Hacía unos cuantos años que no viajaba de Jerez a Asturias en moto y ya tenía ganas de volver a hacerlo. Pero cuando consulté los mapas y vi que casi toda la Ruta de la Plata es ahora autovía me temí lo peor. He visto casos de como, al construir una autovía, la carretera original desaparece o queda convertida en una infame vía de servicio, mal mantenida y con múltiples interrupciones del trazado que la hace impracticable.
Así que me llevé una muy grata sorpresa cuando comprobé que el trazado de la antiguan N-630 sigue en su mayor parte intacto y, lo mejor de todo, prácticamente desierto. Es una ruta que siempre me ha encantado para ir en moto, con sus cambios de paisaje y todos esos pueblos que hay que atravesar. La única pega era el tráfico, en algunos tramos bastante intenso, con esos camiones que siempre te encuentras en las mejores zonas de curvas y que es imposible adelantar sin jugarte el pellejo o la cartera.
Pero esta vez ha sido como un sueño: ¡tener toda la carretera prácticamente para mí solo! Apenas algún coche de vez en cuando, camiones contados con los dedos de una mano y, como no, unas cuantas motos que seguro estaban disfrutando lo mismo que yo.
Porque no recuerdo haber disfrutado tanto en un viaje y haber experimentado tan plenamente esa sensación de libertad que da hacerlo en moto.
Y lo mejor es que todavía me queda el viaje de vuelta.
V'sss
Picander
Así que me llevé una muy grata sorpresa cuando comprobé que el trazado de la antiguan N-630 sigue en su mayor parte intacto y, lo mejor de todo, prácticamente desierto. Es una ruta que siempre me ha encantado para ir en moto, con sus cambios de paisaje y todos esos pueblos que hay que atravesar. La única pega era el tráfico, en algunos tramos bastante intenso, con esos camiones que siempre te encuentras en las mejores zonas de curvas y que es imposible adelantar sin jugarte el pellejo o la cartera.
Pero esta vez ha sido como un sueño: ¡tener toda la carretera prácticamente para mí solo! Apenas algún coche de vez en cuando, camiones contados con los dedos de una mano y, como no, unas cuantas motos que seguro estaban disfrutando lo mismo que yo.
Porque no recuerdo haber disfrutado tanto en un viaje y haber experimentado tan plenamente esa sensación de libertad que da hacerlo en moto.
Y lo mejor es que todavía me queda el viaje de vuelta.
V'sss
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