Hay "impulsos creativos" amateurs de nivel y muy exclusivos con materiales que hoy día son muy difíciles de conseguir: culatas krauser, llantas Lester, cúpulas y depósitos de aluminio, etc... que además las puedes ver correr en algún circuito. También alguna K Brune homologada con su documentación que tuve la oportunidad de ver muy de cerca gracias a un buen amigo que por desgracia nos dejó hace un par de años. Incluso hay verdaderos trabajos de artesanía, imaginación, nivel y buen gusto que son dignos de admiración, pero sólo sirven para eso, que ya es mucho y se pagan verdaderas fortunas por ellos. Esa es la parte, digamos, bonita de todo esto, y para mí minoritaria.
Porque también hay quienes tienen maña con los sprays del chino y reciclando piezas de japo procedente de algún desguace, se dedican a eliminar media moto, poner neumáticos de tacos, tubarro, y algún complemento de Aliexpress, y a ver si hay suerte, pica alguien, y a hacer negocio. Y por último los hay quienes hacen algo parecido con toda la ilusión del mundo, y como resultado obtienen una moto inconducible, ruidosa, con la que te pones perdido en caso de lluvia, y complétamente ilegal salvo que te gastes lo que no está escrito en homologaciones. Por eso, y como comentan más arriba, prefiero mis dos clásicas en estado original más que nada porque las tengo en uso todo el año, y unos buenos neumáticos con sus guardabarros originales se agradecen cuando te pilla una lluvia, o algo más, en pleno invierno en rutas de días fuera de casa. Lo que digan los demás me importa bien poco, son muchos años y kms en 2V, y de momento sé lo que a mí más me conviene.
Quizás algún día lleve a cabo algún proyecto que tengo en mente desde hace tiempo: una gran modificación, pero que no se note a simple vista y que la moto siga siendo escrupulósamente fiel al modelo original, sin serlo. Por desgracia eso sale mucho más caro que hacer cambios estéticos, se necesitan más conocimientos de los que actuálmente tengo, y bueno, ideas voy cogiendo todos los años en Nogaró. Pero quién sabe? es cuestión de empezar, ponerse, y dejarse llevar si la cartera lo permite, porque la excusa perfecta serán las restricciones que se nos vienen encima, y por mi parte, mis dos clásicas no las pienso malvender, y mucho menos desguazar.
