Un cliente de la empresa en la que trabajo con el que he hecho muy buenas migas (y además es Lambrettista como yo) se ha hecho con una unidad del 79 (ya sin esa pata de arranque y con llantas Comstar), y después de una exhaustiva puesta a punto mecánica y estética (mucho pulimento y trapito), ahora tiene este bombón. Está encantado con el motor y su finura, y se lamenta de que pesa (y ocupa) como un camión... . En fín, una preciosidad.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.