pues no se yo...
Desde luego el trabajo es interesante, pero a mí me deja algunas dudas, probablemente sea por la interpretación que hace el periodista. Por ejemplo, que diga que "si nos colocásemos este elemento de protección en una habitación en la que dos personas mantienen una conversación, lo que equivale a unos 50 decibelios, nosotros llegaríamos a soportar 60, dependiendo de la frecuencia"; esto no se sostiene de ninguna manera, creo yo. Es posible que el casco actúe como un resonador de bajas frecuencias, no lo pongo en duda, pero esas frecuencias están escasamente presentes en la voz humana, así como en el viento o aire en circulación, que es el que genera más ruido en un casco, no? ..................!