Histórico
Jaén en imágenes I
Hola. En el anterior post, os mostré La Cimbarra, espectacular paraje de Aldeaquemada, situada al norte de la provincia de Jaén a 106 kms y limítrofe con la provincia de Valdepeñas, en Ciudad Real. En ésta ocasión no me voy a ir tan lejos, no, tan sólo me desplazaré apenas 23 kms. de Jaén. El protagonista de hoy es el pantano del Quiebrajano, situado en un paraje periurbano de singular belleza. El Quiebrajano es un río de la Sierra Sur en la provincia de Jaén y se embalsa en el pantano del mismo nombre. En el Puente de la Sierra se une con el río Frío (Jaén) (que proviene de los Villares donde se le ha unido el río Eliche), para formar el río Jaén y desembocar en el Guadalbullón, afluente a su vez del Guadalquivir. Con lo que ha llovido, el pantano está a tope. En el año 1.995 lo vi así, solo que en aquel entonces se vieron obligados a aliviarle agua cosa que, de momento, espero que no sea necesario
, pues con el desnivel que hay y la vicisitud de los ríos implicados, ya entonces, se dieron sucesos catastróficos.
En la Cimbarra me fui por la mañana, con mucha luz, pues allí tanta agua en movimiento y las zonas sombrías invitaban a "empacharse" de luz. En ésta ocasión he preferido que la suavidad del atardecer me acompañe a éste lugar, para mi, muy querido y lleno de recuerdos.
El "eterno guardián" me despide, las nubes le rinden pleitesía y permiten que el sol le de la luz que merece.
Porque al “coloso” Jabalcúz , parece que las nubes lo someten, quizá por lo grande que es no le temen. En Jaén hay un dicho que reza … “cuando Jabalcúz tiene montera, llueve en Jaén quiera Dios o no quiera”.
El “templo de la Diosa Madre” me despide con su bendición, ella es la que más se ve.
Y nos vamos entre nubes y piedras.
Y es que los olivos son de Jaén.
La carretera nos anuncia una parada en el monumento a Carlos III, conocido como “El Vitor”. Allí hay un mirador donde la vista se pierde en el horizonte y desde el cual contemplamos un gigantesco precipicio por donde transcurre el río Quiebrajano. Desde la carretera algún almendro valiente nos deleita con su peculiar primavera.
Llegados a éste punto, tan sólo esto hemos andado.
Al fondo el castillo de Santa Catalina no nos olvida.
Desde el mirador una atalaya nos avisa que no estamos solos, ¿serían éstas los “radares” de nuestros ancestros”?
La “R” entre piedras no desentona.
Esta pared de piedra es impresionante.
Puede estar tranquila, que la atalaya también la cuida.
La “R” se “envalentona” cuando ve un carril, pero “la paro” y le digo … “eso para las GS”
;D
La imponente pared de piedra nos muestra sus “cicatrices” que con su suave geometría quizá nos diga que, en su juventud, vivió en el fondo del mar.
Y ya sólo queda mirar.
Y, de golpe y porrazo, el guardián del agua.
Pues a mi BMW no le “asusta”
.
Ni al bosque tampoco.
Antes de llegar al pantano tenemos que atravesar un pequeño túnel, que no hace sino agradar aún más el paseo, os dejo un pequeño video .
[media]http://www.youtube.com/watch?v=ru36cnY0cOA[/media]
Y, como cabía esperar, el agua presa del guardián.
Espero que os guste y que disfrutéis tanto como yo.
Vs y ráfagas pa to kiski.
Jaén en imágenes I
Hola. En el anterior post, os mostré La Cimbarra, espectacular paraje de Aldeaquemada, situada al norte de la provincia de Jaén a 106 kms y limítrofe con la provincia de Valdepeñas, en Ciudad Real. En ésta ocasión no me voy a ir tan lejos, no, tan sólo me desplazaré apenas 23 kms. de Jaén. El protagonista de hoy es el pantano del Quiebrajano, situado en un paraje periurbano de singular belleza. El Quiebrajano es un río de la Sierra Sur en la provincia de Jaén y se embalsa en el pantano del mismo nombre. En el Puente de la Sierra se une con el río Frío (Jaén) (que proviene de los Villares donde se le ha unido el río Eliche), para formar el río Jaén y desembocar en el Guadalbullón, afluente a su vez del Guadalquivir. Con lo que ha llovido, el pantano está a tope. En el año 1.995 lo vi así, solo que en aquel entonces se vieron obligados a aliviarle agua cosa que, de momento, espero que no sea necesario


En la Cimbarra me fui por la mañana, con mucha luz, pues allí tanta agua en movimiento y las zonas sombrías invitaban a "empacharse" de luz. En ésta ocasión he preferido que la suavidad del atardecer me acompañe a éste lugar, para mi, muy querido y lleno de recuerdos.
El "eterno guardián" me despide, las nubes le rinden pleitesía y permiten que el sol le de la luz que merece.

Porque al “coloso” Jabalcúz , parece que las nubes lo someten, quizá por lo grande que es no le temen. En Jaén hay un dicho que reza … “cuando Jabalcúz tiene montera, llueve en Jaén quiera Dios o no quiera”.

El “templo de la Diosa Madre” me despide con su bendición, ella es la que más se ve.

Y nos vamos entre nubes y piedras.

Y es que los olivos son de Jaén.

La carretera nos anuncia una parada en el monumento a Carlos III, conocido como “El Vitor”. Allí hay un mirador donde la vista se pierde en el horizonte y desde el cual contemplamos un gigantesco precipicio por donde transcurre el río Quiebrajano. Desde la carretera algún almendro valiente nos deleita con su peculiar primavera.





Llegados a éste punto, tan sólo esto hemos andado.

Al fondo el castillo de Santa Catalina no nos olvida.




Desde el mirador una atalaya nos avisa que no estamos solos, ¿serían éstas los “radares” de nuestros ancestros”?


La “R” entre piedras no desentona.

Esta pared de piedra es impresionante.

Puede estar tranquila, que la atalaya también la cuida.

La “R” se “envalentona” cuando ve un carril, pero “la paro” y le digo … “eso para las GS”


La imponente pared de piedra nos muestra sus “cicatrices” que con su suave geometría quizá nos diga que, en su juventud, vivió en el fondo del mar.


Y ya sólo queda mirar.




Y, de golpe y porrazo, el guardián del agua.

Pues a mi BMW no le “asusta”



Ni al bosque tampoco.

Antes de llegar al pantano tenemos que atravesar un pequeño túnel, que no hace sino agradar aún más el paseo, os dejo un pequeño video .
[media]http://www.youtube.com/watch?v=ru36cnY0cOA[/media]
Y, como cabía esperar, el agua presa del guardián.















Espero que os guste y que disfrutéis tanto como yo.
Vs y ráfagas pa to kiski.