Estaba un militar frotándose una bala contra la cabeza, la miraba y se la volvía a frotar, la miraba otro poco y la empujaba contra la cabeza, hasta que la mira y concluye:
No, lo que mata es la velocidad.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.