Vas con tu moto transformada, que te gusta como ha quedado y que te encanta disfrutar...por la derecha y no muy deprisa. De repente, ése enlatado que iba por la izquierda(sospechosamente despacio todo hay que decirlo...), ve ese preciado hueco donde aparcar...y no ve más; ni piensa en que pueda venir nadie(pena de no transformarte en un microsegundo en apisonadora cual transformer...), ni mira ni ostias...él solo ve el hueco y tu lo ves cruzado delante de ti sin tiempo más que para asustarte del sobresalto, pegarle un manotazo al freno(los nervios de acero los tienen solo los superhéroes de marvel...)y como cualquier moto frena mucho y el asfalto de ciudad agarra poco...antes de que te des cuenta, la rueda se ha bloqueado. Como has suprimido el ABS, antes de que te des cuenta también, ya no tienes K entre las piernas porque se ha ido de lado con la rueda bloqueada...y tú vas también camino del asfalto...ostión que te crió, un montón de pasta en cada centímetro de arrastre y seguro que más de un moratón(con suerte). La historia con el ABS, es igual...pero tú aprietas la maneta como si no existiera mañana, la rueda se bloquea...pero la moto bota un poco como una cabra loca, mientras tú sigues aferrado al manillar, en línea recta hacia el coche...pero frenando y sobre tu K...A estas alturas, el del coche ya se ha dado cuenta(porque no te has caído a la primera de cambio y desaparecido de su campo visual) de que vas hacia él, de que ha metido la pata...y ves su cara de espanto, angustia y culpa ante lo subnormal de su maniobra...y tú estas entero encima de tu K, con la cara desencajada, pero pudiendo salir de tu boca de todo menos bonito hacia él...y una vez pasado el susto, seguir tu camino no dejando de acordarte de él, de su familia y de sus antepasados, pero entero y sobre tu moto intacta. Te podrán contar muchas cosas y oir muchas opiniones sobre si el ABS vale ó no...pero lo que te cuento, es mi propia experiencia y para mi desgracia ya, en varias ocasiones...y te lo puedo contar con mi moto de una pieza