C
Candiman
Invitado
Un hombre mas pobre que las ratas deseoso de echar un quiqui se va a un burdel.
La madame le presenta a varias chicas imponentes pero cuando pone el precio el pobre hombre dice que son caras para sus posibilidades. La madame llama a otro grupo de chicas con inferior caché pero nuevamente el hombre las rechaza por caras. Ya un tanto cansada la madame le pregunta que cuanto quiere gastar. . . seis euros responde el pobre.
Roberto acompaña a este señor con la peineperdío. . . grita la madame. Roberto agarra al hombre de un brazo y con paso decidido le lleva hasta una habitación con poca luz cierra la puerta y se marcha.
El pobre se queda mirando atónito una mujer de mediana edad que desnuda en la cama y con las piernas entreabiertas le ofrecia comerse el pastel. Como un perro hambriento se tira a comer con desespero. Al momento levanta la cabeza y pasándose la mano por los labios exclama ¡¡¡ ladillas ¡!! A lo que responde con voz aguardientosa la fulana ¿ y que quieres por seis euros, pulpo a la gallega ¿.
La madame le presenta a varias chicas imponentes pero cuando pone el precio el pobre hombre dice que son caras para sus posibilidades. La madame llama a otro grupo de chicas con inferior caché pero nuevamente el hombre las rechaza por caras. Ya un tanto cansada la madame le pregunta que cuanto quiere gastar. . . seis euros responde el pobre.
Roberto acompaña a este señor con la peineperdío. . . grita la madame. Roberto agarra al hombre de un brazo y con paso decidido le lleva hasta una habitación con poca luz cierra la puerta y se marcha.
El pobre se queda mirando atónito una mujer de mediana edad que desnuda en la cama y con las piernas entreabiertas le ofrecia comerse el pastel. Como un perro hambriento se tira a comer con desespero. Al momento levanta la cabeza y pasándose la mano por los labios exclama ¡¡¡ ladillas ¡!! A lo que responde con voz aguardientosa la fulana ¿ y que quieres por seis euros, pulpo a la gallega ¿.
