javier bikerman
Curveando
Esta moto corre mucho, pero mucho...
El rodaje, el periodo de adaptación natural a una nueva moto y que no siento la necesidad de ir deprisa como en otras épocas, más la persecución constante a la velocidad desde distintos medios, habían hecho que todavía no le abriera con ganas al puño del gas.
Pero esta mañana me he levantado con ganas, la autovía al lado de casa aparecía solitaria de coches y una larga hilera de camiones me saludaban por la derecha nada más incorporarme a esa vía rápida.
De repente me he dicho, ¡¡¿por qué no?!!
Una ligera duda me ha asaltado: "voy en ROAD, quizás deberías poner el Dynamic Pro ese que tanto te gustó en la carretera de Teruel..."
Pero mi muñeca ya había enroscado el mando del acelerador. Y la Adventure había iniciado una carrera frenética...Me he inclinado sobre el manillar y la rueda trasera parecía querer adelantar a la de delante.
La potencia llegaba a raudales. Y he temido que la rueda trasera resbalase.
Iba en sexta pero la cifra del enorme y desacostumbrado par de 143 Nw/m llenaba en números grandes la pantalla de mi mente.
Me acordaba del sistema de distribución variable...
Quizás haya sido eso, no lo sé. Pero el motor se siente lleno, muy lleno, sin fisuras, sin oscilaciones, hasta hacerte olvidar que no vas en una tortuosa erre, pero que la subida de vueltas es igual: sólida, rápida y apabullante.
La pantalla TFT por un instante parecía loca, cambiando la numeración a una velocidad pasmosa. La larga fila de camiones se alejaban en el retrovisor de mi moto.
Abducido por la sensacional patada del motor me he pasado el indicador de salida de autovía... Menos mal que unos metros más allá había otro desvío; aunque eso me ha obligado a desplazarme un par de km más, hasta dar la vuelta.
Pero no me ha importado. Una gran sonrisa llenaba a esas alturas mi cara.
He llegado feliz a trabajar, satisfecho de este motor y muy contento de la compra de la "Big GS".
Por cierto, las entradas y salidas en curva de la autovía son una gran gozada. La moto se tiene todo lo que quieres y más. Inclinas inclinas y dudas de dónde estará el final. Nada roza, con excepción de tus pies, si no has tenido la precaución de recogerlos.
La exploración de los límites de esta moto en curva tendrá que quedar para otro día...pero la cosa promete.
Saludos
Enviado desde mi Redmi 5 Plus mediante Tapatalk
El rodaje, el periodo de adaptación natural a una nueva moto y que no siento la necesidad de ir deprisa como en otras épocas, más la persecución constante a la velocidad desde distintos medios, habían hecho que todavía no le abriera con ganas al puño del gas.
Pero esta mañana me he levantado con ganas, la autovía al lado de casa aparecía solitaria de coches y una larga hilera de camiones me saludaban por la derecha nada más incorporarme a esa vía rápida.
De repente me he dicho, ¡¡¿por qué no?!!
Una ligera duda me ha asaltado: "voy en ROAD, quizás deberías poner el Dynamic Pro ese que tanto te gustó en la carretera de Teruel..."
Pero mi muñeca ya había enroscado el mando del acelerador. Y la Adventure había iniciado una carrera frenética...Me he inclinado sobre el manillar y la rueda trasera parecía querer adelantar a la de delante.
La potencia llegaba a raudales. Y he temido que la rueda trasera resbalase.
Iba en sexta pero la cifra del enorme y desacostumbrado par de 143 Nw/m llenaba en números grandes la pantalla de mi mente.
Me acordaba del sistema de distribución variable...
Quizás haya sido eso, no lo sé. Pero el motor se siente lleno, muy lleno, sin fisuras, sin oscilaciones, hasta hacerte olvidar que no vas en una tortuosa erre, pero que la subida de vueltas es igual: sólida, rápida y apabullante.
La pantalla TFT por un instante parecía loca, cambiando la numeración a una velocidad pasmosa. La larga fila de camiones se alejaban en el retrovisor de mi moto.
Abducido por la sensacional patada del motor me he pasado el indicador de salida de autovía... Menos mal que unos metros más allá había otro desvío; aunque eso me ha obligado a desplazarme un par de km más, hasta dar la vuelta.
Pero no me ha importado. Una gran sonrisa llenaba a esas alturas mi cara.
He llegado feliz a trabajar, satisfecho de este motor y muy contento de la compra de la "Big GS".
Por cierto, las entradas y salidas en curva de la autovía son una gran gozada. La moto se tiene todo lo que quieres y más. Inclinas inclinas y dudas de dónde estará el final. Nada roza, con excepción de tus pies, si no has tenido la precaución de recogerlos.
La exploración de los límites de esta moto en curva tendrá que quedar para otro día...pero la cosa promete.
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