamente se le parece mucho, pero necesito que le quiten los calzones".
Vuelve a ordenar al capitán que le quiten los calzones al muertito, y vuelve a cuestionar: "¿Es éste el Gallo Valencia?"
La mujer declara: "Muy, muy parecido; pero para salir de dudas, ¿le pueden bajar el pellejo del pito para estar segura?".
Así lo ordena el dictador, y el capitán procede a bajarle el prepucio al finado. En ese momento la amante grita:
"¡Es él, éste sí que es el Gallo Valencia!"
El dictador encabronado le pregunta a la mujer: "¿Cómo supiste que éste era el Gallo Valencia?"
"Es que él me dijo que, aún después de muerto, Usted y sus soldados le seguirían tocando el pito".