Es caro el cine?

Solitaria

Curveando
Registrado
28 Oct 2011
Mensajes
50.193
Puntos
113
Ubicación
Donde este montaje me deje.
Más de 3.000 salas de toda España venderán hoy y hasta el jueves sus entradas por 2,90 euros, que es, más o menos, una tercera parte de lo que cuesta un billete cualquier otro día del año en Madrid o en Barcelona. La Fiesta del Cine, el programa de precios reducidos que promueven el Ministerio de Educación y Cultura, la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales y la Federación de Exhibidores de Cine de España, llega a su octava edición. Las siete primeras han sido un éxito indiscutible: el número de entradas vendidas ha ido creciendo año a año hasta llegar a los 2.196.101 billetes vendidos en los tres días de Fiesta del Cine del último mes de octubre (esta vez, son cuatro los días de rebajas). Las imágenes de colas inmensas alrededor de las taquillas se han convertido en clásicas. Éxitos como 'Ocho apellidos vascos' hubiesen sido imposibles sin la Fiesta del Cine.

La paradoja es que, cuanto más público vuelve a las salas de cine en estos días de rebajas, más críticas reciben sus impulsores por dejar languidecer su negocio y con él, un símbolo de nuestra cultura. La lógica más o menos es ésta: tanto cine vacío durante el año con las entradas a ocho o nueve euros y tanta cola en la Fiesta del Cine demuestran que las entradas son caras. Tan caras que han acabado con la demanda. Así que, que no se quejen los dueños de los cines por la piratería que la culpa, en parte, es suya.

¿Son caras las entradas del cine? Caras o baratas, eso depende de con qué lo comparemos. Comparado con salir a cenar, ir a un partido de fútbol o a la ópera, el cine sigue siendo barato. Si se compara con una descarga ilegal, es carísimo. Pero claro, ¿qué precio es competitivo contra la palabra gratis?

Hay otros referentes. En internet se puede encontrar un estudio de la Universidad Complutense de Madrid de 2012 que recopiló referencias a los precios de las entradas de los cines desde 1930 hasta 2012. "Se consideraba que alguien de la clase trabajadora [de los años 30] necesitaba entre una y una peseta y media para satisfacer su dieta diaria, más o menos lo que le costaba una entrada", se lee en el estudio. La popularización del cine, el hábito aquel de ir varios días a la semana y de ver lo que fuera que echasen, igual que en otra época se ponía la tele y a ver qué había, sólo apareció en España después de la Guerra, gracias, entre otras cosas, a que el Gobierno franquista intervino a la baja el precio de las entradas.

Según ese estudio, el precio medio de las entradas en 1985 en Madrid era de casi 180 pesetas. Si utilizamos la calculadora de precios constantes del Ministerio de Cultura, nos encontramos que esas 180 pesetas de 1985 equivalen a tres euros y unos pocos céntimos de 2015. Un poco más de lo que costarán las entradas durante esta semana de fiesta.


Y otro dato: no hay cifras del número de espectadores que fueron a los cines de España en 1985, porque el Ministerio de Educación y Cultura sólo publica esa cifra desde 2001. Entonces (el último curso antes del euro), las entradas costaban una media de 700 pesetas que, aplicando la inflación, equivalen a poco más de cinco euros y medio de hoy en día. Ese año, los cines de España vendieron 146,8 millones de entradas. En 2013, con entradas a ocho euros de media, las taquillas emitieron 78,69 millones de entradas. O sea: casi la mitad de la demada se ha perdido en 13 años y dos euros y medio de diferencia.

Ese dato debería dar por terminado el debate: el cine es caro. Pero aún hay que poner los matices y las explicaciones: por supuesto que está el IVA del 21%, que todos tenemos en la cabeza desde hace un par de años. Está la aparición de nuevas formas de entretenimiento, desde internet hasta la televisión por cable. Está la piratería, que en 2001 cabía en la manta de un inmigrante sin papeles y hoy es un fenómeno mucho más complejo. Está la presión de los distribuidores de las películas, que se llevan el 41,8% de los ingresos de la taquilla, mucho más que los exhibidores o los autores. Está la mejora, aún insuficiente en las condiciones de exhibición: proyecciones digitales, en 3D, cines más modernos... Nadie, por cierto, ha hecho ningún estudio que calcule cuánto crecería la demanda si el precio de los cines bajara un par de euros o tres y cuál sería el efecto en la economía de los exhibidores y distribuidores.

En lugares como Londres o Hong Kong, ciudades más ricas que las españolas, el cine es un entretenimiento de lujo: hay pocas salas pero son muy suntuosas. Reciben, como en los años 30, a un público de clase alta que parece más interesado por jugar a la nostalgia cinéfila que por las películas. Las entradas en Londres andan por las 14 libras esterlinas, unos 19 euros, y alguien podría decir que, si las empresas son rentables con esos precios y los londinenses tienen su Netflix y su iTunes para ver cine, qué más da que cierren las salas y se conviertan en tiendas de franquicias de moda o de tecnología o en restaurantes.

Y tienen su parte de razón. Pero todos los que podríamos contar la historia de nuestras vidas con los nombres de cuatro o cinco salas de cines, igual que José María Conget, querríamos otra cosa para nuestras ciudades.
 
yo que soy de los que han ido al cine por 125 pts.., si si 125 pts, y creo que el cine tiene unos precios disparatados, aun así no justifico las descargas de Internet.., pero una tarde de cine con dos críos y esos indigestibles cubos de palomitas sale por lo mismo que ir a cenaro en algunos casos mas caro ......,

si les es posible poner un precio mas razonable en ciertas fechas .. por que no todo el año??

es mi opinión y la expreso con el mayor de los respetos

un saludo

;)
 
Hace 40 años, el cine costaba 35 pesetas. Hoy cuesta 1.500 pesetas (o más), un 4300% más (43 veces más caro).

Si actualizamos esos 0,21 € que costaba el cine en 1975 con el actualizador de renta según el IPC anual que tiene el Instituto Nacional de Estadística, nos resulta que esa cantidad con la inflación y tras 40 años, son 2,60 €, es decir, 432 pesetas en 2015 (o sea, 12,3 veces más de lo que eran en 1975). Eso significa que tras 40 años el cine ha subido muy por encima del coste de la vida. La vida ha subido 12,3 veces, mientras que el cine ha subido 43 veces.
 
Última edición:
¿A cuantos de mi generación, la segunda mitad de los años 50, le compraban guarradas en el cine?... la entrada es cara pero eso lo es más... antes el botaca se traía de casa y te lo comías en el intermedio... ¿Bebida?... al grifo del baño.
 
yo en Málaga voy a un cine de un centro comercial cuyas entradas mas caras, los fines de semana, valen 5 euros que ya me parece caro pero bastante mas baratas que el resto...
y voy desde casa con los refrescos y las palomitas en una mochila que somos 5 y lo mas caros son los poyaques
 
... y sigo yendo al cine en día barato... aunque menos porque la cartelera hace muchos años que es infumable, salvo excepciones.
 
De cria habia costumbre en casa de ir al cine todas las semanas, con los amigos despues tambien, ya en pareja, habitual era dos veces por semana pero con la descendencia y la subida desproporcional ibamos como cosa excepcional y al final yo deje de ir, primero porque no podia y ahora podria ir pero simplemente no quero pagar lo que piden, me parece exagerado, puedo vivir sin ir al cine y mas ahora con las alternativas que hay para ver pelis, comer o beber algo en el cine?, nunca lo he hecho, al cine cuando he ido, ha sido solo a ver la peli.
 
Última edición:
Es caro, si vas sólo o con pareja y gastos a medias, pues tira que te va. Pero una familia con niños es una locura ir al cine, y si encima luego hay que pasar por el burguer ... pues más aún ... Mejor en casita ...
 
Atrás
Arriba