Sííííííííííííí!!!!!! Ya lo creo. En aquellos supuestos en los que uno se considera absolutamente imprescindible en su empresa también, es más, con más razón . Que se quede otro de guardia al teléfono y así sabremos qué tan bueno es cuando le toca resolver al que ve los toros siempre desde la barrera. Con el jefe supremo idem eadem.