Pues si, este año, toquemos madera, no se me escapa el Dakar.
Analizando la situación creo que hasta fue buena suerte la lesión del año pasado, este año estoy con muchas más ganas, mucho mejor de forma y de entrenos, conozco la moto y sobre todo dentro de un equipo de 7 pilotos lo cual siempre ayuda.
Os paso una crónica de la semana que hemos pasado en Mauritania entrenando.
Os paso alguna foto:
Día duro con final nocturno
Arena, mucha arena
El resto de fotos en http://aventuradakar.com/dakar2006/fotos.htm
Entrenos Mauritania OK
Es un hecho que el Dakar suele romperse al llegar a Mauritania, sus interminables ergs y su finísima arena hacen que los sueños de muchos amateurs se queden en esas dunas.
Por eso, después de haber estado varias veces en Marruecos, pensamos que lo ideal de cara a seguir con la preparación del Dakar sería dedicar una semana a entrenar en terreno mauritano.
La infraestructura necesaria es más complicada, lo ideal es que las motos salgan 3 o u días antes por carretera y los pilotos lo hagan en avión, así es como lo hicimos con punto de encuentro Nouabdibouh.
En total fueron sólo cinco días de moto pero muy intensos, 1.800 kilómetros, mucha arena, conducción nocturna, seguimiento de roadbooks y navegación con GPS. En definitiva intentar cubrir los puntos más débiles y que son más difíciles de entrenar en España.
El grupo lo componíamos ocho motos y dos coches de apoyo con todo el material de acampada, repuestos y herramientas, víveres etc.
Los dos primeros días los dedicamos a navegación con GPS, pistas rápidas y la temida hierba de camello.
El tercer día llegamos a Chingetti, impresionante y precioso pueblo que está siendo devorado por las dunas del Sahara. En la primera toma de contacto con las enormes dunas ya nos dimos cuenta que son mucho más complicadas que la arena del Erg Chebbi marroquí. La verdad es que nos metimos a la peor hora del mediodía con una temperatura de 40-45 grados, pero eso es lo que vamos a tener en el Dakar.
No tardaron en empezar las enganchadas en la arena, cuerpos y corazones al límite y motos calentándose. Hicimos 20-30 kilómetros de dunas con una visita a un espectacular oasis en el que arrasamos con las botellas de agua y hasta Coca colas semi frescas que tenían allí.
Después de varios días de acampada, esa noche dormimos en un espectacular albergue, tras una copiosa cena y una merecida ducha después de tres días sin ducharnos, caímos muertos en la jaima común.
Al día siguiente nos esperaba una etapa real del Dakar, bucle Atar-Atar, arriba a las 4.30 (hora mauritana) y en marcha en una hora, primero un enlace nocturno de 100 kms. hasta Atar para allí comenzar el roadbook.
En principio pensábamos que la etapa iba a ser más sencilla pero la verdad es que no fue así. El hecho de no disponer de puntos GPS hacía imprescindible seguir estrictamente el roadbook. Al llegar a las secciones donde se circula fuera de pista, hay que seguir los rumbos que te marca el roadbook con tu GPS, esta sin duda es la parte más difícil y no paras de preguntarte si vas bien, eso sí, el subidón cuando te das cuenta de que vas bien, merece la pena el pequeño agobio anterior.
Rodamos en cuatro parejas de dos, la verdad es que a mi compañero Pedro y a mí se nos iba dando bastante bien. Fue una etapa que combinó navegación por oueds (ríos secos) con mucha arena, pedregales interminables y un erg final de 30 kms. donde tengo que reconocer que pasamos un poco de agobio. Los cuatro litros y medio de agua en dos camels con los que había empezado la etapa ya empezaban a escasear, rodeados de un mar de dunas con sólo las referencias de rumbos del roadbook, con el físico castigado después de 4 o 5 enganchadas y con las motos a punto de reventar paramos en medio del erg para recuperar a la sombra de las motos con agua y algo de comer.
Nos pusimos en marcha otra vez y al poco tiempo nos cruzamos con otro colgado francés en un 4x4 que nos confirmó que íbamos bien y que el paso Tassili estaba a sólo dos kms. y que a partir de ahí la arena mejoraba, lo mejor de todo el agua de Chamonix que nos pasó y con el que rellenamos los camels. Seguimos sus roderas y en 15-20 minutos salimos de ese horno infernal. Los 40 –50 kms restantes eran de arena pero ya sin dunas grandes. Las sensaciones de saber que habíamos superado esa etapa real de Dakar en las peores condiciones posibles, sin duda, han aumentado nuestra confianza de cara al próximo Diciembre. Y es que, en el Dakar, los erg estarán llenos de roderas que seguir, no existirá ese problema de agua y se dispone de puntos GPS para orientarte, sin duda ese día triunfamos y el subidón fue total al llegar al asfalto y ver superada la etapa.
Dos cosas imprescindibles para llevar: Un teléfono satélite y pastillas potabilizadoras.
De los ocho que comenzamos la etapa sólo dos parejas conseguimos terminar, el resto se dio la vuelta al perderse y no verlo claro, la verdad es que por la noche en el bivac todos estuvimos de acuerdo en que había sido un poco locura pero para eso habíamos ido a Mauritania, para entrenar para una locura, el Dakar.
El siguiente día nos esperaban 400 kms. de pista y dunas y 200 kms. finales de asfalto hasta Noabdibou. Ese días cascaron dos motos, menos mal que fue el último día y se pudieron transportar en los coches, una remolcada y otra literalmente encima de todo el equipaje del pick up.
Llegamos por la noche al camping donde habíamos dejado los remolques, al amanecer motos a los remolques, despedidas y los pilotos teníamos todo el día de descanso, aprovechamos para arrasar con un jamón de Huelva que habíamos paseado por todo Mauritania.
Ya sólo quedan 54 días para el Dakar, creo que la preparación va por el buen camino, a finales de mes algunos miembros del equipo nos vamos a hacer una Baja en Qatar, otra chorrada que se ha inventado la federación para el tema de las licencias internacionales, el resto del tiempo toca machacarse correr, bicicleta, nadar y gimnasio.
Hasta pronto
Jose
www.aventuradakar.com
Analizando la situación creo que hasta fue buena suerte la lesión del año pasado, este año estoy con muchas más ganas, mucho mejor de forma y de entrenos, conozco la moto y sobre todo dentro de un equipo de 7 pilotos lo cual siempre ayuda.
Os paso una crónica de la semana que hemos pasado en Mauritania entrenando.
Os paso alguna foto:
Día duro con final nocturno
Arena, mucha arena
El resto de fotos en http://aventuradakar.com/dakar2006/fotos.htm
Entrenos Mauritania OK
Es un hecho que el Dakar suele romperse al llegar a Mauritania, sus interminables ergs y su finísima arena hacen que los sueños de muchos amateurs se queden en esas dunas.
Por eso, después de haber estado varias veces en Marruecos, pensamos que lo ideal de cara a seguir con la preparación del Dakar sería dedicar una semana a entrenar en terreno mauritano.
La infraestructura necesaria es más complicada, lo ideal es que las motos salgan 3 o u días antes por carretera y los pilotos lo hagan en avión, así es como lo hicimos con punto de encuentro Nouabdibouh.
En total fueron sólo cinco días de moto pero muy intensos, 1.800 kilómetros, mucha arena, conducción nocturna, seguimiento de roadbooks y navegación con GPS. En definitiva intentar cubrir los puntos más débiles y que son más difíciles de entrenar en España.
El grupo lo componíamos ocho motos y dos coches de apoyo con todo el material de acampada, repuestos y herramientas, víveres etc.
Los dos primeros días los dedicamos a navegación con GPS, pistas rápidas y la temida hierba de camello.
El tercer día llegamos a Chingetti, impresionante y precioso pueblo que está siendo devorado por las dunas del Sahara. En la primera toma de contacto con las enormes dunas ya nos dimos cuenta que son mucho más complicadas que la arena del Erg Chebbi marroquí. La verdad es que nos metimos a la peor hora del mediodía con una temperatura de 40-45 grados, pero eso es lo que vamos a tener en el Dakar.
No tardaron en empezar las enganchadas en la arena, cuerpos y corazones al límite y motos calentándose. Hicimos 20-30 kilómetros de dunas con una visita a un espectacular oasis en el que arrasamos con las botellas de agua y hasta Coca colas semi frescas que tenían allí.
Después de varios días de acampada, esa noche dormimos en un espectacular albergue, tras una copiosa cena y una merecida ducha después de tres días sin ducharnos, caímos muertos en la jaima común.
Al día siguiente nos esperaba una etapa real del Dakar, bucle Atar-Atar, arriba a las 4.30 (hora mauritana) y en marcha en una hora, primero un enlace nocturno de 100 kms. hasta Atar para allí comenzar el roadbook.
En principio pensábamos que la etapa iba a ser más sencilla pero la verdad es que no fue así. El hecho de no disponer de puntos GPS hacía imprescindible seguir estrictamente el roadbook. Al llegar a las secciones donde se circula fuera de pista, hay que seguir los rumbos que te marca el roadbook con tu GPS, esta sin duda es la parte más difícil y no paras de preguntarte si vas bien, eso sí, el subidón cuando te das cuenta de que vas bien, merece la pena el pequeño agobio anterior.
Rodamos en cuatro parejas de dos, la verdad es que a mi compañero Pedro y a mí se nos iba dando bastante bien. Fue una etapa que combinó navegación por oueds (ríos secos) con mucha arena, pedregales interminables y un erg final de 30 kms. donde tengo que reconocer que pasamos un poco de agobio. Los cuatro litros y medio de agua en dos camels con los que había empezado la etapa ya empezaban a escasear, rodeados de un mar de dunas con sólo las referencias de rumbos del roadbook, con el físico castigado después de 4 o 5 enganchadas y con las motos a punto de reventar paramos en medio del erg para recuperar a la sombra de las motos con agua y algo de comer.
Nos pusimos en marcha otra vez y al poco tiempo nos cruzamos con otro colgado francés en un 4x4 que nos confirmó que íbamos bien y que el paso Tassili estaba a sólo dos kms. y que a partir de ahí la arena mejoraba, lo mejor de todo el agua de Chamonix que nos pasó y con el que rellenamos los camels. Seguimos sus roderas y en 15-20 minutos salimos de ese horno infernal. Los 40 –50 kms restantes eran de arena pero ya sin dunas grandes. Las sensaciones de saber que habíamos superado esa etapa real de Dakar en las peores condiciones posibles, sin duda, han aumentado nuestra confianza de cara al próximo Diciembre. Y es que, en el Dakar, los erg estarán llenos de roderas que seguir, no existirá ese problema de agua y se dispone de puntos GPS para orientarte, sin duda ese día triunfamos y el subidón fue total al llegar al asfalto y ver superada la etapa.
Dos cosas imprescindibles para llevar: Un teléfono satélite y pastillas potabilizadoras.
De los ocho que comenzamos la etapa sólo dos parejas conseguimos terminar, el resto se dio la vuelta al perderse y no verlo claro, la verdad es que por la noche en el bivac todos estuvimos de acuerdo en que había sido un poco locura pero para eso habíamos ido a Mauritania, para entrenar para una locura, el Dakar.
El siguiente día nos esperaban 400 kms. de pista y dunas y 200 kms. finales de asfalto hasta Noabdibou. Ese días cascaron dos motos, menos mal que fue el último día y se pudieron transportar en los coches, una remolcada y otra literalmente encima de todo el equipaje del pick up.
Llegamos por la noche al camping donde habíamos dejado los remolques, al amanecer motos a los remolques, despedidas y los pilotos teníamos todo el día de descanso, aprovechamos para arrasar con un jamón de Huelva que habíamos paseado por todo Mauritania.
Ya sólo quedan 54 días para el Dakar, creo que la preparación va por el buen camino, a finales de mes algunos miembros del equipo nos vamos a hacer una Baja en Qatar, otra chorrada que se ha inventado la federación para el tema de las licencias internacionales, el resto del tiempo toca machacarse correr, bicicleta, nadar y gimnasio.
Hasta pronto
Jose
www.aventuradakar.com