EL ANGEL DE MIS SUEÑOS
A lo largo de la vida crecemos con tópicos, como que todos tenemos una media naranja, un alma gemela, ese alguien predestinado para cada uno de nosotros. Crecemos cultivando, sembrando y recogiendo, siendo esto una de nuestras metas. Opté por buscar esa mitad, ese cachito que faltaba por habitar en mi corazón. Hace un tiempo, cuando lo daba todo por perdido,, cuando dejé de creer en todo eso, un ángel apareció, era mi otra mitad, no podía creerlo. Todo por cuanto luché, todo cuanto busqué, todo cuanto soñé, era el ángel de mis sueños. La vida me brindaba una oportunidad que no dudé en aprovechar. Era lo más bonito que me había sucedido nunca, un sentimiento con tanta fuerza que parecía irreal, el amor empezaba a entrar en mi vida. Ese famoso gusanillo revoloteaba mi estómago con intención de anidar en él, rasgando una sonrisa constante en mi rostro. Me había enamorado al velocidad que deja la estela de una estrella fugaz.
Me embarcaba en una aventura diíicil y compleja, con más baches que planas superficies pero eso no me preocupaba, confiaba en que podíamos con todo ello. A pesar de las dificultades , sentía en mi una fuerza extraordinaria. Un día me dijo, que aún le faltaban las alas, que era un ángel sin alas. Tenía que conseguirlas, todo ángel debe tener unas alas y prometí conseguirle unas. No sabía donde buscar, ni que hacer para dárselas. Buscaba y buscaba desesperadamente imaginado la carita que pondría al recibirlas, tenía que encontrarlas, en ellas estaba su felicidad. Por fin las encontré y solo deseaba dárselas, darle su felicidad. Tomé sus alas y le dije: Tal y como te prometí, todo ángel de be tener sus alas, y se las entregué.
Fué algo increíble, podía sentir su felicidad, su sonrisa, y eso era lo mejor que me podía pasar. hablamos de subir al cielo, de enseñarme y conocer su mundo, su vida. y así lo hicimos. Siempre que podía volvía a ir con el único propósito de poder escaparnos para disfrutar a solas de lo que nos estaba pasando. Era muy difícil quedarnos a solas, era un ángel demasiado especial para la gente, todos querían disfrutar de su compañía. Pero por fin lo conseguimos, fundiendonos en un profundo abrazo, estaba en el cielo, estaba entre sus brazos, me sentía más fuerte que nunca, creía poder con todo, el corazón bombeaba marcando el paso del tiempo. Su mirada conseguía esclavizarme de una forma que no podía controlar, siendo la más bella que he visto jamás. Desaba que sus besos no tuvieran fin, que sus brazos nunca me soltaran, deseaba quedarme allí para siempre. Sus caricias y su aliento envuelto de deseo me hacian temblar.
Pero, un día... una lágrima me acariciaba el rostro mientras el ángel de mis sueños desaparecía. Una flecha me atravesó el pecho, parando el latir de mi corazón, las fuerzas desaparecieron. Una carta explicaba que se debía a su gente, a su mundo y que no entenderían nuestra relación, que su cobardía le impedía afrontar la situación, que me quería y que nunca sintió nada igual. No podía creerlo, ¿Qué habían sido sus promesas?, ¿Por qué me decía que me quería?.
Ahora entiendo que las alas no las quería para volar junto a mí, sino para conseguir su liberta. Me quedaré con lo mejor de esta historia e intentaré creer que existió algo real, y en algún momento, ese ángel se enamoró de verdad. Conocerle ha sido lo más bonito que he vivido y nunca la olvidaré, pero ojal´todo hubiera sido solo un sueño del cual, al despertar, vuelves a tu vida normal. Porque hoy soy incapaz de recuperar vuelo, pués las alas que le regalé fueron las que yo me quité.
Deseo que vueles muy alto.