Ya teneis la trilogía:
Kurvas Fonitas
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Mobylette 49 Gran Turismo
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..............................y ahora para todos Vds.:
La historia del Rana!!!!!!!
Hace algún tiempo que le daba vueltas si colgar o no colgar esta anécdota en el foro. Al final, hoy me he decidido, ya que ,que caray!!, es parte de mi historia como motero. En esta historia hay que ser imparcial y no juzgar las actitudes de los protagonistas, si no disfrutar de la historia en si misma alejándonos de prejuicios.
Todo ocurrió en aquella etapa en que uno se cree que todo se le está permitido y que no le puede pasar nunca nada, errores de juventud, compañías equivocadas y actitudes un tanto incívicas hacen gala de ello .
Como cada domingo, salimos el grupito habitual de 5 motos súper deportivas tripuladas por 5 estripadores y un novato que rápidamente habréis de saber que es el que escribe. Era mi primer año en moto grande y aún no tenía demasiado claro que esperaba de la moto.
Entre los 4 “cracks” estaba el “Rana” .Para que os hagais una idea de cómo era el individuo este, os explicaré brevemente algunos detalles sobre su persona. Era un tipo de una raza especial. Conducía una Kawasaki ZXR “telefónica” desde la que llegaba al suelo a duras penas debido a su corta estatura. Cuando estaba encima de la Kawa ,daba la falsa apariencia que la moto pareciese enorme. Era un tipo de aquellos que tiran la piedra y esconden mano, extremadamente nervioso, y su forma de conducir era una proyección de su propio carácter ya que se picaba hasta con su propia sombra, vaya una persona poco recomendable para hacer salidas tranquilas y sin sobresaltos. El Rana, había tenido la “Telefo”, que era como el llamaba a su máquina mas de 5 meses en el dique seco, con una reparación que económicamente echaría para atrás a mas de uno ,reconstruyendo el motor que había hecho saltar en mil pedazos en su última salida, cosa que no era de extrañar, ya que el cuenta revoluciones vivía permanentemente en la zona roja. Pero el era así, quería mas a su moto que a su novia, y prueba de ello es que cuando esta se enteró del coste de la reparación, y que gracias a ello no podrían dar la entrada para el piso, le dejó plantado. Cest la vie
Hecha esta pequeña aclaración proseguiré con la “hazaña bélica” de aquel domingo. Quedamos a la hora de siempre en el lugar de siempre, dispuestos a tener una escaramuza por la Collada de Tosses hincando la rodilla en el suelo en cada curva para luego pegarnos el desayuno padre en Ventola.
Como siempre el ritmo empezó “tranquilo”, o sea una media de 140-160 kms/h!!!. en la antigua 152. hasta allí podía seguirlos con mi KLE con mas pena que gloria. Santi, que era del grupito al que más conocía ,ya que era compañero de trabajo, era de todos ellos el mas normalito, y el único que hacía el esfuerzo de ir a mi ritmo, ya que en la Meridiana ya les habíamos perdido la pista para variar. De vez en cuando, aflojaban el ritmo y cuando nos veían aparecer en la lejanía ,volvían a roscar a fondo.
Paramos a repostar y a reagruparnos en Ribes de Freser, y de nuevo emprendimos la ruta hacia la Collada. No habíamos recorrido un kilómetro, que nos encontramos un camioncito que circulaba a muy baja velocidad y circulando por el medio de la calzada creando una retención tras de el. En una recta con visibilidad, el Rana que iba el primero, procedió a adelantar al camión y no había pisado la línea para ejecutar el adelantamiento, que un Peugeot 205 rally, empezó a adelantar haciendo que el Rana tuviese de abortar la maniobra. Si no quería ser arroyado por este. Una vez el coche nos hubo adelantado a todos, el Rana se puso a perseguir al coche, entablándose entre los dos un duelo a muerte, en forma de absurda competición, ya que cuando este intentaba adelantarlo, el otro invadía el carril contrario o pisaba el acelerador a fondo. Tras unos cuantos intentos, al final el Rana en una maniobra suicida decidió que ya había suficiente de jugar y consiguió adelantar al coche deforma decidida e implacable, pisando la línea continua un metro escaso al terminar la maniobra. Quiso su mala suerte que justo detrás de la curva, hubiese apostada una patrulla en moto de tráfico de la Guardia Civil, que le dio el alto a él y a nosotros, dejando marchar al 205. A nosotros nos pidieron la documentación ,pero a el por lo visto pretendían sancionarlo. El agente que lo retuvo, que por cierto tenía cara de muy pocos amigos, le dijo que le iba a multar por pisar la línea contínua. El otro le replicó que había sido por culpa del 205, y que no había derecho de que le pararan a el y al otro que era el culpable no., que cuando quería adelantarlo el otro aceleraba mas, con lo que el agente le dijo que si era así también lo denunciaría por entablar competición, pidiéndole de nuevo la documentación. El Rana se resistía a entregársela y haciéndose el remolón, intentó convencer nuevamente al agente que no le multara con una nueva táctica, dándole pena y enseñándole la factura de la moto y explicándole que era el primer día después de 5 meses que salía , y que si le ponía la multa lo hundiría en la miseria. El agente se mostraba implacable y con un humor de perros. Yo me temía lo peor, cuando con cara de bueno y de no haber roto un plato en su vida, el Rana, volvió a cambiar de estrategia y con voz temblorosa y llorona, y mirándole a los ojos (hasta me parece que el tío le soltó hasta una lágrima), le dijo: “Entre moteros, no me irá a hacer esta faena, verdad?”. Yo no sé lo que le pasó al agente, porque al tipo le salía humo detrás de las orejas y se puso rojo como un tomate. Cogió los papeles y se los devolvió golpeándole en el pecho y diciéndole: “ Chaval, salíd de mi vista, largaos de aquí , desapareced, vamos a estar todo el día por esta carretera, te juro que como te vuelva a ver por aquí te voy a meter un paquete que te vas a enterar, por conducción temeraria y seguro que se me ocurre algo mas, para empurarte a ti y a tus amigos así que largo de aquí”. El rana, haciéndole reverencias, y dándole la s gracias y humillándose delante de el (casi le besó la mano............), le dijo al agente babeando: ”Usted si que sabe, Ya sabía que usted era un buen tipo, Usted si que es enrrollao, no se tendría que morir nunca..............etc, etc.” ................Vámonos tío, no sea que se lo repiensen!!!!!............ Así que con mucha precaución volvimos a la carretera y continuamos hacia Ventola donde nos metimos entre pecho y espalda un opíparo desayuno. Sin darnos cuenta, la mañana se nos echó encima, y salíamos de Ventola casi a la hora de comer, así que decidimos por unanimidad volver a Barcelona y dejar la Collada de Tossa para otro día. Rodábamos a un ritmo tranquilo (cosa extraña), por si estaban nuestros amigos de la benemérita. Esta vez puestos a variar tampoco iba el último, ya que el Rana iba pegadito a mi rueda trasera. Tras una curva, allí estaban nuestros amigos de verde. Pasamos por su lado a una velocidad ejemplar y mirando hacia delante , no fuera que por mirar, nos volviesen a parar. De golpe el Rana se descolgó del grupo circulando a una velocidad anormalmente reducida, yo que lo vigilaba por el retrovisor, de golpe ví que pitaba , hacía ráfagas, se ponía de pié en la moto y les saludaba haciendo uves!!!! Dios mío, pensé, esta vez si que nos la cargamos...!!!!!!, y mirando por el retrovisor ví el gesto del Guardia Civil de subirse a la moto mientras el otro lo cogía por el hombro y señalando al Rana, le decía a su compañero que lo dejara estar, que estaba loco..........
Hasta un poco pasado Ribes me pasé con el miedo en el cuerpo todo el rato mirando por el retrovisor esperando ver tras nosotros a la pareja de la benemérita, cosa que no ocurrió.
Al llegar a Barcelona ,paramos en la Meridiana para despedirnos, y pregunté al Rana que por qué había hecho eso. Su repuesta fue´: “Por que eran polis colegas”.................... El es así.
W.sssssssssss
Kurvas Fonitas
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..............................y ahora para todos Vds.:
La historia del Rana!!!!!!!
Hace algún tiempo que le daba vueltas si colgar o no colgar esta anécdota en el foro. Al final, hoy me he decidido, ya que ,que caray!!, es parte de mi historia como motero. En esta historia hay que ser imparcial y no juzgar las actitudes de los protagonistas, si no disfrutar de la historia en si misma alejándonos de prejuicios.
Todo ocurrió en aquella etapa en que uno se cree que todo se le está permitido y que no le puede pasar nunca nada, errores de juventud, compañías equivocadas y actitudes un tanto incívicas hacen gala de ello .
Como cada domingo, salimos el grupito habitual de 5 motos súper deportivas tripuladas por 5 estripadores y un novato que rápidamente habréis de saber que es el que escribe. Era mi primer año en moto grande y aún no tenía demasiado claro que esperaba de la moto.
Entre los 4 “cracks” estaba el “Rana” .Para que os hagais una idea de cómo era el individuo este, os explicaré brevemente algunos detalles sobre su persona. Era un tipo de una raza especial. Conducía una Kawasaki ZXR “telefónica” desde la que llegaba al suelo a duras penas debido a su corta estatura. Cuando estaba encima de la Kawa ,daba la falsa apariencia que la moto pareciese enorme. Era un tipo de aquellos que tiran la piedra y esconden mano, extremadamente nervioso, y su forma de conducir era una proyección de su propio carácter ya que se picaba hasta con su propia sombra, vaya una persona poco recomendable para hacer salidas tranquilas y sin sobresaltos. El Rana, había tenido la “Telefo”, que era como el llamaba a su máquina mas de 5 meses en el dique seco, con una reparación que económicamente echaría para atrás a mas de uno ,reconstruyendo el motor que había hecho saltar en mil pedazos en su última salida, cosa que no era de extrañar, ya que el cuenta revoluciones vivía permanentemente en la zona roja. Pero el era así, quería mas a su moto que a su novia, y prueba de ello es que cuando esta se enteró del coste de la reparación, y que gracias a ello no podrían dar la entrada para el piso, le dejó plantado. Cest la vie
Hecha esta pequeña aclaración proseguiré con la “hazaña bélica” de aquel domingo. Quedamos a la hora de siempre en el lugar de siempre, dispuestos a tener una escaramuza por la Collada de Tosses hincando la rodilla en el suelo en cada curva para luego pegarnos el desayuno padre en Ventola.
Como siempre el ritmo empezó “tranquilo”, o sea una media de 140-160 kms/h!!!. en la antigua 152. hasta allí podía seguirlos con mi KLE con mas pena que gloria. Santi, que era del grupito al que más conocía ,ya que era compañero de trabajo, era de todos ellos el mas normalito, y el único que hacía el esfuerzo de ir a mi ritmo, ya que en la Meridiana ya les habíamos perdido la pista para variar. De vez en cuando, aflojaban el ritmo y cuando nos veían aparecer en la lejanía ,volvían a roscar a fondo.
Paramos a repostar y a reagruparnos en Ribes de Freser, y de nuevo emprendimos la ruta hacia la Collada. No habíamos recorrido un kilómetro, que nos encontramos un camioncito que circulaba a muy baja velocidad y circulando por el medio de la calzada creando una retención tras de el. En una recta con visibilidad, el Rana que iba el primero, procedió a adelantar al camión y no había pisado la línea para ejecutar el adelantamiento, que un Peugeot 205 rally, empezó a adelantar haciendo que el Rana tuviese de abortar la maniobra. Si no quería ser arroyado por este. Una vez el coche nos hubo adelantado a todos, el Rana se puso a perseguir al coche, entablándose entre los dos un duelo a muerte, en forma de absurda competición, ya que cuando este intentaba adelantarlo, el otro invadía el carril contrario o pisaba el acelerador a fondo. Tras unos cuantos intentos, al final el Rana en una maniobra suicida decidió que ya había suficiente de jugar y consiguió adelantar al coche deforma decidida e implacable, pisando la línea continua un metro escaso al terminar la maniobra. Quiso su mala suerte que justo detrás de la curva, hubiese apostada una patrulla en moto de tráfico de la Guardia Civil, que le dio el alto a él y a nosotros, dejando marchar al 205. A nosotros nos pidieron la documentación ,pero a el por lo visto pretendían sancionarlo. El agente que lo retuvo, que por cierto tenía cara de muy pocos amigos, le dijo que le iba a multar por pisar la línea contínua. El otro le replicó que había sido por culpa del 205, y que no había derecho de que le pararan a el y al otro que era el culpable no., que cuando quería adelantarlo el otro aceleraba mas, con lo que el agente le dijo que si era así también lo denunciaría por entablar competición, pidiéndole de nuevo la documentación. El Rana se resistía a entregársela y haciéndose el remolón, intentó convencer nuevamente al agente que no le multara con una nueva táctica, dándole pena y enseñándole la factura de la moto y explicándole que era el primer día después de 5 meses que salía , y que si le ponía la multa lo hundiría en la miseria. El agente se mostraba implacable y con un humor de perros. Yo me temía lo peor, cuando con cara de bueno y de no haber roto un plato en su vida, el Rana, volvió a cambiar de estrategia y con voz temblorosa y llorona, y mirándole a los ojos (hasta me parece que el tío le soltó hasta una lágrima), le dijo: “Entre moteros, no me irá a hacer esta faena, verdad?”. Yo no sé lo que le pasó al agente, porque al tipo le salía humo detrás de las orejas y se puso rojo como un tomate. Cogió los papeles y se los devolvió golpeándole en el pecho y diciéndole: “ Chaval, salíd de mi vista, largaos de aquí , desapareced, vamos a estar todo el día por esta carretera, te juro que como te vuelva a ver por aquí te voy a meter un paquete que te vas a enterar, por conducción temeraria y seguro que se me ocurre algo mas, para empurarte a ti y a tus amigos así que largo de aquí”. El rana, haciéndole reverencias, y dándole la s gracias y humillándose delante de el (casi le besó la mano............), le dijo al agente babeando: ”Usted si que sabe, Ya sabía que usted era un buen tipo, Usted si que es enrrollao, no se tendría que morir nunca..............etc, etc.” ................Vámonos tío, no sea que se lo repiensen!!!!!............ Así que con mucha precaución volvimos a la carretera y continuamos hacia Ventola donde nos metimos entre pecho y espalda un opíparo desayuno. Sin darnos cuenta, la mañana se nos echó encima, y salíamos de Ventola casi a la hora de comer, así que decidimos por unanimidad volver a Barcelona y dejar la Collada de Tossa para otro día. Rodábamos a un ritmo tranquilo (cosa extraña), por si estaban nuestros amigos de la benemérita. Esta vez puestos a variar tampoco iba el último, ya que el Rana iba pegadito a mi rueda trasera. Tras una curva, allí estaban nuestros amigos de verde. Pasamos por su lado a una velocidad ejemplar y mirando hacia delante , no fuera que por mirar, nos volviesen a parar. De golpe el Rana se descolgó del grupo circulando a una velocidad anormalmente reducida, yo que lo vigilaba por el retrovisor, de golpe ví que pitaba , hacía ráfagas, se ponía de pié en la moto y les saludaba haciendo uves!!!! Dios mío, pensé, esta vez si que nos la cargamos...!!!!!!, y mirando por el retrovisor ví el gesto del Guardia Civil de subirse a la moto mientras el otro lo cogía por el hombro y señalando al Rana, le decía a su compañero que lo dejara estar, que estaba loco..........
Hasta un poco pasado Ribes me pasé con el miedo en el cuerpo todo el rato mirando por el retrovisor esperando ver tras nosotros a la pareja de la benemérita, cosa que no ocurrió.
Al llegar a Barcelona ,paramos en la Meridiana para despedirnos, y pregunté al Rana que por qué había hecho eso. Su repuesta fue´: “Por que eran polis colegas”.................... El es así.
W.sssssssssss
jejeje
)