Fui a Los Infiernos...... y regresé. (Historias de un motero..... Si puede decirse así.)
Muchos ateos y excepticos creen que los infiernos no existe, pero están equivocados, creen que no hay nada más alla, pero están muy confundidos.
Hacía tiempo que quería conocer Los Infiernos, era un capricho, así que me puse el equipo, arranqué la moto....... y pa lante.
Hacía algo de viento racheado, y muchas abejas, si te coge alguna te puede dejar guapo, pero la máquina, la K-75 va de maravilla.
Al entrar en la autovía un coche se me pegó detras, era de color blanco, no vi al conductor, y este no hacía más que pitarme, justo cuando estaba haciendo la subida para entrar en la autovía, muy calculado para tirarme de la carretera si me ponía nervioso, ¿nervioso yo?... hoy no..... mañana, estaba claro que quería provocar un accidente tirandome de la carretera, más de lo de siempre, otro retrasado con carné de conducir. Así que entré en la autovía, le di un poco al puño y en pocos segundos desaparecí, dejando al capullo atras.
Poco despues salí y cogí otra autovía, seguía el viento racheado, como es Semana Santa, saque la moto cuando había menos tráfico, o sea, despues de comer, aunque los capullos crecen en la carretera más que los caracoles.
Seguí ruta, tranquilamente, aunque hacía 20 grados el aire era frio, me tenía que haber puesto el pañuelo de cuello y boca, bueno, para otra vez...... oido cocina.
Al rato salí de la carretera, pase a una carretera secundaria con curvas cerradas, un salto de un metro y llena de invernaderos, el que pase por ahí rapido puede darsela bonita, y acabar estampado contra los invernaderos, curva va, curva viene y alguna recta buena.
Pero...... como siempre, el asfalto te da sorpresas, cogí varios tramos cortos, llenos de plasticos de invernadero grandes y largos, tirados en mitad de la carretera, de esos que como los coja la rueda te la pegas en directo, bueno......... el asfalto es así, esquivar a unos, pasar por encima de otros, evitando cogerlos cuando se levantan del asfalto, como dijo alguién: "No se puede vivir con miedo....".
Pasado un rato llegué, mi deseo se había hecho realidad, había llegado a Los Infiernos, es un pequeño, muy pequeño pueblo de Murcia, cerca de Balsicas, antes era todo de secano, pero ahora esta lleno de embalses e invernaderos, bueno, esperaba otra cosa, algo más grande, más de secano, pero estaba allí, era lo importante, mi deseo se había hecho por fin realidad, estaba en Los Infiernos.
La tierra en Los Infiernos estaba seca, aunque el aire era frio, tiene una buena vista de la montaña llamada "El Cabezo Gordo", o al menos lo que queda de esta, una cantera se la estaba cargando, y se sabía que tiene restos arqueológicos de la especie humana de muchos millones de años, mi padre ya me lo decía, y al final pararon la cantera, lo dicho, la especie humana siempre ha vivido cerca de Los Infiernos.
Los Infiernos es un lugar, un pueblo tranquilo, pero llegar allí puede ser peligroso, hay que ir despacio y con cabeza, no hace falta mucha velocidad para darse un buen golpe.
Pare la moto y entré en el bar, que tiene el mismo nombre, buena la cerveza fria de allí, pequeño pueblo de agricultores y ganaderos, de ganado oveja y cabra, aunque de cabras de dos patas, esta también este mundo lleno. Lo dicho, buena la cerveza.
Así que me dí una vuelta por Los infiernos, al rato, arranqué la moto y regresé, así que supongo que ahora soy "El que camina por Los Infiernos..." literalmente hablando. El motorista fantasma es ficción, yo soy real.
Luego ya, este mundo es un infierno, donde hay de todo, buenas y malas personas, quedarse con las buenas y apartar a las malas así como a los indiferentes, tontos y capullos, que abundan mucho.
Para los ateos e infieles del asfalto abajo pongo una foto, para los creyentes, podeis pasaros por el bar de Los Infiernos, la cerveza fria esta buena, eso es lo importante.
Despues de salir de Los Infiernos, me fui a Cabo Palos, me hacía ilusión ver el mar. La carretera a Los Infiernos es traicionera.

Muchos ateos y excepticos creen que los infiernos no existe, pero están equivocados, creen que no hay nada más alla, pero están muy confundidos.
Hacía tiempo que quería conocer Los Infiernos, era un capricho, así que me puse el equipo, arranqué la moto....... y pa lante.
Hacía algo de viento racheado, y muchas abejas, si te coge alguna te puede dejar guapo, pero la máquina, la K-75 va de maravilla.
Al entrar en la autovía un coche se me pegó detras, era de color blanco, no vi al conductor, y este no hacía más que pitarme, justo cuando estaba haciendo la subida para entrar en la autovía, muy calculado para tirarme de la carretera si me ponía nervioso, ¿nervioso yo?... hoy no..... mañana, estaba claro que quería provocar un accidente tirandome de la carretera, más de lo de siempre, otro retrasado con carné de conducir. Así que entré en la autovía, le di un poco al puño y en pocos segundos desaparecí, dejando al capullo atras.
Poco despues salí y cogí otra autovía, seguía el viento racheado, como es Semana Santa, saque la moto cuando había menos tráfico, o sea, despues de comer, aunque los capullos crecen en la carretera más que los caracoles.
Seguí ruta, tranquilamente, aunque hacía 20 grados el aire era frio, me tenía que haber puesto el pañuelo de cuello y boca, bueno, para otra vez...... oido cocina.
Al rato salí de la carretera, pase a una carretera secundaria con curvas cerradas, un salto de un metro y llena de invernaderos, el que pase por ahí rapido puede darsela bonita, y acabar estampado contra los invernaderos, curva va, curva viene y alguna recta buena.
Pero...... como siempre, el asfalto te da sorpresas, cogí varios tramos cortos, llenos de plasticos de invernadero grandes y largos, tirados en mitad de la carretera, de esos que como los coja la rueda te la pegas en directo, bueno......... el asfalto es así, esquivar a unos, pasar por encima de otros, evitando cogerlos cuando se levantan del asfalto, como dijo alguién: "No se puede vivir con miedo....".
Pasado un rato llegué, mi deseo se había hecho realidad, había llegado a Los Infiernos, es un pequeño, muy pequeño pueblo de Murcia, cerca de Balsicas, antes era todo de secano, pero ahora esta lleno de embalses e invernaderos, bueno, esperaba otra cosa, algo más grande, más de secano, pero estaba allí, era lo importante, mi deseo se había hecho por fin realidad, estaba en Los Infiernos.
La tierra en Los Infiernos estaba seca, aunque el aire era frio, tiene una buena vista de la montaña llamada "El Cabezo Gordo", o al menos lo que queda de esta, una cantera se la estaba cargando, y se sabía que tiene restos arqueológicos de la especie humana de muchos millones de años, mi padre ya me lo decía, y al final pararon la cantera, lo dicho, la especie humana siempre ha vivido cerca de Los Infiernos.
Los Infiernos es un lugar, un pueblo tranquilo, pero llegar allí puede ser peligroso, hay que ir despacio y con cabeza, no hace falta mucha velocidad para darse un buen golpe.
Pare la moto y entré en el bar, que tiene el mismo nombre, buena la cerveza fria de allí, pequeño pueblo de agricultores y ganaderos, de ganado oveja y cabra, aunque de cabras de dos patas, esta también este mundo lleno. Lo dicho, buena la cerveza.
Así que me dí una vuelta por Los infiernos, al rato, arranqué la moto y regresé, así que supongo que ahora soy "El que camina por Los Infiernos..." literalmente hablando. El motorista fantasma es ficción, yo soy real.
Luego ya, este mundo es un infierno, donde hay de todo, buenas y malas personas, quedarse con las buenas y apartar a las malas así como a los indiferentes, tontos y capullos, que abundan mucho.
Para los ateos e infieles del asfalto abajo pongo una foto, para los creyentes, podeis pasaros por el bar de Los Infiernos, la cerveza fria esta buena, eso es lo importante.
Despues de salir de Los Infiernos, me fui a Cabo Palos, me hacía ilusión ver el mar. La carretera a Los Infiernos es traicionera.
