Bueno, pues aquí van los comentarios de la prueba. No voy a dar datos técnicos sobre potencia del motor, capacidad de batería, autonomía, etc, que los podéis encontrar en diversas publicaciones, así como los diferentes modos de funcionamiento y para qué sirven. Voy a centrarme en las impresiones sobre la moto.
Llego a Dos Rodes. Tras aparcar mi S1000RR, hago los trámites pertinentes y me entregan la moto con la batería cargada. Me explican el funcionamiento del ordenador de a bordo y cómo cambiar de modo.
La primera sensación en parado es de mayor pesadez que la RR, pero similar a los scooter clase C que ya probé en otra ocasión. Por contra, el asiento es muy cómodo, no sólo comparado con la RR sino con cualquier otra moto que haya probado. Doy al contacto y pulso el botón de arranque. Se ilumina el cuadro con más intensidad. Aunque esta maniobra me parece un poco inútil, esto la hace similar a las motos de gasolina. Compruebo la carga de la batería y la autonomía en Km, datos que aparecen en todo momento en pantalla y se leen con total nitidez.
Selecciono el modo Eco-Pro para ver cómo va y doy gas muy suavemente. La moto arranca muy lentamente. Tras tantear un poco la respuesta de gas y funcionamiento del freno delantero, empiezo a probar con más gas e incluso gas a fondo. Pronto compruebo que el modo económico consigue mayor ahorro de batería gracias a una aceleración MUY limitada, junto con una recuperación fuerte de energía nada más soltar el gas, lo cual se traduce en que la moto frena nada más cortar gas. Este modo puede ser también el más adecuado en caso de lluvia.
Así que cambio a modo Road y me dirijo hacia una autovía. En modo Road acelera mucho más. De hecho, parece otra moto. La respuesta a cualquier régimen legal de velocidad es sorprendente. El par motor sube muy rápido nada más girar el puño del gas, pero sin brusquedades que puedan comprometer el agarre. Al llegar a los semáforos frena suave al cortar gas, teniendo que ayudar un poco con el freno delantero para detener la moto.
Ya en autovía acelera fuerte hasta llegar a 110 Km/h. A partir de ahí cae de repente el par motor, si bien sigue subiendo de velocidad lentamente. A 120Km/h prácticamente no acelera ya aunque abras el puño a fondo, pero se puede mantener la velocidad con muy poco gas. Claramente, la velocidad está limitada electrónicamente, no de forma estricta pero sí reduciendo mucho el par motor de modo que acelera muy despacio. Esta limitación tiene como objetivo alargar la autonomía.
El comportamiento del modo Road es similar al de las motos de gasolina cuando se corta gas, es decir, el motor retiene pero no tanto como si se frenase. Así que cambio al modo Sail. En este modo no noto ningún cambio en la aceleración respecto al modo Road, pero sí que se nota claramente que la moto no retiene al cortar gas. Es como si cortásemos gas y apretásemos el embrague en una moto de gasolina. Este modo es apropiado para autovía si eres de esos conductores que suele cortar y dar gas con frecuencia aunque no haga falta variar la velocidad. Finalmente, cambio a modo Dynamic. En este modo acelera igual de fuerte y con respuesta inicial igual de rápida que en los modos Road y Sail, pero se nota una fuerte retención al cortar gas. Es como si frenásemos con el freno trasero. Obviamente, durante esa retención recarga la batería con el máximo flujo de nergía que permite la moto. Tanto el consumo instantáneo de energía eléctrica de la batería como la recarga instantánea de energía se monitorizan en la pantalla con sendas barras de cuadros que se van encendiendo según la intensidad de carga o descarga. El modo Dynamic es el que más me ha gustado y es el que he seguido usando el resto de la prueba. Pero en esto cada uno tiene sus gustos.
He probado el comportamiento en eceleración y frenada fuertes al arrancar en un semáforo y parar en el siguiente. Lo primero que he notado es que si se abre gas a fondo la moto parece que acelere menos, con contínuos altibajos en la entrega de par. Tras un par de pruebas me ha quedado claro que se estaba activando el control de tracción para evitar que derrapara la rueda trasera, pues como he dicho, esta moto puede empujar mucho al abrir gas. Después he probado a acelerar un poco menos, y una vez le he pillado el tacto ya he conseguido acelerar muy rápido sin que se activara el control de tracción. En esta situación es cuando se consigue la máxima aceleración. Salía los primeros metros bastante suave, como cuando se suelta el embrague en una moto de gasolina, y a partir de ahí empujaba fuerte. En autovía he podido apreciar que dicho empuje no decae al pasar de 60 Km/h sino que incluso aumenta hasta llegar a 80 ó 90 Km/h donde alcanza su máximo, cayendo bruscamente al llegar a 110 Km/h. De hecho, el empuje que notaba a 80 es similar al de mi S1000RR en sexta a la misma velocidad, lo cual no está nada mal. Cierto es que la S1000RR, a esa velocidad va baja de vueltas y está lejos de su par máximo.
También he podo comprobar que en modo Dynamic frena bastante fuerte al cortar gas, recargando la batería. Tanto que en la mayoría de semáforos no necesitaba frenar con los frenos convencionales. Pero cualquier prueba no está completa si no se prueban los frenos. El resultado no podía ser mejor. Frena realmente bien. La frenada es muy fuerte cuando se aprieta la maneta, pero al mismo tiempo es progresiva y dosificable. La mayor efectividad se consigue en el modo Dynamic, pues frenando sólo con el freno delantero se consigue una especie de frenada integral, ya que el freno motor y recarga de batería se produce sobre la rueda trasera. No hay que olvidar que mi referencia es la S1000, que frena muy fuerte con un solo dedo.
También he probado el comportamiento en curvas. Obviamente no es una moto deportiva, pero tiene una entrada en curva bastante neutra, y no tiende a salirse recto como me ocurría con el C600. Parece que al diseñar este scooter BMW ha corregido los defectos de comportamiento que tenían los scooters de la gama C. En cuanto al agarre de los neumáticos, pues más o menos lo que cabe esperar en un scooter. No he querido arriesgar inclinando demasiado, pues tenía claro que no iba a tener el agarre de los neumáticos que monto en la S1000RR. Aún así, no he tenido ningún problema en inclinaciones relativamente grandes en rotondas, y la única vez que me han derrapado las dos ruedas a la vez ha sido en una curva cerrada al tomar una salida de la autovía en la que he tenido que pasar sobre la línea discontínua pintada en el asfalto para cambiar a otro carril. Pero ha sido una fracción de segundo y las ruedas han vuelto a agarrar en cuanto han salido de la zona pintada, sin hacer ningún extraño.
Finalmente, lo que era una gozada ha sido poder circular a velocidades muy bajas (entre 4 y 10 Km/h) entre filas de coches parados al acercarse a un semáforo, o cuando arrancas detrás de un coche. El comportamiento es extraordinariamente suave, sin tirones de ningún tipo.
En resumen, se trata de un scooter muy cómodo, que permite una conducción tan tranquila como quieras, a velocidades muy bajas o con aceleración autolimitada. Pero también potente y estable, que permite fuertes aceleraciones y frenadas. En las manos del piloto está conducirlo de un modo u otro, y elegir el modo más adecuado para ello. Pero esto se consigue a cambio de un mayor precio de compra y de una autonomía más limitada que en los scooter de gasolina, junto con un tiempo de recarga de la batería de horas frente a dos minutos que tardas en llenar el depósito de gasolina.
