MADE IN JAPAN

Al final del relato me gustaría conocer tu opinión sobre la forma de circular,la facilidad para aparcar, gratis,de pago...

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Me resulta curiosa la forma de sujetar las ramas del árbol, eso si pedazo ramas que tiene el arbolito menudo grosor.

Muchas gracias el relato como las fotografías son fascinantes.
Así es, no solo en lugares donde la gente los pueda apreciar, también en medio de campos de arroz o una planicie que se ve desde la carretera.
El apuntalar arboles o ramas de estos, es una práctica muy común en este país.
 
Hida -Takayama - Matsumoto

Madrugamos para adentrarnos en los Alpes japoneses. Una impresionante zona montañosa salpicada de pueblos espectaculares, de gargantas y valles profundos con ríos de aguas claras, estaciones de esquí y, por supuesto, de una carretera estrecha y serpenteante que quita el hipo. El fresco de la mañana se alterna con un cielo seminublado que potencia, aún más si cabe, los colores. El rugido del río nos acompaña por la carretera que se aferra al pecho de la montaña. Tanta belleza nos sobrecoge, no es necesario hablar… tan solo respirar cada segundo para que el paisaje y sus sonidos se queden grabados en la retina.

Llegamos a la tradicional aldea de Hida, en realidad es un museo al aire libre que contiene decenas de auténticas casas tradicionales que fueron desmontadas en otros lugares de la región y trasladadas cerca de Takaysna en un marco natural incomparable. Las viviendas son ejemplo de la arquitectura “Gasshō-zukuri”, una muestra de la adaptabilidad al entorno donde priman los duros inviernos. Sus inclinados tejados de paja a dos aguas reciben el nombre de gassho-zukuri, dicen que representan dos manos unidas orando aunque la realidad es que este diseño es perfecto para evitar los acúmulos de nieve. Otra leyenda nos cuenta que en un pequeño templo de madera hay una gran campana traída desde otro templo de la región. Dicen que si la haces sonar y pides un deseo mientras dura el eco, se cumple… nos vamos con nuestro deseo a seguir disfrutando de esas trepidantes carreteras en ese hasta llegar a Matsumoto.

Estaba deseando ver su castillo, desde que estuvimos planificando el viaje es mi favorito.

El Castillo de Matsumoto esuno de los más antiguos y bellos de Japón, además, es uno de los pocos castillos japoneses originales que existen hoy en día. Este impresionante castillo, también conocido como el Castillo Negro o del cuervo, debido a su color oscuro que le da un aire de misterio, fue construido a mediados del siglo XVI y lo más característico del castillo es su impresionante estructura basada en la estrategia militar. Es una auténtica fortaleza inexpugnable que la hizo prácticamente imposible de conquistar. Nos encantó el contraste blanco y negro de sus muros espesos, el agua verdosa del foso que lo rodea, habitado por carpas gigantescas, y ese llamativo puente rojo ejercen una atracción especial que nos atrapaba.

A la salida del castillo un guerrero Samurai hizo las delicias de las pocas personas que estábamos por allí regalándonos parte de su historia y posando para una fotografía a cambio de una sonrisa.

Nos alejamos del castillo volviendo la vista atrás para buscar entre sus ventanucos los vozarrones salobres de los aguerridos samurais.

Partimos de Matsumoto cruzando pequeños campos de arroz que amarilleaban la tarde entre fanegas de agua y nubes de algodón de azúcar.

Qué maravilloso es Japón y su gente…

Buenas noches, toca descansar que aquí son siete horas más.

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Curioso el alto nivel de cortesía que puede apreciarse en el dibujo del policía justo antes de la pequeña desviación por obras: ¡¡haciendo una leve inclinación de cabeza!!

Muy bonito todo :)

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Impresionantes fotos (qué gusto todo ordenado y en armonía) lo único que me rechina es el lío de cables sin soterrar, y bonito relato. Gracias.
Supongo que al final nos daréis mas detalles, pero me adelanto. ¿Qué tal el idioma? Con inglés se puede funcionar mínimamente? El alojamiento lo lleváis cerrado con la ruta predefinidla o un poco a la aventura.? También si nos podéis indicar algo de bibliografía sería fantástico.
 
Curioso el alto nivel de cortesía que puede apreciarse en el dibujo del policía justo antes de la pequeña desviación por obras: ¡¡haciendo una leve inclinación de cabeza!!

Muy bonito todo :)

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La cortesía y la amabilidad de este pueblo, excepcional, es algo de lo que hablaré al final de la crónica, también de su facilidad para cabrearse, que es capitulo aparte....
 
Última edición:
Impresionantes fotos (qué gusto todo ordenado y en armonía) lo único que me rechina es el lío de cables sin soterrar, y bonito relato. Gracias.
Supongo que al final nos daréis mas detalles, pero me adelanto. ¿Qué tal el idioma? Con inglés se puede funcionar mínimamente? El alojamiento lo lleváis cerrado con la ruta predefinidla o un poco a la aventura.? También si nos podéis indicar algo de bibliografía sería fantástico.

Gracias, te comento...

- El cableado es siempre aéreo, es muy difícil encontrar cableado soterrado, al final te acostumbras.

-El inglés, es más difícil aún encontrar gente que hable inglés que cableado soterrado... hay quien habla, si, pero solo en grandes ciudades y personal dedicado al turismo... pero no te salgas de las cuatro frase básicas. En el momento que dejas las grandes ciudades, prácticamente no habla nadie. Incluso en los hoteles, a sido necesario un translator para comunicarnos.

- Los hoteles eran todos con reserva previa y ruta predefinida, antes de salir de aquí, sabíamos lo que queríamos ver cada día y la ruta que realizaríamos a diario.
 
La ruta Nakasendo - Hikone – Kioto

Hoy hemos madrugado para motear el extremo sur de los Alpes Japoneses, el corazón del Japón ancestral recorriendo la mítica Ruta Nakasendo que significa “camino entre montañas”. Un antiguo camino en el valle del Kiso que conectó Kioto con Tokio repleto de senderos serpenteantes, aldeas históricas y paisajes montañosos que cuentan historias de samuráis, comerciantes y viajeros del pasado.

Nosotros lo hemos recorrido en moto pero si se hace a pie es una auténtica maravilla porque la ruta conserva tramos que son verdaderas joyas! naturales que van desde Magome a Tsumago.

Es el auténtico Japón rural donde el tiempo ha quedado atrapado en su propio reloj de arena. Seguimos nuestra hoja de ruta hasta Hikone para ver el castillo situado en un monte a orillas del Lago Biwa.

El castillo se eleva sobre una pendiente con 400 escalones y una tremenda rampa en espiral que bordea el monte donde se alza el torreón principal. Esta pendiente en espiral facilitaba la defensa del castillo en caso de asalto, permitiendo disparar con arcos y flechas desde los puntos defensivos estratégicamente situados en el interior del castillo. Estábamos a 34°, el calor se hace bastante poco soportable porque va acompañado de una humedad cansina que provoca que la ropa se adhiera al cuerpo como la piel de un anfibio.

Nos sentamos en un área de descanso climatizada con agua pulverizada que apenas refresca. El castillo es un pequeño tesoro que ha aguantado los embates de los señores de la guerra y luce sus mejores galas.

Reponemos el líquido perdido y bajamos bordeando el Iago hasta llegar a Kioto. Una ducha fresquita y nos vamos al famoso distrito de Gion, el barrio de las Geishas.

Dar un paseo al atardecer por las angostas calles de tradicionales casas de té es toda una experiencia.

El lugar estaba muy concurrido de turistas ávidos en la caza de una geisha auténtica… conforme pasa el tiempo sabemos que es buscar una aguja en un pajar y empezamos a caminar sin rumbo fijo disfrutando de los pequeños restaurantes con sus llamativos farolillos rojos encendidos anunciando que estaban abiertos.


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Todo muy bonito, cuidado y con mucho gusto (como si no faltara ni sobrara nada): una delicia pasear por todo ese entorno...

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Todo muy bonito, cuidado y con mucho gusto (como si no faltara ni sobrara nada): una delicia pasear por todo ese entorno...

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El cuidado y la limpieza es obsesivo, como detalle la siguiente foto...

La segunda mañana en Tokio, amaneció lloviendo a mares, la imagen es del paseo que da al templo Senso-Ji, si os fijáis en el detalle, llueve... llueve... sin embargo hay dos operarios con sus impermeables trabajando, uno con una kartcher y el otro, de rodillas con un cepillo, dándole a las separaciones de las baldosas.

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Kioto

Hoy nos levantamos muy motivados para visitar mi santuario favorito, el Fushimi Inari Taisha. Más allá de sus célebres puertas rojas, hablamos de uno de los más grandes referentes culturales y religiosos de todo Japón.
Recorrer a solas este hermoso santuario que cuenta con más de 1.300 años de historia es misión imposible. Está dedicado a Inari, el dios del arroz y patrón de los comerciantes, ya que en la antigüedad se asociaba tener una buena cosecha de arroz con la prosperidad en los negocios
Sus más de mil puertas torii de color bermellón para que “espanta entes y demonios”. conforman un camino de 4 Kms. Cargado de una gran espiritualidad al recinto.. Los fieles donan los torii para solicitar y agradecer los favores de la deidad Inari creando así un recorrido lleno de misticismo en perfecta simbiosis con el bosque.
Según una leyenda japonesa, se cree que los torii son indestructibles, ya que se les ha encontrado de pie después de desastres naturales como los tsunamis, sismos y guerras.
Nos despedimos de nuestro santuario para dirigirnos a Kiyomizu-dera, el templo del “agua Pura” construido en una colina que ofrece unas magníficas vistas de Kioto enclaustrado en un bosque rodeado de manantiales de agua. Es típico ver parejas y grupos de mujeres vistiendo su tradicional kimono y chanclas de madera. suben a los templos para sacarse bonitas instantáneas que se quedan el recuerdo.
el Pabellón Dorado llamado así o que lo exterior está recubierto de pan de oro. El templo coqueto se refleja en un precioso estanque llamado Espejo de agua que recoge su sombra también dorada. Pasear su pequeño bosque seguidos por su mirada inquieta es un placer para los sentidos.
El calor aprieta y nos desplazamos al siguiente punto buscando las sombras… el bosque de bambú de Arashiyama en el popular distrito de Sagano donde los bambúes alcanzan una altura colosal. Está especialmente concurrido y cuesta sacar una fotografía para el recuerdo.
Durante el camino vemos algunas parejas pasear en los típicos “Rickshaw” que son un carro ligero de dos ruedas que se desplaza por tracción humana a pie… con tanto calor no puedo entender que gusten de llevar a un joven corriendo tirando del vehículo para darles el gusto… sé que es su forma de ganarse la vida pero… yo no lo haría…
Paseamos por el puente de Arashimata y sus calles tradicionales reconvertidas en tiendas de souvenirs para comprar algún detalle… me resulta increíble que en ningún lugar de los visitados haya ni una sola papelera en la calle y tampoco haya ni un papel, ni caquitas de perro en el suelo… ¿civismo? yo creo que sí. La gente se siente muy orgullosa de sus pueblos y los cuidan con esmero.
Vamos en busca de la ducha y a descansar.

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UNA CHULADA DE VIAJE!!!
Yo cuando sea mayor quiero ser como vosotros :D

Gracias por hacernos partícipes de tan maravilloso viaje y... tomamos buena nota.
 
UNA CHULADA DE VIAJE!!!
Yo cuando sea mayor quiero ser como vosotros :D

Gracias por hacernos partícipes de tan maravilloso viaje y... tomamos buena nota.
Si si Albert...., Deja deja, que eso le dijo la zorra al gato.... :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
Nara - Osaka

En menos una hora llegamos a Nara, la ciudad de los ciervos. En realidad me estoy refiriendo al parque de Nara, conforme nos íbamos acercando nos quedamos sorprendidos, numerosos ciervos sikas con sus crías deambulaban por las calles, aceras y bosques. Me parecía estar inmersa en un paisaje bucólico, rodeada de cientos de estos hermosos animales que te demandan atención y galletas de arroz constantemente. Están muy acostumbrados a interactuar con las personas, se dejan acariciar y se acercan sin miedo para morderte la mochila e incluso, hacerse un selfie conmigo. Son animales protegidos que campan en Libertad por el parque porque su religión los considera como mensajeros de las deidades y se encuentran bajo la designación de Monumento Natursl de Japón. Están por todas partes y eso, le da un toque muy peculiar a los dos grandes complejos de santuarios que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1998.

Primero visitamos el icónico santuario de Kasuga Taisha dedicado a la protección de la ciudad de Nara. El intenso color bermellón y los cientos de farolillos dorados de sus templos destacan en el frondoso bosque cuyos caminos se curten con grandes linternas de piedra que dibujan el sendero hasta el santuario principal envolviéndote en una experiencia sintoísta, sobre todo, cuando te adentras en una sala oscura con decenas de farolillos iluminados con sinuosas velas. Solo tú, tu respiración y las almas que agitan las velas.

Paseando por el bosque nos dirigimos, acompañados de los ciervos, al impresionante Templo Todai-ji. Con más de 1.200 años de antigüedad, es el edificio de madera más grande del mundo. En su interior nos da la bienvenida el famoso Buda de Nara con sus 16 metros de altura y 500 toneladas de peso que está flanqueado, a ambos lados, por sendos esculturas Bodhisattvas. Recientemente se descubrió mediante rayos X que en la rodilla del Gran Buda se encuentran joyas, perlas y hasta un diente pertenecientes al antiguo emperador Shomu.

Este templo resultó realmente impresionante y de una belleza extrema por su colorido y por esa armonía espiritual que se respiraba dentro inducida por el humo intenso del incienso.

El día era muy agradable y nos sentamos un ratico en una enorme explanada de césped para escuchar varios grupos de música que tocaban en las esquinas del recinto central.

Y ponemos rumbo a Osaka. El GPS nos llevó por carreteras recónditas y súper estrechas que solo él sabía que existían… cierto es que nos llevó a Osaka pero con alguna vuelta de más.

El calor se aferra a los 38° y nos vamos a visitar el Castillo de Osaka, una preciosidad en un entorno idílico. Una cola de dos horas me quitó la idea de verlo por dentro pero mi cuerpo no daba para más así que, hice las fotos oportunas, lo admiré unís minutos y me bajé hasta la moto donde me esperaba Manolo.

Ducha y descaso hasta el atardecer que nos acercamos a ver el pulmón de vida nocturno de esta gran ciudad, el barrio de Shinshekai. Las fachadas de los restaurantes y comercios sin un espectáculo para la mirada… cenamos allí y a las diez tocaba descanso. El día ha sido emocionante e intenso.

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Adjuntos

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Fascinante todo. Y lo de los cervatillos me ha hechizado...

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Osaka

Segundo día en esta ciudad de grandes contrastes que nos permite conocer las dis caras de un Japón que se deja querer. El Japón más profundo y espiritual que emerge de sus templos budistas y sintoístas o el Japón moderno y consumista que aparca las tradiciones para dar cabida a los excesos mundanos.

A primera hora nos acercamos al santuario Sumiyoshi Taisha fundado en el siglo III, mucho antes de que el budismo llegara a Japón. Está dedicado a la protección de los marineros y viajeros que se desplazan por alta mar. Este santuario fue la puerta de entrada a la Ruta de la Seda en Japón. Suelen venir a pedir protección en su trabajo muchas personas relacionadas con la mar. Tiene un hermoso puente rojo que se refleja en el estanque pausado que libera paz. En este complejo está el Kodama que viene a ser el hogar de los espíritus de los árboles.

Cada día visitamos algún templo y me emociona sentir que cada uno de ellos es diferente, con leyendas diversas y deidades variadas que dan muestra de la riqueza espiritual de este país. No me acostumbro a verlos, me siguen sorprendiendo cada día que pasa.

Hay cientos de templos repartidos por todos los barrios de cada ciudad… a veces vemos la majestuosidad de los grandes santuarios que se mantienen con las dádivas generosas de las familias pudientes pero los hay pequeñitos y humildes, de apenas un metro, donde los menos afortunados se arrodillan a orar con absoluta devoción. Su ritual consiste en acercarse frente a su dios y bajar la cabeza dos veces, dan dos palmadas y rezan para dar gracias o pedir algún favor, vuelven a dar dos palmadas, flexionan la cabeza dos veces y se retiran andando hacia atrás. Es un rito hipnótico que se repite en todos los templos del país nipón.

Cogemos la moto en dirección a la bahía de Osaka. La mayor parte de su superficie son islas artificiales que el hombre le ha expropiado al mar para construir sus centros comerciales y parques temáticos, allí está instalada una enorme noria que ofrece una visión espectacular de la bahía. Con cierta incoherencia, nos acercamos para ver el gigantesco acuario de la ciudad que mantiene en sus tanques un tiburón ballena de enormes proporciones. Digo incoherencia porque nunca me ha gustado ver los animales en cautividad aunque los he visitado.

Había una cola de espera de hora y media para entrar al acuario así que, nos dimos la vuelta con cierta alegría interior.

Nos fuimos al curioso y peculiar santuario de Yasaka Namba. Lo que ha hecho de este santuario un lugar popular es su espectacular salón que funciona de escenario para artes escénicas tradicionales, con forma de la cabeza de un león con la boca abierta para comerse a los malos espíritus.

Llega la hora de almorzar, ya pica el hambre así que nos dirigimos al famoso mercado de Kuramon para probar la comida local. El pescado fresco, el sushi y el marisco son los platos estrellas y los precios son bastante elevados.

Al atardecer nos acercamos al popular barrio de Dotonbori famoso por sus neones, la excentricidad en la decoración de las fachadas de los restaurantes y su animada vida nocturna.

El neón más famoso es el símbolo de la empresa de dulces Glico y se le llama “Glico Man”, representa la figura de un corredor llegando a la meta con los brazos levantados. Por casualidad nos cruzamos con el autómata Kuidaore, un robot muy popular que invita a las familias a comer y disfrutar del barrio Dotonbori. Reconozco que es un poco espeluznante. Los japoneses pueden llegar a ser muy “frikis”.

Paseando por el canal se desata una leve tormenta que clarea el gentío. Nos subimos en la moto y, bajo la suave lluvia que despierta el olor de la tierra ajardinada, nos vamos a descansar. Mañana más Japón en estado puro.

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Qué curiosa la cabina de teléfono y su techo ambientado en el Japón profundo, curiosa también la foto de las cuatro karts delante de vosotros en plena ciudad y por último me gusta la foto de las tortugas.
 
Qué curiosa la cabina de teléfono y su techo ambientado en el Japón profundo, curiosa también la foto de las cuatro karts delante de vosotros en plena ciudad y por último me gusta la foto de las tortugas.
Siiii, en el país mas tecnológico te encuentras aún infinidad de cabinas telefónicas, todas operativas y en perfectas condiciones.
Los karts los he visto en Tokio, Osaka y Kioto, son empresas de tour por la ciudad.
Las tortugas se encontraban en dos estanques dentro de un recinto religioso... se contaban por decenas.
 
Himeji - Hiroshima

Partimos de Osaka con un sol estupendo hasta que las nubes se han enervado vistiendo de claro oscuro el cielo hasta entonces impoluto. Las calles semi vacías de esta gran ciudad nos ha permitido abandonarla con cierta tranquilidad, sin atascos ordenados exentos de pitidos… nuestra ruta nos lleva hasta Himeji para visitar el castillo mejor conservado de Japón, a pesar de tener más de 600 años… Se le conoce como el castillo de la “garza blanca” debido a que en su construcción abunda el color blanco inmaculado, lo que le da un aspecto elegante. Cuando hemos ido a sacar la entrada de acceso nos hemos encontrado con una cola kilométrica, bajo un sol de justicia… así que he sacado las fotos desde fuera del recinto amurallado y nos hemos extasiado con sus blancos muros, su arquitectura, sus caminos serpenteantes y cuidados jardines.

Seguimos nuestro itinerario hasta llegar a la base de un teleférico que nos sube hasta el sagrado Monte Shosha. Existe una pista que te llena poco antes de la cima pero está cortada al tráfico para proteger tan maravilloso entorno natural. En lo alto de este monte se encuentra un místico templo budista semi oculto entre el bosque que lo ha preservado por más de 1.000 años.

Nada más pasar el control de la entrada que cuesta 1.000 yenes nos recibe una enorme campana budista de la Misericordia que hicimos sonar dejando un pequeño donativo mientras formulábamos un deseo. Sonó profundo y sincero.

Recorrimos el bosque animado paseando por el complejo Enogyo-ji. Un conjunto de templos milenarios en un paisaje espectacular y único.

Nos acercamos al Manidem, un impresionante templo de madera construido sobre enormes pilares anclados en una escarpada cuesta que quita la respiración. Su terraza derrama las vistas en un bosque ancestral que huele musgo y lluvia. Continué andando un estrecho sendero que trepaba entre los árboles centenarios hasta llegar a Mitsunodó, un complejo de varios edificios con más de mil años colocados en forma de u en la cima de la montaña formando un gran patio central donde se rodaron algunas escenas de la película “El último samurai”. Todavía puedo ver a Tom Cruise mejorando el inglés de Katsumoto, un samurái rebelde que dedicó su vida a luchar contra las fuerzas que estaban corrompiendo los valores tradicionales de Japón.

Sin duda cumplí con una costumbre japonesa que se llama shinrin yoku (“baños de bosque”). Consiste en visitar en absoluto silencio un bosque, respirar su aliento, observar cada detalle del mismo y escuchar el sonido de sus voces para relajarse e incluso, curar enfermedades…

Descendemos por el peculiar funicular en silencio, con los ojos impregnados de historia y naturaleza para subirnos a la moto buscando Hiroshima. Atravesamos kilómetros y kilómetros de bosques de un verde intenso que zigzaguean los brumosos ríos y las carreteras divertidas que la moto devora con pasión.

Y me pregunto… ¿aquí no hay fuegos? Quizás lo que hay es respeto por lo que nos da vida.

Llegamos a Hiroshima dos horas y media después y empieza a llover dulcemente…

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Adjuntos

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HIROSHIMA-MATSUYAMA

Nos despertamos con algunas nubes grises en la cabeza. Visitar Hiroshima te pega un pellizco en las entrañas y empiezas a maldecir las guerras… todas las guerras sean a donde sean.

Me he acercado a ver su castillo. Es de los pocos que se construyeron en una planicie. La mayoría de los castillos japoneses están construidos en lugares elevados con cuestas empinadísima que quitan el resuello.

El castillo es una réplica del original realizada en 1958 y alberga un museo que recorre la historia de la ciudad antes de los bombardeos atómicos. El castillo está emplazado en la zona afectada por la explosión de la bomba atómica el 6 de agosto de 1945. Aunque no sufrió el impacto directo de la bomba, su efecto expansivo destruyó los travesaños inferiores y los muros de carga, lo que provocó el hundimiento del edificio.

Después nos acercamos al Memorial de la Paz de Hiroshima, conocido como la Cúpula de Genbaku. Está formado por la estructura del único edificio que permaneció en pie en las cercanías del lugar donde explotó la primera bomba atómica. Este sitio no sólo es un símbolo descarnado de la fuerza más destructiva creada por el hombre en toda su historia, sino también una manifestación de los anhelos de paz mundial y de una supresión definitiva de todas las armas nucleares… aunque parece que estamos olvidando la historia… estamos olvidando que las detonaciones provocaron una gran bola de fuego que llegó a 4000 °C de temperatura en un radio de aproximadamente 2 kilómetros, calcinando y destruyendo todo a su paso…

Ver el bullicio alrededor de este edificio me parece una pasada de página, una huida hacia adelante. Seguimos nuestra ruta con el monotema de la guerra a debate, la tenemos tan cerca. Vemos cada día en las noticias como bombardean ciudades, la gente muere de verdad, pierden sus hogares, sus familias… nada será igual pero no cesan porque a los poderosos les interesa. Este lugar invita a reflexionar como de horribles pueden ser los seres humanos y cuánto daño pueden llegar a causar…

Con las reflexiones en la cabeza tomamos un ferry para visitar la bellísima isla de Miyajima y su imponente tori flotante que da entrada por mar al santuario de Itsukushima, construido sobre el agua porque antiguamente la isla era sagrada y solo estaba permitido el acceso a los monjes. La gente mundana de a pie no podía pisar la isla.

Me sigue gustando la imagen bucólica de los ciervos paseando por los recodos de los senderos que conducen a los templos. Nos hemos dado una vuelta en moto por las carreteras trazadas en la cima de la isla como telas de araña que entretejen un bosque selvático de puentecillos comidos por el verdín y la humedad. La moto trepa, curvea y se retuerce segura en cada tramo. Es una bestia del camino y del asfalto.

Comienza a caer la tarde y regresamos en ferry a Matsuyama pero antes, hacemos una parada en ese mar de aguas verdes, ese mar tan cálido y diferente para ver morir el sol. ¡Menudo espectáculo! El mar se torna rojo y las garzas blancas salen del espigón para bichear la cena.

Llega la hora de soñar.

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MATSUYAMA-WAKAYAMA – SHIMAISOBE


El día se presenta muy nublado pero nada va a oscurecer nuestra ruta de hoy que empieza en el castillo de Matsuyama, famoso por ser uno de los 12 castillos originales de Japón que han sobrevivido más o menos intactos. Puedo resaltar que está en la cima del monte Katsuyama, y afortunadamente, se puede llegar a él en teleférico o telesilla. Es un castillo muy amplio que exhibe en sus habitaciones numerosos objetos de arte, caligrafías, armaduras samuráis y espadas. Tiene el olor y el color de la madera curtida en fuego y en mil batallas.

Pasearlo descalza (es de obligado cumplimiento en todos los templos y castillos) escuchando el quejido de sus troncos amaestrados te introduce en otra época, donde el calor de la lumbre y las historias de grandes guerreros de honor impregnaban de orgullo los ojos abiertos de niños y ancianos.

Atravesamos la ciudad para dirigirnos al puerto de Yanai y tomar un ferry que nos llevará al a frondosa y poco conocida región de Wakayama. El corazón espiritual de Japón. Por esta prefectura transcurrieron las milenarias rutas de peregrinación llamadas “Kumano Kōdo” que son Patrimonio de la Humanidad.

En Wakayama nos detenemos para recorrer el Castillo y los exuberantes jardines que rodean esta fortaleza feudal. Aunque los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial destruyeron la mayoría de sus edificios originales, la fiel reconstrucción ha conseguido recrear con éxito su aura de poder. Desde su torre podemos disfrutar de unas excelentes vistas de toda la ciudad.

Empieza a llover a escondidas, muy poquito… lo Justo para que te mojes sin darte cuenta. No importa, ahora vamos a internarnos en el alma del Monte Koya. Ascender con la moto sus sinuosas carreteras entre la bruma y la humedad te transporta a ese tiempo en el que se escuchaba el sonido intenso de la campana para fijar rumbo a la oración casta entre tanta belleza exuberante.

La moto se agarra al asfalto como si fueran uno.

Los bosques bajan a lamer la carretera y las enredaderas de campánulas moradas trepan por los gigantescos árboles formando una cubierta vegetal aérea que impide el paso de la luz… bellísimo.

Llegamos al pueblo de Koyasan y nos recibe la majestuosa puerta Daimon, de más de 25 metros de altura. Conforme vamos andando, cientos de templos, cientos de deidades grandes y pequeñas se van abriendo paso…. Es una algarabía de emociones que despiertan tu yo interior. Todo está en profunda calma, en el lugar que le corresponde. Pasear cada uno de esos templos, sus jardines serenos, sus puentes rojos reflejados en los estanques callados salpicados de nenúfares en flor… acariciar con la mirada el templo Kongobuji, el templo principal del budismo shingon… rodeado de sus íntimos jardines cuidados, junto a la pagoda Konpon Daito que destaca por su estridente color bermellón y el tintineo constante de las campanas mecidas por el viento, es el lugar de entrenamiento secreto en el Budismo esotérico.

Sin duda, el Monte Koya es ese remanso de paz sagrado que serena las presencias y las ausencias… que te invita a la reflexión y a la meditación… que te hace ver que de nada sirve las aspiraciones desmedidas de muchos, cuando lo que está en juego es el equilibrio mundial… en este momento… sólo siento que ni un segundo más… en hacer aquello que no quiero.

Sólo respirar.

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Es todo una auténtica maravilla.

Gracias por compartir vuestro viaje :)

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SHIMAISOBE-HAKONE-TOKYO

Hoy escribo sobre los dos últimos días en moto, en el país Nipón.

Llegamos en Ferry a Shimaisobe tras cruzar toda la prefectura de Wakayama. Una región de bosques infinitos que transmiten sosiego a pesar de esa lluvia intermitente que los mantiene con un vigor que se contagia.

En la cultura del Japón tradicional, las montañas siempre han mantenido una conexión espiritual con la gente. Hay tanta belleza como misterio en las montañas boscosas de Japón, donde se cree que habitan millones de dioses. Incluso si no eres creyente, el regalo que nos ofrece tan generosamente la madre naturaleza es un remedio para curarnos del agotamiento que nos provoca la sociedad en la que vivimos.

Llegamos al templo Hōkō-ji en Hamamatsu, conocido como un lugar para orar por la protección contra el fuego. Para alcanzar el templo tuvimos que caminar por un sendero escurridizo que transcurría por un bosque centenario… Mientras caminábamos junto a un breve arroyo, teníamos la sensación de que cientos de ojos nos observan… y ¡era verdad! Más de 500 pequeñas y antiguas estatuas de piedra se encuentran situadas a lo largo del camino; se dice que si miras con atención, encontrarás una que se parezca a ti. Al finalizar el sendero, un curioso puente de madera de color rojo nos conducía al templo salvando el río.

Me sorprendió estar recorriendo a solas cada estancia y su historia… hay momentos que valen una vida.

Continuamos la ruta hasta Hakone para dar un paseo por el lago Ashi con el Fujiyama como telón de fondo pero… una fuerte lluvia cansina trastocó nuestros planes y solo pudimos hacerles unas fotos a los barcos varados en puerto. Aun así, lo disfruté bastante… el diluvio no me impidió fotografiar el Tori de la Paz junto al lago ni subir al santuario Hakone Jinja, una maravilla a la que se llega tras una larga escalinata de piedra. El santuario tiene una sorprendente fuente cuyas aguas manan frescas de la cabeza de nueve dragones que te siguen con su mirada cansada.

Podría parecer que todos los templos son iguales pero la realidad es que no. Después de caminarlos, sentirlos, respirarlos… puedo decir cada templo tiene su esencia propia, su historia… son únicos e irrepetibles. Cada uno de ellos me ha emocionado y me ha aportado un poco de paz…

Volvemos a la moto, ante la fuerza que ha cogido la lluvia y la llegada de una neblina espesa, viendo que el Monte Fujiyama no se va a dejar ver… decidimos cambiar la ruta de montaña para motear por la costa… el mar lo suaviza casi todo como así fue.

Aprovechamos para mostrar nuestros respetos al Gran Buda de Kamakaura. El segundo más grande de Japón con sus once metros de altura y sus ciento veinte toneladas en bronce, situado en el templo de Kotokuin. Se puede visitar por dentro pero no me pareció adecuado examinar los interiores de un dios…

Nos detuvimos para degustar algunas viandas de la costa y pusimos rumbo a Tokio donde teníamos que entregar la moto antes de las 19:00 horas.

Volvíamos callados sobre Fuji, con ganas de volver pero con el cuerpo repleto de experiencias y sensaciones que no nos han dejado indiferente.

El imperio del sol, el Japón más místico y revelador se ha abierto a nuestro paso para admirar aún más esta cultura milenaria… matizando que no todo es serenidad y perfección…

Hoy estaremos en Tokio y mañana llegaremos a nuestro Huétor Vega… descansados, con la mente sanada y el corazón renovado para seguir respirando.

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D3MIO Muchas gracias, por compartir, enhorabuena por vuestro viaje ¡¡¡ un abrazo.
 
menudo viaje mas chulo, a mi japon me dejó maravillado sin ser yo un friki de la cultura oriental ni mucho menos... Pero la diferencia cultural es abrumadora, capaz de agotar la capacidad de sorpresa...
 
Brutal, sin palabras....

Esperamos esa apreciacion personal y datos. Por que es un viaje como decias en el primer mensaje, que de primeras..... acojona......
 
Japón es el viaje que más me gustó... Y si hubiese podido hacerlo en moto habría sido ya sublime
Me alegro un montón de que hayáis podido hacerlo y de que hayáis disfrutado. Me parece una pasada!
 
Lo desconozco, pero la chica que me informó sobre la moto, antes de entregármela me hizo firmar varios documentos sobre mi responsabilidad relacionada con la moto, entre ellos uno en el que me hacía conocedor de esta situación y me puso delante un pequeño mapa plastificado de Tokio, donde aparecía una de las circunvalaciones de la ciudad en rojo indicándome que de ahí hacia dentro no podía pasar una moto con 2 pasajeros.

Para que los sicarios Yakuza lo tenga más dificil para delinquir desde la moto. Japón parece un país seguro, pero tienes su agujeros negros, el peor que los aborígenes tiene mejor trato ante la ley, y si llevan muchos tatuajes, ya ni te digo.

Pasa igual en muchas zonas de hispanoamérica, donde no se puede llevar a un "parrillero" por si acaso es un malote.
 
Japón, información necesaria…

Para dar por terminada la crónica, no sería posible hacerlo sin antes trasladar mi visión, muy personal, de lo vivido durante estos días y la info de como lo hicimos.

VUELO: Nuestro vuelo, fue de Málaga a Frankfurt - Frankfurt a Tokio (Haneda) ida y de Tokio (Narita) a Zúrich – Zúrich a Málaga, vuelta. De esto poco que decir… de equipaje, dos troley de 90cms de largo donde metimos los cascos, las bolsas interiores para las maletas laterales vario con la ropa que íbamos a utilizar a diario y los trajes, botas, guantes… y una bolsa con los esencial para el vuelo, esta bolsa iría después en el cofre. Las dos troley se quedarían en la tienda de alquiler durante la ruta en moto.

IMPRESCINDIBLE: Al llegar antes de salir del aeropuerto, tres cosas,

- Cambio de divisa, para nosotros el mejor cambio el del aeropuerto, después cambiamos en otros lugares, pero no fueron tan ventajosos como en el aeropuerto.

- Tarjeta de datos, las hay para una semana, dos o un mes, todas con datos ilimitados y son llamadas, la cobertura es buena en todo el país, falla en zonas montañosas.

- Tarjeta SUICA, te permitirá moverte en transporte público (tren, metro, autobús) de manera ilimitada, siempre que tenga saldo (al adquirirla en la máquina expendedora, te solicitará un saldo inicial y cuando necesites recargarla de nuevo, lo podrás hacer en cualquier estación de metro.

GPS: Google Maps, fue nuestra guía durante todo el viaje, lo utilizamos tanto para movernos en transporte público por Tokio (perfecto en todo), como de GPS para la moto, ya que ni Garmin como TomTom no tenían Japón dentro de su lista de países, otros navegadores como Scenic tampoco, solo llegué a utilizar el primer día Sygic, pero lo deseché su uso, ya que me ponía al iniciar la ruta una distancia y un tiempo que al final no era real (me ponía menos y después se hacía eterno), por lo que llegué ese día muy tarde al hotel.

HOTELES: Hay una premisa a tener en cuenta a la hora de hacer reserva (solo si vas con pareja) y es que las camas son muy estrechas aunque te diga Booking o quien sea habitación doble… En nuestro caso el primer día la reserva del primer día era en habitación doble y la cama era de 110 cms…. A partir de ahí, la habitación sería doble, si, pero miraría bien el tamaño de la cama o en su caso camas dobles. Siempre tienes la posibilidad de coger habitación de fumador o no fumador... para los que no somos fumadores, no te equivoques como yo… al día siguiente hasta la ropa olía a tabaco…. Son plantas completas las dedicadas a fumadores o a no fumadores.

IDIOMA: Familiarízate con Google Translator, ya que es muy difícil encontrar quien tenga un inglés fluido, solo en zonas muy turísticas, hay quien mantiene las cinco frases para desenvolverse. En varios hoteles donde nos alojamos, solo con el Translator, nos pudimos entender.

COMIDA: Todo muy fresco, pero también muy repetitivo… Me gusta mucho la comida japonesa, pero cuando llevas una semana con la misma dieta, echas de menos otros productos… Los hoteles donde nos íbamos alojando, no eran turísticos, por lo que nos acogíamos a los desayunos locales… todos tenían buffet, pero ninguno era continental, todos con base de arroz, tres o cuatro sopas miso, huevos duros o crudos, infinidad de salsas, pescado macerado, salchichas muy pequeñas, verdura para diferentes ensaladas… El almuerzo, era donde te pillaba en ruta, que normalmente eran zonas rurales, por lo que la comida también se traducía a un poco más de los mismo y para la cena, siempre había un supermercado cerca del hotel para comprar algo, pero siempre productos muy dirigidos a sus gustos, el sushi, el sashimi y demás, para esas horas había volado…. Pero de todas formas era más de lo mismo. Es como si comes a diario y tres veces al día un buen jamón ibérico y un buen queso manchego… cuando llevas una semana así pides clemencia. No sé si me entendéis?

PRECIOS: Los precios excepto algunos artículos, son mas baratos que aquí, la gasolina 1,20€, la comida, las bebidas Coca-Cola 0,5l - 1€, agua 0,5l - 0,80€, los hoteles igual.

CARRETERAS: En general en buen estado, a no ser que te salgas tanto de la red general que ya tengas dudas de por dónde te estás moviendo, cosas de los GPS, ya sabéis… Al recoger la moto te instalan en ella un transponder para los peajes, imprescindible. Hay peajes para todo o casi todo, para atravesar ciudades, en muchas te encuentras diferentes alturas de circulación y es fácil atravesar la ciudad en una autopista de peaje, moviéndote entre los edificios a una altura de una décima planta con las cristaleras al lado prácticamente, o circular por una carretera de peaje de doble sentido, porque te mete por túneles y evitas puertos interminables y excesivamente concurridos por camiones. Eso sí, en cualquier trazado te vas a sorprender de la belleza de sus paisajes.

GENTES: En general, dos palabras, amabilidad y buen trato, aunque tiene sus matices… Son muy metódicos, si algo tiene cinco pasos, no intentes pasar del tres al cinco… nunca podrás. Como ejemplo, cuando me explicaron el funcionamiento de la moto para su entrega. Tu lo que estas ya en esos momentos es loco por firmar papeles y salir rodando, pero no es así te tienen que explicar el funcionamiento, ya que entra dentro de su protocolo… no le digas que conoces el funcionamiento y que tienes una igual, incluso le explicas algunos truquillos que conoces para dar fe de que esa moto la controlas…. PUES NO!!! Muy amablemente te dice “si si ya ya” y continua su explicación donde la hemos dejado, da igual si le dices que tienes prisa, que te quedan cientos de kilómetros por delante, que tienes que ver muchas cosas, da igual… sigue su proceso hasta el final dure lo que dure. Otro ejemplo, este un poco más desagradable, estando montado en la moto junto a la acera en un lugar de turisteo mientras mi pareja hacía unas fotos, veo que junto a mi una zona de aparcamiento y que a escasos metros de la entrada hay zona para motos, pienso en ponerla ahí y así poder dar un paseo por la zona, entro y se me pone delante un muchacho todo uniformado (allí los uniformes los lleva todo el mundo, guardias jurados, vigilantes ORA, trabajadores empresas diversas… bueno que se me pone delante sin darme opción a avanzar y empieza a gritarme, en su idioma como si le hubiera ofendido en algo, le digo a través de gestos que tranquilo y cual es el problema… pues más ofendido estaba y más gritaba, todo el mundo mirando, le digo que iba a escaso 3 metros que es donde se encuentran las zonas de parking de motos y me dice que nones, que tengo retroceder, le digo que se aparte para dar la vuelta con la moto y me dice que no marcha atrás… (todo esto a voces) bueno, resulta que había entrado por la salida… estábamos cuatro gatos y una visión perfecta de todo el recinto… Cosas de esta gente….

Creo que con esto, podéis haceros una idea del viaje, seguro que me dejo cosas atrás, así que si os surge alguna duda, estaré encantado de resolvérosla.
 
Muy interesantes todas estas peculiaridades de un país que tiene mucho que ofrecer, pero que el que va debe plegarse a ellas y está bien saberlas para ir advertido.

Gracias por todo el conjunto de la crónica ya que ha estado estupenda. Buen destino elegido pues de todo ello se traduce que la balanza se ha inclinado hacia el lado positivo. Enhorabuena por ello...

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Genial la crónica y genial el resumen para hacerse una idea de lo que te puedes encontrar.

Muchas gracias!!!

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Estupenda crónica, muy bien explicada y con magníficas fotos.

Estos relatos nos abren los ojos y nos hacen descubrir que hay muchísimos lugares donde un dia u otro esperamos conocer.

Muchas gracias !
 
Muy buena crónica, al detalle y con datos de interés. Muchas gracias por compartir.
Estupenda crónica, muy bien explicada y con magníficas fotos.

Estos relatos nos abren los ojos y nos hacen descubrir que hay muchísimos lugares donde un dia u otro esperamos conocer.

Muchas gracias !

Muchas Gracias!!!!

Contar historias sobre nuestras propias vivencias es una forma poderosa de conectar con los demás. Ya sea a través de anécdotas, memorias, imágenes o reflexiones personales, las historias nos permiten compartir nuestras emociones y lecciones aprendidas.
 
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