
año estuvo detrás de ella, pero ella no le hacía caso. Al cabo de ese año,
al final se rindió y le propuso: Quiero hacer el amor contigo, si lo
haces
te daré 50.000 dólares. La viuda como había gastado todo el dinero que le
había dejado el esposo, lo pensó mejor y le contestó: Okey, está bien, te
espero esta noche en mi casa. El norteamericano acudió a la cita, hizo el
amor con la chica y a la mañana siguiente se fue temprano porque tenía una
junta en su empresa. Cuando la chica se despierta, vio sobre la mesa de
noche un cheque a su nombre por 5.000 Dólares, al ver esto se levantó, se
bañó, se vistió y se fue a la empresa del norteamericano. Entró sin
anunciarse a la sala de conferencias donde estaban reunidos, y al verla
entrar el norteamericano le preguntó: ¿En qué puedo ayudarle señora mía? A
lo que ella respondió: Señor presidente, resulta que le vendí a Ud. un
apartamento por 50.000 $ y Ud. me hizo un cheque por 5.000$, como Ud.
comprenderá hay un error en el precio. El le respondió:
Señora mía, no hay
ningún error, lo que pasa es que el apartamento que Ud. me vendió es usado,
no tiene calefacción y es muy grande. Ella indignada le respondió: Señor
presidente, resulta que no hay ningún error. Cuando Ud. compró el
apartamento sabía que era usado, no es que no tenga calefacción es que no
supo encenderla y no es que sea muy grande es que los muebles que Ud.
introdujo en él son muy pequeños. En el acto el norteamericano le hizo el
cheque por la diferencia, por supuesto, ante la mirada atónita de los
presentes que no entendían nada.
