No estoy seguro de si esto deberia ir aqui, pero no sabia donde ponerlo. :-?
La carrocería eres tú (htttp://www.elmundo.es/suplementos/salud/2007/704/1175292003.html)
A la vista de percances como estos, cabe plantearse la cuestión de por qué si los pilotos profesionales van provistos de todo tipo de medidas de protección y seguridad para minimizar el gran peligro que corren, los usuarios convencionales no hacen lo propio, teniendo en cuenta que no tienen tanta experiencia como sus ídolos y que, además, el circuito por el que tienen que usar sus monturas (carreteras normales y entornos urbanos) no está trazado para evitar caídas e incidentes a los apasionados de las motocicletas. Según los especialistas consultados por SALUD, la mayoría de la población todavía percibe que las características, exigencias y particularidades de los profesionales no son las mismas que las de los aficionados y que, por lo tanto, los riesgos tampoco son iguales. Nada más lejos de la realidad.
«De todos los pacientes que ingresan en nuestro centro, el 50% lo hace por un accidente de tráfico. De éstos, el 25% se debe a un percance con la moto. Además, sabiendo que la mayoría de la gente se mueve todavía en coche, la cifra es realmente alta», explica Ana Esclarín, médico rehabilitadora del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
La estadística indica que las extremidades superiores e inferiores son las más castigadas (en cuanto a número de casos) en los accidentes de moto. Sin embargo, los traumatismos en la columna suelen ser mucho más graves.
«Prácticamente todo el mundo usa casco; pero hay muy pocos que lleven refuerzos en la espalda (armaduras o espalderas) para proteger la columna; una zona que, al fin y al cabo está muy al descubierto», resume la especialista.
Esclarín matiza que «la lesión que ha tenido Isidre Esteve, aunque también ocurre, no es la más habitual; lo más frecuente son traumatismos más altos, en el nivel de las vértebras cervicales; que también suelen revestir más severidad».
Y es que el cuello es una de las zonas más vulnerables del cuerpo humano -hay que tener en cuenta que es el eje de rotación de la cabeza y que, respecto al tamaño de ésta y del tronco, el diámetro de deicho eje es muy pequeño- y su fragilidad se hace más evidente aún en caso de accidente de tráfico. Los choques provocan unas violentas sacudidas (mayores si se circula en moto) que, en la mayoría de las ocasiones, causan daños cervicales de diversa consideración.
En definitiva, y hasta ahora, un motorista aficionado podía ponerse pantalones, chaquetas guantes y botas reforzadas con kevlar (una poliamida sintética cinco veces más fuerte que el acero, ligera, que se usa para hacer chalecos antibalas, útiles para equipamiento de deportes de alto riesgo, piezas para la industria aeronáutica y cables), enfundarse un casco integral, botas, espalderas y armaduras sofisticadas; pero su cuello seguía estando al descubierto.
Todos estos dispositivos no ofrecen protección frente a los 'latigazos' que se producen cuando el piloto sale despedido en caso de impacto (que suelen acabar en desnucamiento fulminante o en lesiones neurológicas gravísimas e irreversibles), ni contra las torsiones violentas que pueden originarse después de una caída (bien por caer contra el suelo, bien por sufrir un 'enganchón' del casco al derrapar tras un impacto).
No obstante, desde este mes de abril los usuarios cuentan con un dispositivo que viene de probar sus ventajas en el ámbito profesional.
En el Dakar de este año, Marc Coma, uno de nuestro pilotos más reconocidos, admitió haber salvado la vida gracias al Neck Brace System, una especie de collarín (ver gráfico) compuesto de fibra de carbono, gomaespuma y plástico, diseñado para proteger la delicada zona de la nuca. Coma chocó contra un árbol y, si bien tuvo que abandonar la prueba, pudo contarlo.
El ingenio, desarrollado y comercializado por BMW y por KTM (la marca que patrocina a Esteve) nació del empeño de un médico sudafricano, Chris Leatt, por evitar la muerte causada por fractura cervical, ya que un amigo suyo había fallecido en esas circunstancias, también montando en moto.
Es extraordinariamente ligero pese a su aspecto, se sustenta sobre los trapecios e impide la rotación del cuello en posiciones forzadas, pero no la conducción. «Parece aparatoso, pero también lo era el casco y ahora todo el mundo sabe que es esencial para salvar la vida», apostilla David Canosa, jefe de recambios y equipamiento de BMW.
Una vez que el motorista está tan protegido por su equipamiento queda, según los expertos, que los ciudadanos apuesten decididamente por el buen uso de la moto y que las autoridades les faciliten la labor, por ejemplo, eliminando rápida y definitivamente los guardarraíles y usando pintura antideslizante para pintar los pasos de cebra y evitar que resbalen cuando llueve.
La carrocería eres tú (htttp://www.elmundo.es/suplementos/salud/2007/704/1175292003.html)
A la vista de percances como estos, cabe plantearse la cuestión de por qué si los pilotos profesionales van provistos de todo tipo de medidas de protección y seguridad para minimizar el gran peligro que corren, los usuarios convencionales no hacen lo propio, teniendo en cuenta que no tienen tanta experiencia como sus ídolos y que, además, el circuito por el que tienen que usar sus monturas (carreteras normales y entornos urbanos) no está trazado para evitar caídas e incidentes a los apasionados de las motocicletas. Según los especialistas consultados por SALUD, la mayoría de la población todavía percibe que las características, exigencias y particularidades de los profesionales no son las mismas que las de los aficionados y que, por lo tanto, los riesgos tampoco son iguales. Nada más lejos de la realidad.
«De todos los pacientes que ingresan en nuestro centro, el 50% lo hace por un accidente de tráfico. De éstos, el 25% se debe a un percance con la moto. Además, sabiendo que la mayoría de la gente se mueve todavía en coche, la cifra es realmente alta», explica Ana Esclarín, médico rehabilitadora del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
La estadística indica que las extremidades superiores e inferiores son las más castigadas (en cuanto a número de casos) en los accidentes de moto. Sin embargo, los traumatismos en la columna suelen ser mucho más graves.
«Prácticamente todo el mundo usa casco; pero hay muy pocos que lleven refuerzos en la espalda (armaduras o espalderas) para proteger la columna; una zona que, al fin y al cabo está muy al descubierto», resume la especialista.
Esclarín matiza que «la lesión que ha tenido Isidre Esteve, aunque también ocurre, no es la más habitual; lo más frecuente son traumatismos más altos, en el nivel de las vértebras cervicales; que también suelen revestir más severidad».
Y es que el cuello es una de las zonas más vulnerables del cuerpo humano -hay que tener en cuenta que es el eje de rotación de la cabeza y que, respecto al tamaño de ésta y del tronco, el diámetro de deicho eje es muy pequeño- y su fragilidad se hace más evidente aún en caso de accidente de tráfico. Los choques provocan unas violentas sacudidas (mayores si se circula en moto) que, en la mayoría de las ocasiones, causan daños cervicales de diversa consideración.
En definitiva, y hasta ahora, un motorista aficionado podía ponerse pantalones, chaquetas guantes y botas reforzadas con kevlar (una poliamida sintética cinco veces más fuerte que el acero, ligera, que se usa para hacer chalecos antibalas, útiles para equipamiento de deportes de alto riesgo, piezas para la industria aeronáutica y cables), enfundarse un casco integral, botas, espalderas y armaduras sofisticadas; pero su cuello seguía estando al descubierto.
Todos estos dispositivos no ofrecen protección frente a los 'latigazos' que se producen cuando el piloto sale despedido en caso de impacto (que suelen acabar en desnucamiento fulminante o en lesiones neurológicas gravísimas e irreversibles), ni contra las torsiones violentas que pueden originarse después de una caída (bien por caer contra el suelo, bien por sufrir un 'enganchón' del casco al derrapar tras un impacto).
No obstante, desde este mes de abril los usuarios cuentan con un dispositivo que viene de probar sus ventajas en el ámbito profesional.
En el Dakar de este año, Marc Coma, uno de nuestro pilotos más reconocidos, admitió haber salvado la vida gracias al Neck Brace System, una especie de collarín (ver gráfico) compuesto de fibra de carbono, gomaespuma y plástico, diseñado para proteger la delicada zona de la nuca. Coma chocó contra un árbol y, si bien tuvo que abandonar la prueba, pudo contarlo.
El ingenio, desarrollado y comercializado por BMW y por KTM (la marca que patrocina a Esteve) nació del empeño de un médico sudafricano, Chris Leatt, por evitar la muerte causada por fractura cervical, ya que un amigo suyo había fallecido en esas circunstancias, también montando en moto.
Es extraordinariamente ligero pese a su aspecto, se sustenta sobre los trapecios e impide la rotación del cuello en posiciones forzadas, pero no la conducción. «Parece aparatoso, pero también lo era el casco y ahora todo el mundo sabe que es esencial para salvar la vida», apostilla David Canosa, jefe de recambios y equipamiento de BMW.
Una vez que el motorista está tan protegido por su equipamiento queda, según los expertos, que los ciudadanos apuesten decididamente por el buen uso de la moto y que las autoridades les faciliten la labor, por ejemplo, eliminando rápida y definitivamente los guardarraíles y usando pintura antideslizante para pintar los pasos de cebra y evitar que resbalen cuando llueve.