DBlackRider
Allá vamos
Qué pasa Riders!
En verano pude hacer un viaje que me gustaría compartir con todos vosotros. Nos juntamos 4 amigos para recorrernos la mitad norte de la península ibérica. Tenía pendiente conocer muchos sitios de los que tanto había oído hablar, y de una tacada pude tachar muchos de la lista.
Pantallazo de la ruta aquí.
Día 1
Salimos de Euskadi para empezar la ruta por todo lo grande, los Valles Pasiegos. Cualquier ruta que se precie desde Euskadi hacia el Oeste, ha de pasar por los Valles Pasiegos. Por suerte, el día está nublado pero nos perdona en estos valles, y podemos disfrutar de las vistas desde el alto de las Estacas de Trueba. Continuamos por el Puerto del Escudo, disfrutando y quitando un poco la carbonilla de los escapes, para acabar comiendo en Arija, junto al Embalse del Ebro. Nos habíamos pertrechado con unos bocadillos de tortilla de patata y una torta de manteca en una de las paradas para tomar café, no pudimos resistirnos a probarla.
Junto a la mesa que nos sentamos para comer, había un señor de unos 65, con el cual estuvimos conversando un buen rato. Pastor, llegó a ser "la voz del pastor" en el evento anual de Madrid, y nos enseñó todo orgulloso su foto con el actual Rey de España. Se conocía al dedillo todas las montañas del alrededor y le estuvimos comentando la ruta.
Continuamos hasta Reinosa, donde se nos une el 4º integrante del grupo, y se nos va al "traste" la suerte con el clima. Desde el balcón de La Cardosa, hasta la Hermida, kilómetros y kilómetros de densa niebla... por la cual tuvimos que rodar muy lento, haciéndonos llegar a destino, alrededores de Riaño, sobre las 9 de la noche. He de decir que rodar en atardecer por el pantano de Riaño fue todo un regalo para la vista.
Hicimos noche en Larios, donde no pudo faltar los comentarios sobre la ginebra...
Día 2
Con las expectativas muy altas sobre las carreteras y los paisajes que vamos a ver, nos alegró muchísimo ver el cielo despejado desde primera hora de la mañana. Pudimos conquistar puertos muy típicos como el de Las Señales y Tarna, y maravillarnos con el Embalse del Porma.
Tenía muchísimas ganas de poder enseñar a mis amigos los Valles de Luna. Un lugar "mágico", no sólo por el nombre, sino por el color de las montañas y laderas. Además de unas carreteras con un trazado espectacular. Tras el valle, seguimos el cauce del río Sil durante un sinfín de kilómetros, disfrutando de muy buen asfalto y curvas de ensueño.
Llegando a O Barco, Galicia, tomamos un desvío de última hora, el cual nos sorprendió a todos por el pleno acierto de la carretera, tanto por vistas como por trazada, coronando así el Alto da Portela. Tras el asombro, no salimos de uno para entrar en otro. Acabamos en un pueblo llamado Prada, que también dio lugar a unas cuantas bromas. Y dejarnos pasmado con su embalse, y lo que podría ser un enclave secreto para realizar experimentos con zombies o algo turbio
la verdad que dio muy mal rollo.
Y llegamos ya por fin a nuestro destino de este segundo día, La Puebla de Sanabria, donde hacemos noche en un edificio del siglo XVII, y nos dejamos engatusar por las angostas calles medievales de su casco antiguo. Y ya de paso, aprovechar a meternos entre pecho y espalda un buen cachopo, para recuperar fuerzas.
Os dejo el enlace al vídeo de estos 2 días aquí abajo.
Día 3
Salimos de La Puebla de Sanabria y nos metemos de lleno en la Zamora profunda, la cual nos sorprende con trazados bonitos, y carreteras con asfalto en buen estado. También la cantidad de pueblos pequeños, en los que a lo lejos parecen los pueblos de la "España vaciada", pero en cuanto te adentras, te sorprende con chozas remodeladas, nuevas y con muy buena pinta. Llegamos al Puente de Requejo, el cual nos impresiona mucho, no sólo por su apariencia metálica antigua, sino por el paraje donde se sitúa. Las Arribes del Duero empiezan a darse a conocer.
Seguimos sorprendiéndonos a los pocos kilómetros con la espectacular Presa de la Almendra, la cual me asombra con su magnitud y colosidad. La longitud de la misma es abismal. Lugar de obligada parada, ya que además dispone de zonas de parking para parar y alucinar.
Seguimos la ruta hacia las Arribes del Duero, con parada el Mirador del Fraile, el cual estaba vallado por un desprendimiento. El día de hoy se tercia espectacular, ya que tanta naturaleza nos maravilla. Seguimos acompañando al Duero, dando así paso a una de las vistas que más nos gustaron de este día, El Salto de Saucelle.
Ya estamos cerca de nuestro destino final de hoy, Ciudad Rodrigo. Al aproximarnos, las altas murallas nos dejan claro el corte medieval de la ciudad, las cuales por cierto, se pueden recorrer a pie. Durante nuestro paseo por la zona medieval, me sentí como en el vídeo juego de Assasin's Creed. Después de tanto tute, llegó la hora de buscarse dónde comer un buen chuletón y vino de la zona.
Día 4
Salimos con el día gris, definitivamente Mordor nos acompaña. Conquistamos la Peña de Francia, la cual no pudimos "disfrutar" por completo debido a la densa niebla, ya que se supone que lo mejor de este enclave es la altitud a la que se haya, y la diferencia de nivel sobre sus alrededores. Eso sí, la niebla le dio un toque dramático y ténebro al lugar que incluso no le quedaba mal. Nos sorprendimos al encontrarnos 2 escoceses en moto aparcados disfrutando de las vistas. Tras una breve charleta con ellos, llevaban más de 1 semana de ruta por España.... y uno de ellos con una HAYABUSA!!
Almorzamos probando la gastronomía autóctona: "Patatas meneás", cabrito y ternera de la comarca. Seguimos con el siguiente destino, esta vez de paso, Mogarraz, el pueblo de las caras en las fachadas. Atravesamos el casco histórico sin bajarnos de las motos, para poder admirar el lugar pero con cierta prisa, ya que el día se nos ha echado encima por culpa de la niebla de la mañana.
Gracias a la recomendación de un conocido, nos acercamos hasta Riomalo de Abajo, para poder disfrutar del Meandro Melero, maravilla de la naturaleza, el equivalente español "La Herradura" del río Colorado, en Arizona.
Y esta vez, gracias al propio Google Maps por destacar en el mapa una atracción muy interesante, las Ruinas Romanas de Caparra. Tras tanta "atracción" durante el día de hoy, finalmente disfrutamos de muchísima carretera seguida en los últimos kilómetros. Valle del Jerte, hasta arriba de cerezas en plena época de recolección. Me sorprendió mucho la localización de los pueblos en dicho valle, tanto a las laderas del mismo como en la parte más baja.
Tras conquistar el puerto de Tornavacas, finalmente nos quedamos a mitad de la Sierra de Gredos para hacer noche y disfrutar de un poco de tranquilidad.
Enlace al vídeo del día 3 y 4 aquí abajo
Día 5
Salimos de la Sierra de Gredos con un frío del carajo. Aún me sorprende que en pleno principios de JULIO tenga que ponerme el chubasquero de corta vientos durante un buen rato de la mañana. Enfilamos el conocido PUERTO DEL PICO. Me sorprende lo abierta que es la carretera y el terreno. Es un puerto con un trazado muy rápido y muy disfrutón. Seguro que hace las delicias de la Rs. Al llegar arriba ya alucino por completo al encontrarme un antiguo camino del tipo calzada romana, como si estuviera en el Paso de San Gotardo en Suiza. No esperaba encontrarme algo así por aquí. También impresionan las vistas desde la cima, ya que el desnivel con el terreno es de nada menos que 800m.
Dejamos atrás la sierra de Gredos para poner rumbo a la Sierra de Madrid y llegar a La Cruz Verde, ya que mis compañeros habían oído hablar mucho de ella, así que querían verlo con sus propios ojos. Antes de llegar a la Cruz, rodamos junto al Embalse del Burguillo, el cual cuenta con una isla con una muralla y un castillo medieval. Almorzamos en la Cruz Verde, pese a saber que había mejores lugares para almorzar, digamos que estabamos en el momento y el lugar, así que para no perder tiempo, no lo dudamos.
Hacemos una pequeña visita al exterior de El Escorial y aprovechamos para hacernos unas fotillos. Mis colegas alucinan con el tamaño del Escorial.... como es lógico.
Siguiente objetivo, puerto de La Morcuera... y lo pillamos recien asfaltado! Pese a ser carretera estrecha, disfrutamos muchísimo de la subida y la bajada. Fue toda una gozada. Les "jodimos" el chiringuito a unos chabales que estaban grabando algo en medio de la carretera, en plan profesional, con muchas cámaras, puesta en escena y tal... parecían estudiantes de tema cine... nos oyeron las motos a lo lejos y desmontaron el chiringuito a todo correr para apartarse jajaja pobrecicos
Seguimos con el camino, y como soy muy fan del tema arquitectura, me maravillo con el Viaducto de Lozoya y su peculiar configuración de arcos.
Para lo que quedaba de día, decidimos hacer una ruta circular por la sierra de Madrid sin maletas, así que conseguimos hospedaje en un pueblo pequeño llamado Serrada. El camino hasta allí nos sorprendió muchísimo al encontrarnos con trazados sinuosos y recién asfaltados. Muchísimas curvas rápidas entrelazadas... nos emocionamos un montón. Luego nos desprendimos del "lastre" y empezamos la ruta hacia La Puebla de La Sierra, donde pese a la mala calidad del asfalto, las abrumadoras vistas desde la colina de las montañas nos impresionan mucho. Merecía una paradita para sacar el dron y relajarnos. Pasamos por el puerto de la puebla para terminar el día y descansar en la tranquilidad de la sierra.
Día 6
Amanecemos con ganas de conocer el Atazar, una de la carretera más conocidas de la zona. Espectacular la caída de la presa del Atazar. Y un mirador "colgante" sobre el valle. 2 buenas sorpresas con las que empezar la mañana. Parece que a estas vacaciones podríamos llamarlas "la ruta de las presas de españa" porque no paramos de pasar por ellas. Que por cierto, me encantan.
Siguiente objetivo, llegar hasta Cuenca, pero por la tediosa guadalajara. Infinitas tierras llanas, amarillas, en mal estado y bastante aburridas. La verdad que esta parte de la ruta fue bastante aburrida y cansada. Hubo un puerto lleno de "gusanos de alquitrán" en el que el manillar no paraba de darme bandazos en cada curva por ir deslizando los neumáticos en dichos "gusanos". Eso me fatigó mucho mentalmente. La verdad es que no tengo mucho que destacar de la zona de Guadalajara.
Llegamos a Cuenca. Cómo me gustan las ciudades con arquitectura histórica! Murallas, edificios antiguos y cosas particulares como las casas colgantes. Disfrutamos de un paseo por su casco histórico. Me encantó encontrar un mirador hacia la hoz del río huecar con unas vistas maravillosas. Una pena que el puente de hierro estuviera cerrado por obras. Tuvimos que admirarlo desde lejos.
Enlace a las rutas de los días 5 y 6.
1- https://bit.ly/3ybyogW
2- https://bit.ly/31AhVqY
3- https://bit.ly/3F02upK
Vídeo de los días 5 y 6
Día 7
Salimos de Cuenca y emprendemos la ruta por la serranía dirección Albarracín. IMPRESIONANTE la Serranía de cuenca. El ir por esos valles, con esas paredes de roca a tu alrededor la verdad me gustó muchísimo. Así como los tramos con curvas con buen asfalto, y tramos divertidos y rápidos. Fue una grata sorpresa. Desconocía por completo Albarracín, sólo conocía el nombre, así que la sorpresa de encontrarnos un pueblo incrustado en una roca, nos dejó con la boca abierta. Y el túnel cavado en la roca, atravesando el pueblo por debajo, más de lo mismo. Por desgracia no pudimos pasearnos por sus calles ya que la entrada a vehículos está limitada a residentes y autorizados por lo que nos sacamos unas fotos desde abajo y contemplamos el pueblo "a lo lejos". Buena sorpresa ver al irnos la pedazo de muralla que tiene. Está claro que Albarracín es un enclave en el que hacer noche y poder disfrutar mejor de sus calles.
Continuamos por las carreteras de Cuenca, esta vez rumbo Guadalajara. Los contrastes de la tierra son muy notorios. Pasamos del verde, al naranja, al amarillo, y al NEGRO. Paredes de roca negra junto a la carretera, pensando que era ceniza de un antiguo incendio pero estábamos muy equivocados.
A partir de aquí la carretera se vuelve un poco más aburrida, hasta llegar al embalse de entrepeñas, donde bordeandolo, volvemos a disfrutar de unas curvas, y algo de sombra. De aquí pasamos a la divertidísima N-204, con la "pena" de ser una nacional, con lo que ello implica, más controles, más tráfico, menos diversión. También nos encontramos con los tan conocidos campos de lavanda! Eso sí que no me lo esperaba. Una pena que estuvieran aún algo grisaceos y no los pillamos en pleno estallido de color...
Llegamos hasta Jadraque, donde bajando desde la meseta, se contempla una bestial llanura, y donde el majestuoso Castillo de Jadraque domina el paraje. A partir de aqui las carreteras son un poco más tortura. Mal asfalto, muy estrecho, carretera muy pesada para rodar durante tantos kilómetros. Lo único bonito que nos dejó esta zona fue el precioso atardecer junto a los molinos eólicos gigantes. Por suerte, hacemos noche en El Burgo de Osma, donde el hotel tiene un Spa del que disfrutaremos al día siguiente.
Día 8
Salimos "renovados" del Burgo de Osma, con ganas de conquistar el Cañón del Rio Lobos. En la cima conseguimos avistar unos cuantos buitres de considerable tamaño. Disfrutamos un poco de la tranquilidad del lugar, sólo perturbada por los sonidos de los escapes de las motos al pasar, ya que es una zona motera muy conocida. Nos hacemos la foto de turno y continuamos.
Nos metemos de lleno en los bosques de Soria. Los cuales realmente, impresionan mucho. SIempre pensé que fuera de Euskadi no había tanto árbol. Cuán equivocado estaba! Kilómetros y kilómetros de frondosos bosques, y también de incesantes aserraderos! Por suerte la sombra de los árboles nos dan algo de tregua con el calor. Enlazamos parte de la ruta de los 3 valles, donde el asfalto de la sierra de la demanda pide un renovado urgente. Toca sufrir un poco hasta llegar a la LR-113, carretera a Nájera. Para finalmente coronar el puerto de Herrera, y despedirnos de la aventura.
3000km, 8 días, muchas curvas, muchas risas, y muchísimos sitios nuevos conocidos. Viajar así en moto, da verdadero gusto. Nos vemos en las próximas aventuras!
Vídeo de los días 7 y 8
Enlace a las rutas
1- https://bit.ly/3F02upK 2- https://bit.ly/3tSFEyn 3- https://bit.ly/3fRVAZl
En verano pude hacer un viaje que me gustaría compartir con todos vosotros. Nos juntamos 4 amigos para recorrernos la mitad norte de la península ibérica. Tenía pendiente conocer muchos sitios de los que tanto había oído hablar, y de una tacada pude tachar muchos de la lista.
Pantallazo de la ruta aquí.
Día 1
Salimos de Euskadi para empezar la ruta por todo lo grande, los Valles Pasiegos. Cualquier ruta que se precie desde Euskadi hacia el Oeste, ha de pasar por los Valles Pasiegos. Por suerte, el día está nublado pero nos perdona en estos valles, y podemos disfrutar de las vistas desde el alto de las Estacas de Trueba. Continuamos por el Puerto del Escudo, disfrutando y quitando un poco la carbonilla de los escapes, para acabar comiendo en Arija, junto al Embalse del Ebro. Nos habíamos pertrechado con unos bocadillos de tortilla de patata y una torta de manteca en una de las paradas para tomar café, no pudimos resistirnos a probarla.
Junto a la mesa que nos sentamos para comer, había un señor de unos 65, con el cual estuvimos conversando un buen rato. Pastor, llegó a ser "la voz del pastor" en el evento anual de Madrid, y nos enseñó todo orgulloso su foto con el actual Rey de España. Se conocía al dedillo todas las montañas del alrededor y le estuvimos comentando la ruta.
Continuamos hasta Reinosa, donde se nos une el 4º integrante del grupo, y se nos va al "traste" la suerte con el clima. Desde el balcón de La Cardosa, hasta la Hermida, kilómetros y kilómetros de densa niebla... por la cual tuvimos que rodar muy lento, haciéndonos llegar a destino, alrededores de Riaño, sobre las 9 de la noche. He de decir que rodar en atardecer por el pantano de Riaño fue todo un regalo para la vista.
Hicimos noche en Larios, donde no pudo faltar los comentarios sobre la ginebra...
Día 2
Con las expectativas muy altas sobre las carreteras y los paisajes que vamos a ver, nos alegró muchísimo ver el cielo despejado desde primera hora de la mañana. Pudimos conquistar puertos muy típicos como el de Las Señales y Tarna, y maravillarnos con el Embalse del Porma.
Tenía muchísimas ganas de poder enseñar a mis amigos los Valles de Luna. Un lugar "mágico", no sólo por el nombre, sino por el color de las montañas y laderas. Además de unas carreteras con un trazado espectacular. Tras el valle, seguimos el cauce del río Sil durante un sinfín de kilómetros, disfrutando de muy buen asfalto y curvas de ensueño.
Llegando a O Barco, Galicia, tomamos un desvío de última hora, el cual nos sorprendió a todos por el pleno acierto de la carretera, tanto por vistas como por trazada, coronando así el Alto da Portela. Tras el asombro, no salimos de uno para entrar en otro. Acabamos en un pueblo llamado Prada, que también dio lugar a unas cuantas bromas. Y dejarnos pasmado con su embalse, y lo que podría ser un enclave secreto para realizar experimentos con zombies o algo turbio
la verdad que dio muy mal rollo.Y llegamos ya por fin a nuestro destino de este segundo día, La Puebla de Sanabria, donde hacemos noche en un edificio del siglo XVII, y nos dejamos engatusar por las angostas calles medievales de su casco antiguo. Y ya de paso, aprovechar a meternos entre pecho y espalda un buen cachopo, para recuperar fuerzas.
Os dejo el enlace al vídeo de estos 2 días aquí abajo.
Día 3
Salimos de La Puebla de Sanabria y nos metemos de lleno en la Zamora profunda, la cual nos sorprende con trazados bonitos, y carreteras con asfalto en buen estado. También la cantidad de pueblos pequeños, en los que a lo lejos parecen los pueblos de la "España vaciada", pero en cuanto te adentras, te sorprende con chozas remodeladas, nuevas y con muy buena pinta. Llegamos al Puente de Requejo, el cual nos impresiona mucho, no sólo por su apariencia metálica antigua, sino por el paraje donde se sitúa. Las Arribes del Duero empiezan a darse a conocer.
Seguimos sorprendiéndonos a los pocos kilómetros con la espectacular Presa de la Almendra, la cual me asombra con su magnitud y colosidad. La longitud de la misma es abismal. Lugar de obligada parada, ya que además dispone de zonas de parking para parar y alucinar.
Seguimos la ruta hacia las Arribes del Duero, con parada el Mirador del Fraile, el cual estaba vallado por un desprendimiento. El día de hoy se tercia espectacular, ya que tanta naturaleza nos maravilla. Seguimos acompañando al Duero, dando así paso a una de las vistas que más nos gustaron de este día, El Salto de Saucelle.
Ya estamos cerca de nuestro destino final de hoy, Ciudad Rodrigo. Al aproximarnos, las altas murallas nos dejan claro el corte medieval de la ciudad, las cuales por cierto, se pueden recorrer a pie. Durante nuestro paseo por la zona medieval, me sentí como en el vídeo juego de Assasin's Creed. Después de tanto tute, llegó la hora de buscarse dónde comer un buen chuletón y vino de la zona.
Día 4
Salimos con el día gris, definitivamente Mordor nos acompaña. Conquistamos la Peña de Francia, la cual no pudimos "disfrutar" por completo debido a la densa niebla, ya que se supone que lo mejor de este enclave es la altitud a la que se haya, y la diferencia de nivel sobre sus alrededores. Eso sí, la niebla le dio un toque dramático y ténebro al lugar que incluso no le quedaba mal. Nos sorprendimos al encontrarnos 2 escoceses en moto aparcados disfrutando de las vistas. Tras una breve charleta con ellos, llevaban más de 1 semana de ruta por España.... y uno de ellos con una HAYABUSA!!
Almorzamos probando la gastronomía autóctona: "Patatas meneás", cabrito y ternera de la comarca. Seguimos con el siguiente destino, esta vez de paso, Mogarraz, el pueblo de las caras en las fachadas. Atravesamos el casco histórico sin bajarnos de las motos, para poder admirar el lugar pero con cierta prisa, ya que el día se nos ha echado encima por culpa de la niebla de la mañana.
Gracias a la recomendación de un conocido, nos acercamos hasta Riomalo de Abajo, para poder disfrutar del Meandro Melero, maravilla de la naturaleza, el equivalente español "La Herradura" del río Colorado, en Arizona.
Y esta vez, gracias al propio Google Maps por destacar en el mapa una atracción muy interesante, las Ruinas Romanas de Caparra. Tras tanta "atracción" durante el día de hoy, finalmente disfrutamos de muchísima carretera seguida en los últimos kilómetros. Valle del Jerte, hasta arriba de cerezas en plena época de recolección. Me sorprendió mucho la localización de los pueblos en dicho valle, tanto a las laderas del mismo como en la parte más baja.
Tras conquistar el puerto de Tornavacas, finalmente nos quedamos a mitad de la Sierra de Gredos para hacer noche y disfrutar de un poco de tranquilidad.
Enlace al vídeo del día 3 y 4 aquí abajo
Día 5
Salimos de la Sierra de Gredos con un frío del carajo. Aún me sorprende que en pleno principios de JULIO tenga que ponerme el chubasquero de corta vientos durante un buen rato de la mañana. Enfilamos el conocido PUERTO DEL PICO. Me sorprende lo abierta que es la carretera y el terreno. Es un puerto con un trazado muy rápido y muy disfrutón. Seguro que hace las delicias de la Rs. Al llegar arriba ya alucino por completo al encontrarme un antiguo camino del tipo calzada romana, como si estuviera en el Paso de San Gotardo en Suiza. No esperaba encontrarme algo así por aquí. También impresionan las vistas desde la cima, ya que el desnivel con el terreno es de nada menos que 800m.
Dejamos atrás la sierra de Gredos para poner rumbo a la Sierra de Madrid y llegar a La Cruz Verde, ya que mis compañeros habían oído hablar mucho de ella, así que querían verlo con sus propios ojos. Antes de llegar a la Cruz, rodamos junto al Embalse del Burguillo, el cual cuenta con una isla con una muralla y un castillo medieval. Almorzamos en la Cruz Verde, pese a saber que había mejores lugares para almorzar, digamos que estabamos en el momento y el lugar, así que para no perder tiempo, no lo dudamos.
Hacemos una pequeña visita al exterior de El Escorial y aprovechamos para hacernos unas fotillos. Mis colegas alucinan con el tamaño del Escorial.... como es lógico.
Siguiente objetivo, puerto de La Morcuera... y lo pillamos recien asfaltado! Pese a ser carretera estrecha, disfrutamos muchísimo de la subida y la bajada. Fue toda una gozada. Les "jodimos" el chiringuito a unos chabales que estaban grabando algo en medio de la carretera, en plan profesional, con muchas cámaras, puesta en escena y tal... parecían estudiantes de tema cine... nos oyeron las motos a lo lejos y desmontaron el chiringuito a todo correr para apartarse jajaja pobrecicos
Seguimos con el camino, y como soy muy fan del tema arquitectura, me maravillo con el Viaducto de Lozoya y su peculiar configuración de arcos.
Para lo que quedaba de día, decidimos hacer una ruta circular por la sierra de Madrid sin maletas, así que conseguimos hospedaje en un pueblo pequeño llamado Serrada. El camino hasta allí nos sorprendió muchísimo al encontrarnos con trazados sinuosos y recién asfaltados. Muchísimas curvas rápidas entrelazadas... nos emocionamos un montón. Luego nos desprendimos del "lastre" y empezamos la ruta hacia La Puebla de La Sierra, donde pese a la mala calidad del asfalto, las abrumadoras vistas desde la colina de las montañas nos impresionan mucho. Merecía una paradita para sacar el dron y relajarnos. Pasamos por el puerto de la puebla para terminar el día y descansar en la tranquilidad de la sierra.
Día 6
Amanecemos con ganas de conocer el Atazar, una de la carretera más conocidas de la zona. Espectacular la caída de la presa del Atazar. Y un mirador "colgante" sobre el valle. 2 buenas sorpresas con las que empezar la mañana. Parece que a estas vacaciones podríamos llamarlas "la ruta de las presas de españa" porque no paramos de pasar por ellas. Que por cierto, me encantan.
Siguiente objetivo, llegar hasta Cuenca, pero por la tediosa guadalajara. Infinitas tierras llanas, amarillas, en mal estado y bastante aburridas. La verdad que esta parte de la ruta fue bastante aburrida y cansada. Hubo un puerto lleno de "gusanos de alquitrán" en el que el manillar no paraba de darme bandazos en cada curva por ir deslizando los neumáticos en dichos "gusanos". Eso me fatigó mucho mentalmente. La verdad es que no tengo mucho que destacar de la zona de Guadalajara.
Llegamos a Cuenca. Cómo me gustan las ciudades con arquitectura histórica! Murallas, edificios antiguos y cosas particulares como las casas colgantes. Disfrutamos de un paseo por su casco histórico. Me encantó encontrar un mirador hacia la hoz del río huecar con unas vistas maravillosas. Una pena que el puente de hierro estuviera cerrado por obras. Tuvimos que admirarlo desde lejos.
Enlace a las rutas de los días 5 y 6.
1- https://bit.ly/3ybyogW
2- https://bit.ly/31AhVqY
3- https://bit.ly/3F02upK
Vídeo de los días 5 y 6
Día 7
Salimos de Cuenca y emprendemos la ruta por la serranía dirección Albarracín. IMPRESIONANTE la Serranía de cuenca. El ir por esos valles, con esas paredes de roca a tu alrededor la verdad me gustó muchísimo. Así como los tramos con curvas con buen asfalto, y tramos divertidos y rápidos. Fue una grata sorpresa. Desconocía por completo Albarracín, sólo conocía el nombre, así que la sorpresa de encontrarnos un pueblo incrustado en una roca, nos dejó con la boca abierta. Y el túnel cavado en la roca, atravesando el pueblo por debajo, más de lo mismo. Por desgracia no pudimos pasearnos por sus calles ya que la entrada a vehículos está limitada a residentes y autorizados por lo que nos sacamos unas fotos desde abajo y contemplamos el pueblo "a lo lejos". Buena sorpresa ver al irnos la pedazo de muralla que tiene. Está claro que Albarracín es un enclave en el que hacer noche y poder disfrutar mejor de sus calles.
Continuamos por las carreteras de Cuenca, esta vez rumbo Guadalajara. Los contrastes de la tierra son muy notorios. Pasamos del verde, al naranja, al amarillo, y al NEGRO. Paredes de roca negra junto a la carretera, pensando que era ceniza de un antiguo incendio pero estábamos muy equivocados.
A partir de aquí la carretera se vuelve un poco más aburrida, hasta llegar al embalse de entrepeñas, donde bordeandolo, volvemos a disfrutar de unas curvas, y algo de sombra. De aquí pasamos a la divertidísima N-204, con la "pena" de ser una nacional, con lo que ello implica, más controles, más tráfico, menos diversión. También nos encontramos con los tan conocidos campos de lavanda! Eso sí que no me lo esperaba. Una pena que estuvieran aún algo grisaceos y no los pillamos en pleno estallido de color...
Llegamos hasta Jadraque, donde bajando desde la meseta, se contempla una bestial llanura, y donde el majestuoso Castillo de Jadraque domina el paraje. A partir de aqui las carreteras son un poco más tortura. Mal asfalto, muy estrecho, carretera muy pesada para rodar durante tantos kilómetros. Lo único bonito que nos dejó esta zona fue el precioso atardecer junto a los molinos eólicos gigantes. Por suerte, hacemos noche en El Burgo de Osma, donde el hotel tiene un Spa del que disfrutaremos al día siguiente.
Día 8
Salimos "renovados" del Burgo de Osma, con ganas de conquistar el Cañón del Rio Lobos. En la cima conseguimos avistar unos cuantos buitres de considerable tamaño. Disfrutamos un poco de la tranquilidad del lugar, sólo perturbada por los sonidos de los escapes de las motos al pasar, ya que es una zona motera muy conocida. Nos hacemos la foto de turno y continuamos.
Nos metemos de lleno en los bosques de Soria. Los cuales realmente, impresionan mucho. SIempre pensé que fuera de Euskadi no había tanto árbol. Cuán equivocado estaba! Kilómetros y kilómetros de frondosos bosques, y también de incesantes aserraderos! Por suerte la sombra de los árboles nos dan algo de tregua con el calor. Enlazamos parte de la ruta de los 3 valles, donde el asfalto de la sierra de la demanda pide un renovado urgente. Toca sufrir un poco hasta llegar a la LR-113, carretera a Nájera. Para finalmente coronar el puerto de Herrera, y despedirnos de la aventura.
3000km, 8 días, muchas curvas, muchas risas, y muchísimos sitios nuevos conocidos. Viajar así en moto, da verdadero gusto. Nos vemos en las próximas aventuras!
Vídeo de los días 7 y 8
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1- https://bit.ly/3F02upK 2- https://bit.ly/3tSFEyn 3- https://bit.ly/3fRVAZl
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