Historias increíbles.

M

Miky

Invitado
El relato que presento a continuación, me lo cedió un amigo. Esto fue después de presenciar él desde su BMW R 1.100 R mi última caída con una K-75-LT el día que me maté, un domingo nueve de septiembre de dosmil uno por la tarde; algunas de las cosas que desde su posición vio, le recordaron algún hecho leído por él anteriormente en el texto que te traigo. Finalmente, y por suerte para mí, no fue para tanto... Sólo me maté por unos instantes. En fin, esa, es otra historia

Te dejo ahora con la narración que en su momento gusté de leer, que he leído más de una vez, y espero que te consiga llevar hasta ese tiempo tan cercano en que está centrada. Tienes con ella la ocasión de viajar en el tiempo de la única forma que nos es conocida: recordar la historia, porque es bien cierto que un día el motociclismo fue como unas líneas más adelante se cuenta


La época de los héroes. Parte I.

Sábado noche en el pub. Al final de los sesenta. Verano inglés. Sin nubes y sin lluvia. Puerta abierta a un parking lleno de Triumph, BSA, Norton, mas alguna Velocette, Enfield y hasta una Vincent. Y también una Honda 450 bicilíndrica... Un intruso del futuro.

Monos negros, chaquetas de cuero negro, tejanos salpicados con Castrol 'R', botas altas Highwayman, cascos Jet y Cromwell, con gafas.

Las historias de aventuras en carretera eran escalofriantes. Con aquellas motos de aquellos tiempos de Inglaterra al final de los sesenta no había nunca que recurrir a las mentiras. ¿O es que nunca has roto un cable del tambor delantero de una Triumph Bonneville en la entrada de una curva?

'Estaba gas a fondo a 110 millas por hora (176 kms/h) en la bajada de La Colina del Escocés con la curva asomando. Frené fuerte, peeroo... ¡se me rompió el cable!. La moto pareció acelerar aún con el puño cerrado, y sólo tuve tiempo para enganchar la tercera marcha antes de meter la Bonnie en la curva. Iba tan deprisa cuando metí la tercera, que la rueda trasera empezó a hacer grandes rebotes y no pude inclinar hasta que estaba casi fuera de la carretera. Entré en la curva con la rueda trasera todavía rebotando un poco y con la moto meneándose. Y cuando tenía la situación casi casi bajo control y cuando pude ver la salida de la curva ¡vi por delante a Old Bill (el viejo Guillermo, argot británico para la policía de tráfico) en pleno centro de la carretera con la mano arriba. Había parado el tráfico que subía. Era para dejar pasar a un coche fúnebre y una maldita caravana de lamentadores. Old Bill me vió en el mismo instante que yo le vi a él. Metí la segunda y la Bonnie empezó a rebotar de nuevo, clavé el freno trasero y la moto se cruzaba. Old Bill ya había dejado paso al coche fúnebre, pero dio un salto hacia atrás para meterse en su camino. El chófer frenó pero Old Bill acabó sobre el capot. Su casco de Bobbie se cayó, y oí un choque cuando el coche de la viuda dio contra el coche del muerto, y yo pasé justo por delante del parachoques con la moto cruzada sobre la gravilla y por poco pierdo la rueda delantera al aplastar el casco de Old Bill.
Cuando por fin pude parar, miré atrás y les vi a todos viniendo a por mí: Old Bill, los hijos del muerto, el chófer, y la mitad de los lamentadores. Y yo con el motor parado. No había tiempo para encontrar punto muerto y dar patada. Me bajé de la moto, empujé hacia atrás sobre compresión, cogí el embrague y empecé a empujar como un condenado. No me atreví a mirar atrás pero estaban casi encima. Solté el embrague y el motor empezó a girar pero sin coger... Y de pronto arrancó y salí de allí en segunda, con el embrague patinando y las manos de Old Bill a media pulgada de mi cuello...’

La historia nos gustó, y Andy se levantó a comprar una ronda de pints. Estábamos como siempre el sábado por la noche en el Sporting Farmer de Ipswich: cascos en la mesa, motos en el parking.

Íbamos siempre cuatro: Roy, Andi, Frank y yo. Tres ingleses de Suffolk y un yankee de Illinois. Todos corríamos en moto pero también íbamos en moto por la calle, y las carreras por las carreteras secundarias entre Ipswich y Felixtowe eran algunas veces aún más locas y emocionantes que las carreras de verdad en Brands Hatch, Snetterton y Cadwell Park. En el Sporting Farmer nos reuníamos con los más quemados de Ipswich, cada semana, para cambiar aventuras.

Roy corría con una Tritón: motor Norton en bastidor Triumph. Andy había comprado una Yamaha 250 de aire que nunca arrancaba, y cuando arrancaba siempre gripaba, y Frank tenía una Greeves Silverstone 250 monocilíndrica que hacía ruidos muy feos pero siempre acababa todas las carreras, cosa que fastidiaba a Andy ya que él se la había vendido a Frank para comprar la Yamaha. Yo tenía una Ducati 250 24Horas comprada en Mototrans y transportada a Inglaterra en mi mini furgoneta. Estaba ahorrando para comprar una Norton.

Todos, salvo Frank que siempre acababa las carreras, nos caíamos en cantidad, y Roy y Andy solían pasar de vez en cuando una noche, o sábado o domingo, en el Norwich General, el hospital más cercano a Snetterton. Yo nunca pasé una noche en éste hospital, pero llegué a conocer bastante bien los hospitales de Louth (cerca de Cadwell) y de Darford (cerca de Brands).
 
La época de los héroes. Parte II.

Durante mucho tiempo Andy tuvo en su haber el prestigio de haber caído dos veces en un mismo día a más de 180 por la recta de Snetterton... escupido por las orejas como una mosca cuando su Yamaha se gripó.

Mi mejor caida fue bastante apratosa al pasarme de frenada para la última curva en la última vuelta de la carrera de fuerza libre yendo quinto con la pequeña Ducati.

Pero Roy acabó estableciéndose como el campeón en caídas espectaculares al salir de la pista en Brands precisamente en la Curva de Paddock, justo delante de las tribunas de boxes. Paddock es una bajada espectacular, pero las protecciones guarda-rail de acero con unas pocas balas de paja están muy cerca de la pista.

Aquél día Roy se mató, y esto por poco no le costó su trabajo. Pero tuvo suerte y su jefe decidió darle dos meses de permiso, sin sueldo, por supuesto, para recuperarse de las consecuencias de su caída mortal.

Todos hemos caído, pero cuando está Roy presente nos da vergüenza contar nuestras pobres caídas con conmociones, huesos rotos y ambulancias. Cuando estás delante de uno que pagó el precio máximo, matándose, pues hay que comprarle un pint y callar.

Lo que pasó es que Roy se quedó técnicamente muerto al lado de la pista. El médico, al verle después de comprobar que no respiraba dijo: ya no está con nosotros. Y Roy dice que se acuerda de todo.

‘Yo estaba volando encima del circuito y lo pude ver todo. Vi como Goldsmith iba ganando la carrera con su Norton. Vi a Frank en el Paddock empujando a Andy y la Yamaha, y vi mi coche y remolque en el parking y pensaba: Bueno, si estoy muerto no tendré que aguantar la paliza del viaje de vuelta a Ipswich. Pero estaba algo triste también, por la moto, sabes, porque el bastidor estaba torcido y conseguir otro bastidor Norton featherbed a buen precio no sería nada fácil.’

Ahora el que había contado la historia del cable roto y el coche de muertos escuchaba con respeto, hasta con reverencia, porque en nuestro círculo nadie contaba nunca mentiras. Era la única regla del juego. Y todos sabíamos que Roy jamás inventaría nada.

Dándose cuenta de la expectación en nuestro pequeño grupo en el rincón de siempre del Pub Sporting Farmer, Roy levantó su jarra y nos hizo ver que sólo le quedaba media pulgada.

‘Estamos quedando secos’, dije, ya que yo había comprado la primera ronda y todos lo sabían.`Sí, ¿a quién le toca?’ dijo Andy, y me acordé de que Andy había comprado la última ronda.

Frank miraba a sus pies intentando convertirse en un mueble de pub, intentando ser el hombre invisible. Pero todos le mirábamos tan fijamente que se levantó sin decir nada y llevó las jarras a la barra. Cuando cada uno ya tenía un pint en la mano, Roy siguió:

‘Aquella vez que me maté en Brands Hatch, ¿estábamos hablando de aquella vez? (¡Sí!, dice el autor del cuento del cable roto en la Colina del Escocés, un chico de Ipswich y del otro Club Triumph y no el de Roy... pero un buen chico a pesar de eso). Pues yo iba cuarto y tenía a Goldsmith a la vista. Pude ver el humo blanco de sus escapes cuando abría los carburadores de la Norton en la salida de las curvas. Pude oír el petardeo de la Norton de Graddage que iba segundo y tenía a Malc justo delante. Y me puse a pensar, ¿cómo le voy a pasar? ¿Dónde?. Y se me ocurró una idea... pasarle por fuera en Paddock, en la frenada, pero se le había ocurrido a Malc hacer lo mismo a Graddage en el mismo sitio y yo llegué a Paddock decidido a esperar hasta que frenara Malc, para frenar yo justo después. Y lo hice, pasé no solamente a Malc sino a Graddage también y pensé ¡voy segundo! Pero ya no estaba sobre el asfalto. La rueda delantera había salido a pisar césped y volé por los aires. Y después di contra el guardarail y de pronto no sentí nada. Pude oír más tarde, alto y lejos de mi jadear al médico cuando llegó corriendo desde el control de Paddock, y le pude oír cuando dijo: Ya no está entre nosotros.
Pero de pronto sentí un dolor muy agudo en el pecho y miré abajo para ver al médico dándome unos golpes en pecho... y me desperté en el hospital con las piernas colgando del techo y envuelto como una momia de nuca a cintura.’
 
La época de los héroes. Parte III.

Hoy en día Frank es ingeniero de carreteras, y aunque ha trabajado en Libia, sigue en Ipswich y es soltero. Ha comprado una casa delante de la casa de sus padres y tiene una Triumph Bonneville.

Roy vive a tres manzanas de la casa de sus padres. Corre con una RD 350 en producción, y también ha preparado una Triumph para carreras de motos históricas. Es el único de la vieja pandilla que todavía corre, y el único que ha muerto, aunque sólo brevemente.

Andy se ha casado y se convirtió en un importante vendedor de recambios pirata para Wolkswagen, pero ha decidido volver otra vez a casa, a Felixtowe, y ha vendido sus acciones en la compañía de recambios para comprar una casa en su antiguo pueblo. Tiene una Ducati Pantah 600 y hace muchos años que ni ha corrido ni se ha caído.

Todos hemos tenido nuestras japonesas de más de 100 CV, la última vez que estuvimos todos juntos para una comida un día en Ipswich, llegamos a unas conclusiones interesantes.

Hoy en día, decidíamos, las velocidades que antes eran altas... ¡más de 100 millas por hora! (160 y pico km por hora) son cruceros, pero se oyen menos historias ‘de aventura’ en los pubs el sábado por la noche.

Creemos que era más divertido llevar una Norton, Triumph o BSA ‘café-racer’ que llevar una super sofísticada japonesa de 120 CV porque la inglesa bicilíndrica de los sesenta era ligera, de tamaño humano, y daba una sensación de potencia y velocidad con 50 CV y 175 km por hora que las superbikes hoy no dan con 120 CV y 280 km por hora.

‘Y no rompen tampoco’, añadió Roy, ‘y por eso no llegas a conocerlas. Son como electrodomésticos. No sabes ni te importa saber nada sobre lo que llevan dentro. Y si algún día dejan de funcionar, hay que llevarlas al especialista. Con la Bonnie siempre sabías que consistía en cigüeñal, bielas, embrague, cadena primaria, varillas, balancines y válvulas, porque pudiste oír el ruido de cada pieza y como la moto era sencilla de reprar no era más que trabajo de fin de semana desmontarla del todo y volver a montarla a tiempo para empezar el rodaje el lunes por la mañana al ir al trabajo.
Y siempre había soluciones, chapuzas, inventos para no quedarse tirado. Pero si se te estropea un encendido electrónico ¿qué?’

Y lo que más se echa de menos de aquellos tiempos es el bramar de los escapes de las inglesas, y la imagen de motociclista que te daba una rugiente inglesa. Con cuero negro, casco abierto y gafas, sentías y parecías piloto de verdad.

Nuestros sustos ocurrían a velocidades moderadas, pero el rugir de los escapes, el aire en la cara y las tremendas vibraciones de nuestras bicilíndricas nos hacían pensar que estábamos viajando a velocidades increíbles, y que nosotros mismos, Roy, Frank, Andy, y yo, y tú, si tuviste la suerte de vivir aquellos tiempos, ¡todos fuimos héroes!. Capaces de esquivar coches fúnebres, aplastar cascos de bobbie, correr a más de 100 millas por hora aplanados sobre los depósitos de nuestras inglesas bajo la luna, dejando atrás el ruido blanco de grandes pistonazos, o haciendo temblar las tazas en la mesa del vicario al pasar por los pueblos durmientes de Suffolk rumbo a casa después de una noche de pints e historias en el pub.
 
La época de los héroes. Parte IIII. Final.

De la vieja pandilla yo soy el único que está al día, probando nuevas japonesas, y algunas veces me encuentro intentando convencerles de que motos como la Ninja 900 o Yamaha FJ 1100 simplemente son versiones modernas de nuestras Triumph, BSA y Norton de los sesenta. Pero ni me lo creo yo. Las motos actuales son tan infinitamente superiores a nuestras pobres dotes humanas de pilotaje, que nadie, ni Spencer ni Lawson ni el matón del barrio, pueden aprovechar en carretera pública toda su terrible caballería, y por eso el piloto de una FJ 1100, VFR 1000 R, Ninja o Katana, ya no anda como un pirata recién llegado del caribe cuando baja de su moto para entrar en el bar. Ya no se puede uno balancear como los rockers de los sesenta, porque en aquella época todavía era posible echarle coraje y llevar al límite las agresivas, rugientes y legendarias Norton, BSA o Triumph de los sesenta.

La última vez que estuvimos en el Sporting Farmer había poco ambiente de motos, aunque sí había muchas Honda, Suzuki, Yamaha y Kawasaki en el parking. Los motociclistas con sus cascos integrales, sus monos de colores alegres (sin capa fina de Castrol R) ya hablan poco y los que hacían ruido y contaban aventuras eran los hinchas del Club de Fútbol de Ipswich Town, que contaban sus peleas de calle y de tribunas.

Pero en nuestro rincón de siempre hablábamos de motos, y aquella noche, la última vez que nos hemos reunido los cuatro en pleno, Roy nos habló de la diferencia entre ir a Londres con la Bonnie y con la Suzuki GS 1000 de Malc (el mismo de la carrera cuando Roy se mató en Brands).

‘Ir a Londres con la Bonnie siempre era una aventura, porque siempre intentábamos poner el velocímetro en las 120 millas por hora en la bajada. Unas dos millas de ligera bajada con bastante riesgo de reventar un motor o pescar una buena multa de Old Bill. Después de la recta y la colina, había una cafetería donde siempre parábamos para dejar enfriar el motor. (Roy siempre habla de sus viajes en la Triumph en plural ya que se trata de él y su moto). Yo solía tomar un café y después salir, sacar las herramientas y darle un repaso a la Bonnie, nivel de aceite, cadenas, y darle un toque a los tornillos. Se calentaba tanto, que aún después de tomar el café estaba haciendo aquel ruido tic,tac,tic,tac de hierro británico enfriándose.
Pero cuando hice el mismo viaje el año pasado (Roy viaja muy poco... para él Londres es casi otro país), con la Suzuki GS 1000 de Malc, tuve que cortar en la bajada porque no se puede ir a 230 kilómetros por hora en carreteras ¡te matarías de verdad!.’

Con la Tritón de los 55 CV ingleses, Roy se mató. Pero no era para tanto, y sólo acabó perdiendo dos meses de trabajo.

Pero esto era en otra época, cuando las motos todavía estaban hechas a tamaño humano con prestaciones posibles de aprovechar.

Hoy, para contar una buena historia hay que mentir, porque lo que no puede ser verdad es que... ‘estaba gas a fondo a 250 kilómetros por hora en la bajada de la Colina del Escocés, con la curva asomando, Frené fuerte, peeroo ...’.

La nuestra no es época de héroes
 

Y es que el Joe Bar Team, al final, no es todo invención producto únicamente de la imaginación de algún escritor, ¿eh?

Otra cosa es que hoy ya no se de.

Frené fuerrte, peeroooo ...
 
Cuando los amotos eran amotos fabricadas a la escala de las personas humanas, cuando se podia ir deprisa a velocidades razonables, cuando ...

Por eso dejaron de gustarme las motos en 1983 ...
 
Anselmo Tero Perfecto (un rural motorizado).
Los bikers auténticos también se mean

El dia amaneció soleado y con las legañas aun castigando la cornea me preparo para recoger mi esperada cerda.... preciosa, brillante, lujuriosa diria yo.
Tras 2 meses de espera y contínuas subidas de precio por no se que historia con un tal dolar que debe ser astronauta por lo que sube, lo que no entiendo es que pinta el paisano ese porque la compre en almendralejos de la sierra y pago con tinta de boli (de los papelicos que he firmao).
Ya le tengo preparado su cama, junto a mi vaca "Pintada". Para que se lleven bien y no discutan mientras le doy de comer a las gallinas he pedido la cerda de color blanco con manchas negras y le he puesto unos cuernos que llaman "Drag Bars", asi se haran amigas antes.
He hablao con Jacobo, el de la tomasa, para que vayamos con el tractor a buscarla a la capital... Creo que no mese olvida ningun detalle, no quiero hacer el ridiculo en la capital, me he remachado un aguila en el brazo y llevo un mes afeitándome a guadaña "pa curtir" la piel. Le he comprado la zamarra de polipiel al Agustin y el sobrino del Satur le ha pintado en el colegio con las temperas el dibujo de "Don Simon" en la espalda (pa duro yo).
También llevo la aceitera pues me dijo el zagal de la tienda que perdía de vez en cuando, yo lo veo raro, porque Jacobo solo engrasa su bultaco de pascuas a ramos y lo de comprar una moto maricona, pues no me gusta mucho, pero debe ser normal en la capital con sus libertades.
También man dicho que los bikers esos de las amotos se saludan con la mano, yo voy a llevar unas piedras en las alforjas que me cosido con dos sacos, pa que sepan que los de pueblo somos mas moteros que ellos....
AH mese olvidaba voy a asegurar las piezas con lostites de ese pa que no se desmonte y voy quitar los tubos descape porque me rozan en el ribazo de la acequia cuando voy a regar y asi espanto a los palomos que me comen la fruta.... creo que ha sido una buena idea lo de hacerme biker ya oigo el tractor del Jacobo... estoy tan nervioso que memeao en los pantalones de pana...
 
Sí sí. Pues nada, a tenor de lo que se ve "relucir", otro día hablaremos de los diferentes "usuarios" de "vehículos con dos ruedas a motor", porque ni todo lo que anda con dos ruedas es una moto, ni todo lo que va sobre una moto es un "motard"

Hale, alguno ya se puede ir "cagando por la pata abajo", porque igual sale "descuadrao" en la foto.

Uno que pasando por aquí, tiene a bien dar caña. Por gusto nada más
 
                    El Pique

Ocurría un fin de semana de diciembre, un día siete en algún lugar entre Alicante y Valencia.

El amigo Batracio está de cojón de pato. Recuperado de sus lesiones por el último accidente motarra. Le he visto en la comida en Castalla este pasado sábado y después nos hemos ido de farra a Valencia. Él, los demás valencianos, y el que escribe. Lo único es que aún tardará en volver al curro, desde donde volveremos a "oirle" por aquí.

Desde luego, lo que ya no dice ni el Ranita, ni algún piloto de CBR, ni algún piloto de 1100-S es que no les haya dado nunca traya un armario. Y si lo dicen, jejeje ¡Han perdío la cordura!

Relatemos uno de los intensísimos momentos de un pique entre unas 20 amotos llendo de Castalla -Alicante- a Valencia por algunos puertecillos:

Entonces, de noche ya y al final de la autovía se veía la chicane que formaba el estrechamiento a un sólo carril y conversión de la vía en una comarcal de un carril por sentido. Al final de la cuesta abajo, a lo lejos aún. A lo lejos en el espacio, pero cerca en el tiempo.

Hasta ese momento, Ranita rodaba en cabeza. Yo me había situado detrás de él, y Vicente-1100-S nos seguía. A continuación Pepe con una CBR, seguido de todos los demás. El final de la autovía se acercaba y la marcha era de aproximádamente 170 kms/h.

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Vicente se arrecia y acelera más, adelantando por el carril derecho de lo que aún es autovía y pasando entre Ranita y yo; ha pasado a cabeza. Es seguido en su acción por Ranita, que no se rinde y lo rebasa, y yo paso a un tercer puesto. La autopi se termina y la negrura de la noche deja entrever una chicane dificultosa, a la que se puede ver que sigue, pasada la chicane, una amplia curva, a derechas, marcada a unos 60 grados.

Antes de llegar a la chicane, yo también enrosco y ¡GAAAAAZ!. La autopi se termina y los tres entramos acelerando y casi en paralelo al estrechamiento. Pero el estrechamiento viene seguido por una maldita curva a derechas y un tanto cerrada, en la que una vez entrados, vemos que está seguida de otra contracurva -porque va a izquierdas, furro- enlazadas ambas por un leve tramo recto.

Llegamos a la primera curva, a derechas, entrados ya en un tramo de crtra comarcal de un carril y la velocidad ha aumentado. Yo llego aquí más que colado y llevo la parte del exterior de la maldita curva a derechas: estoy adelantando por fuera.

Intento bajar velocidad soltando algo de gas y tocando frenos con la suavidad con que se acaricia un  8)power 8). RT derrapa y a continuación hace un flaneo. ¡Más GAAAAAAAAAAS!. ¡Hemos casi estabilizado! Sigo adelantando por fuera, en la curva, es de noche y apenas se ve a 80 mts en carretera virada, cuando aparece un coche de frente, por el carril izquierdo que casi voy ya pisando.

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¿Te imaginas el momento más intenso? Tres motos en los mismos 6 metros cuadrados de carretera, una adelantando a la derrapada por fuera, y entonces, ¡Por las barbas de Neptuno y su Tridente! Una maldita lata presenta sus faros de repente y te hace ver que te los pondrá como gafas.

La situación, en ese largo tiempo que son unos milisegundos, se hace más que arriesgada; es ¡el JOE BAR TEAM arrasando carreteras de nuevo!. En esos milisegundos el espacio se eleva a 12 mts cuadrados ocupados por una lata que viene de frente y tres motos que quieren pasar todas a la vez por una curva.

Finalmente, y a pesar de latas de frente, derrapada y flaneo, y la voluntad en contra de los otros dos pilotos, pasé por fuera. Y como puedes ver, sigo consumiendo aire.

Alguien se meo del susto, paró, le acompañé, volvimos a coger al grupo bajando un puerto, volvimos a la cabeza de carrera. Así, hasta el final. Así hasta Valencia, una noche de diciembre

A Valencia un escape llegó estando por dentro al rojo.

Ratos de emociones locas.

Frené fuerrtee... peeroooo



Text by: Too Slow Miky
Images by: The Big Quique



Nota del traductor: Power=Plumero, andestán las plumas


That's all, folks
 
Quique dijo:
Para los que no los conozcan, aclaro las viñetas:

VicenteR1100S ya os imaginais que amotico tiene ... pues si, esa, en amarillo, con el mono de cuero ese que parece un avispón a juego, y aunque el sabado no lo llevaba (cosas del frio) se lo he pintado porque queda mejor que la cordura negra ....

El amigo Toni ... (ranita) va con una Aprilia RSV1000 y maomeno como sale en la viñeta ...

Y el Miky, en su armario, con el pañuelo al cuello y casco negro mate abierto ...

La adaptacion de las viñetas del JBT estaba cantada, encaja de PM en el relato y no me pude aguantar el hacerla ...

Ala, a kaskala ......
 
Vicente R1100S dijo:
Os puedo asegurar que en la vida el Miky a ido tan rápido de Alicante a Valencia no se lo creía estaba como en una nube llego sin percatarse os puedo asegurar que el tubo de escape de la K12200 de Ramón cuando para en la gasolinera esta va rojo por dentro nunca vi algo igual claro esta que por el día esto no se ve solo por la noche y por la noche no suelo rodar tanto.
las aventuras que cuenta Miky son ciertas y eso que parece una aventura de Joe Bar creo que por algún instante Miky peso que era el Joe Bar la Verdú es que le molo parecía un niño con zapatos nuevo después de pasar al batracio eso si lo paso por que la respuesta de frenada la tenia como dos segundos retrasada por la farra que se corrió todo el día
 
LA PROXIMA VEZ uqe me pase el Batracio le saco la Pata o mejor le tiro un Petardo asin a ver si de una vez se reforma el tio que esta mas paya que paca .
me paso cuando volviamos de Alicante , final de autovia curva a derechas carretera estrecha sin luz de noche y se va el tio cara a un coche que venia le saluda buenas noches y sacude la moto le pega un volantazo o manillerazo la saca casi del morro y lo paso en ese momento paro que me MEOOOOOOOOO el tio para y me pregunta que te pasaaaaaaa y le digo ya que no te has ahostiado e parado a Mear que no podia mas el tio se pone al lado se la saca y se pone a Mear que sois muy mal pensados y despues de media hora mas o menos acaba de esporsarsela y continuamos la marcha hacia un destino casi desconocido , ya que el melon por el dia no se si va mucho o poco pero por la noche como creo que no se ve ......... y unos Guiskas mas tarde baja los puertos a 200 k/h QUE PELIGRO tiene el TIO pan cagarse patas abajo .
en fin chicos es ER MIKY no podia ser de otra manera y si no que se lo pregunten a los Abuelos de Alicante que aun deben estar cagaos de MIEDO despues de conocer al Miky y sus PETARDOS jajajajaja yo me rio pero los Abuelos creo que NO
en fin que seria de la vida sin esos momentos

VSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
 
Ranita... cagonlaleche.... cuanto tiem... espero que estes recuperado del todo.... aunque parece que no a juzgar por las historias der Miky....



Saludos

(JoeBarTeam=panda geis desfasaos y melancolicos Viva la Güe Ofisia)
 
¡Huy! ¡Pero no seas quisquilloso, Batracio! Joer, si te han pasado, pues te han pasado. Aunque sea con un armario, tron -¿y van dos?-. Te han hecho un exterior y ya está. Se reconoce la derrota y a otra cosa. Joer, no haber pegao el banderazo a cuadros.

Fue una carrerita al más puro estilo Joe Bar Team, aunque no del todo exenta de caballerosidad. Estuvo de subir adrenalinas...

Y qué bien ha quedado con las viñetas del Quique y todo, joer. Una buena historia, tú.
 
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