Encuentra 10.000 abejas junto a su moto tras hacer la compra

http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/mas_navarra/encuentra_abejas_moto.html






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Miles de abejas sobrevolaban ayer la moto de 250 centímetros cúbicos que Vicente Montes, vecino de Pamplona, había aparcado junto a la entrada de un hipermercado del polígono de Galar a primera hora de la tarde. El suceso, que ocurrió mientras el propietario de la motocicleta hacía la compra, tuvo lugar en tan solo 45 minutos y causó revuelo entre los clientes que salían o entraban a hacer la compra del fin de semana.
La primera reacción del motorista al ver el recoveco trasero de su vehículo invadido de abejas fue llamar al 112, teléfono de emergencias. “Me han dicho que ni ellos ni los bomberos se encargan de este tipo de casos, así que me han dado el teléfono de un apicultor y me han dicho que le llamara yo y que tendría que hacerme cargo del coste del servicio”, contaba.
Tras la llamada, se introdujo en el hipermercado y le explicó la situación en la que se encontraba al agente de seguridad, que, como cuenta el afectado, acordonó la zona. Sin embargo, cientos de abejas se dispersaban por la zona causando el revuelo entre las personas que salían y entraba al establecimiento.
“Me he sentido impotente”, aseguraba próximo a la moto y con el casco y los guantes puestos. “Me dan miedo las abejas y tenía que hacer algo, así que ido a comprar un insecticida”, explicaba. Sin embargo, al final optó por llamar al apicultor, quien le ha facilitado el contacto de otro compañero puesto que él se encontraba indispuesto.
Así, corriendo desde Lekumberri, se desplazó a la zona Pedro Saralegüi, delineante aficionado a la apicultura. Con un mono amarillo, una máscara y una caja con paneles, abrió el sillín de la moto. Dentro, encontró miles de abejas que se preparaban para “elaborar un panel”. “El proceso está siendo complicado porque hay muchos recovecos y no encontramos a la reina. Hasta que ella no salga no van a irse las demás”, explicaba.
“Es época de reproducción, pero lo normal es que construyan el panal en árboles, cornisas o el alero de un tejado, no en una moto”, contaba rodeado de los insectos. “No se trata de un enjambre sino de un jabardo, un pelotón de unas 10.000 abejas que acompañan a otra reina. En un enjambre hay solo una reina y, en cuanto ésta cría, la mitad salen acompañándola a ella y la otra mitad se divide en grupos para acompañar a las que acaban de criarse”, describía el apicultor.
Aunque por ese tipo de servicios Saralegüi cobra 150 euros, piensa hacer el servicio gratis. “No quiero que la gente odie a las abejas”, razona.
PODÍA HABERSE AGRAVADO
Acerca de la situación en la que se ha visto inmerso el motorista, el apicultor dice que “resulta aparatoso para el que no sabe de abejas”, pero en realidad éstas no pican a no ser de que se encuentren defendiendo “su casa” o si se les toca y molesta. “A mí solo me ha picado una y porque la he aplastado con la mano”, confesaba.
El aficionado a la apicultura explicaba que “si las abejas hubieran estado ahí dos días, empiezan a hacer cera y a construir paneles”. En ese punto, “sería peligroso”, ya que los insectos se podrían en situación defensiva. Además, en palabras de Saralegüi, “pondrían huevos y en 20 días nacerían más abejas”.