Tempranillo
Curveando
Dos gatas estaban sentadas encima de una tapia, con unas ganas de macho impresionantes, hablando de lo que hacía que no aparecía un gato atractivo por allí.
En esto, aparece un macho canijo, con calvas en el lomo, sucio y medio cojo. Una de las gatas, al verlo, le dice a su compañera:
- Me voy con éste, cualquiera sabe lo que pasará hasta que aperezca otro macho por aquí.
Al rato, la otra gata ve venir a un macho negro, bien grandote, con un pelaje brillante y andando contoneándose lentamente. A la gata se le ponen los ojillos como dos huevos duros y pega un salto de la tapia para irse con él mientras piensa en la suerte que ha tenido de esperar un poco más.
A la mañana siguiente vuelven a encontrarse en la tapia para contarse la "aventura".
- Increíble, dice la que se fue con el canijo, que pedazo de gato, con la mala pinta que llevaba y es una verdadera máquina...12 polvos en toda la noche; estoy exhausta!!. Y tú ¿qué tal?, le dice a su compañera.
- ¿Yo? Fatal. Se pasó toda la noche contándome cómo lo caparon.
En esto, aparece un macho canijo, con calvas en el lomo, sucio y medio cojo. Una de las gatas, al verlo, le dice a su compañera:
- Me voy con éste, cualquiera sabe lo que pasará hasta que aperezca otro macho por aquí.
Al rato, la otra gata ve venir a un macho negro, bien grandote, con un pelaje brillante y andando contoneándose lentamente. A la gata se le ponen los ojillos como dos huevos duros y pega un salto de la tapia para irse con él mientras piensa en la suerte que ha tenido de esperar un poco más.
A la mañana siguiente vuelven a encontrarse en la tapia para contarse la "aventura".
- Increíble, dice la que se fue con el canijo, que pedazo de gato, con la mala pinta que llevaba y es una verdadera máquina...12 polvos en toda la noche; estoy exhausta!!. Y tú ¿qué tal?, le dice a su compañera.
- ¿Yo? Fatal. Se pasó toda la noche contándome cómo lo caparon.