Loormelotte
Curveando
Las crónicas de las que guardo mejor recuerdo suelen ser frescas, espontáneas y formalmente sencillas. Son las que más me llegan y creo que las más sinceras, huyendo de toda pose. En ese sentido, me gusta más Sinewan que Silvestre, por citar dos estilos.
Ahora, convendremos todos en que lo mejor no es escribir una crónica, lo mejor es vivirla. Y volviendo al tema, nunca lo hemos tenido más fácil que ahora para vivir nuestra propia aventura.
En ese sentido, me gusta más Sinewan que Silvestre, por citar dos estilos.
A mi también, me parece más natural y desenfadado, es lo mismo que me sucede con Teo (Mr. Hicks46). En su tiempo estuve siguiendo a Fabián Barrio, me cautivo con sus primero vídeos, pero con el tiempo me pareció excesivamente ñoño y moñón...no se si se entiende a lo que me refiero. También estuve siguiendo a más gente, lo que sucede es que muchos tenían cierta inconsistencia en sus publicaciones y en la mayoría de las ocasiones te quedabas con la historia a medio contar...es como si te dejaran una buena novela inconclusa. Parece que no, pero detrás hay una constancia y una disciplina a tener en cuenta, a mi me entra una pereza enorme solo pensar llegar tras un día de rule en moto ponerme a editar los posibles vídeos, montarlos, la música, subirlos a Youtube, atender tus rrss....uf uf uf...que agobio. En ese aspecto la fotografía creo que es mucho más sencilla, da menos trabajo...pero también es menos atractiva y no es tan consumida por el seguidor estándar.
(...)nunca lo hemos tenido más fácil que ahora para vivir nuestra propia aventura.
Eso es cierto, un poco por todo, pero principalmente creo porque al tener más fácil el ver lo que otros hacen, llegamos a la conclusión de ¿Por qué no voy yo a poder hacerlo?...y es que al final es todo mucho más sencillo de lo que parece. Irse a Mongolia, Irán, India...donde sea, depende más de tener los medios económicos que de ser un mega aventurero del S.XXI. Todo eso ya lo hicieron muchas personas antes que otros y con medios más precarios, solo que la difusión era mínima o nula.
Con tener un poco de curiosidad por saber qué hay un poco más allá y unos Euromerkels ahorrados todo es posible. En el 2012, en la cima del Stelvio, le dije a mi novia -pues desde aquí Turquía tampoco queda tan lejos- y al año siguiente allí estábamos.
Un saludo.