A los 9 años, Jaimito comparece ante el tribunal acusado de violar a una preciosa niña de 16. En plena audiencia, el juez le pregunta a la abogada:
"¿Qué puede decir a favor de su defendido, abogada?"
La abogada le baja los pantalones a Jaimito, le coge el pipí y se lo muestra al magistrado:
"Mire que tamaño tiene, señor juez. ¿Cómo van a acusar a este niño de semejante delito?
¡Mírelo! ¿Ud. cree que con una cosita tan pequeñita se puede violar a una mujer?"
Y Jaimito le murmura al oído:
"¡Abogada,por su madre, no me lo siga tocando que perdemos el juicio!"
"¿Qué puede decir a favor de su defendido, abogada?"
La abogada le baja los pantalones a Jaimito, le coge el pipí y se lo muestra al magistrado:
"Mire que tamaño tiene, señor juez. ¿Cómo van a acusar a este niño de semejante delito?
¡Mírelo! ¿Ud. cree que con una cosita tan pequeñita se puede violar a una mujer?"
Y Jaimito le murmura al oído:
"¡Abogada,por su madre, no me lo siga tocando que perdemos el juicio!"