
ciudad a cuidar a su madre enferma y deja a la empleada María Soledad
al cuidado de la casa. Al retornar, pregunta a su hijo qué tal lo
habían pasado, y éste dice:
- "El miércoles hubo una horrible tempestad con truenos, rayos y
relámpagos, y a mí me dio tanto miedo que María Soledad vino y durmió
con yo".
- "Conmigo", corrige el padre.
- "¡No, eso fue el jueves!"
