Buenas tardes moteros:
Mientras Jomardi se despedía de la playa, nosotros retomábamos las Tempraneras gracias a la convocatoria de Tino.
Y las retomábamos en la Cruz Verde y rodeados de motos.
No se me ocurre mejor manera de despertar...
Hoy había un montón de madrugadores..., y no venían con nosotros:
Tino le dice a J.P., que nos vamos, y nos fuimos.
Típica ruta pero con recorrido casi inverso, ya que llegamos Cebreros a través de Robledo de Chavela y nos dispusimos a subir Arrebatacapas y El Boquerón para llegar a Ávila, cuando, normalmente, lo hacemos de vuelta.
Del mismo modo, bajamos el puerto de Navalmoral, cuando, normalmente, lo hacemos de subida, y de aquí, eso sí, a la Venta del Obispo:
Veníamos sudando como pollos. Mirad qué pelos:
El del Cisne Negro también iba con el plumaje "arrebatao":
A Kamotillo se le paró la XR al llegar y la volvió a poner en marcha sin ningún problema. Y no lo volvió a hacer:
A la vista de cómo come la XR las gomas, se está replanteando la decisión de comprarse una...
Será por dinero..., ¿verdad J.P.?.
Y nos fuimos acomodando:
Llevamos unas cuantas veces que las revolconas están especialmente increíbles:
Y nos piramos.
Aquí hicimos el recorrido de siempre a Navalacruz.
Como habíamos bajado el puerto del mismo nombre, nos dirigimos a Burgohondo y desde aquí a Navaluenga para hacer el magnífico tramo de las Calas del Burguillo.
Una vez en Cebreros, y para no hacer lo de siempre, Tino nos llevó hacia Hoyo de Pinares y desde aquí a Navalperal de Pinares por el magnífico tramo que hay entre estas tres poblaciones.
Una pasada.
Y llegamos a la gasolinera de la M-505.
Calor hacía, pero la alegría no la perdemos por unas gotas de sudor.
Eso sí, buscábamos la sombra como si nos fuéramos a derretir:
Cruz Verde y Zarzalejo.
Aquí estaban en fiestas con todo preparado para los toros:
Hacía una desesperante eternidad que no los cataba:
Y estaban tan magníficos como parecen.
Nos sentamos en el albero con riesgo de que nos soltaran un miura...
Nos acompañaba Rodolfo Andantihino...
Qué tonto, pero si era Tino que se hizo un "César" en el lavabo del bar...
Allí seguíamos y no veíamos ningún cornúpeta, de momento, y afortunadamente:
Con el calorcito, nos entraba el refrigerio de maravilla, pero la comida, también...
He aquí, jeta frita:
Ya se sabe que las Tempraneras son tan intensas como fugaces, y en un momento nos preparábamos para irnos:
Nos ponemos las gafas y nos vamos:
Muchas gracias a Rodolfo, digo Tino, por la convocatoria.
A los demás por asistir.
Y a Noreo por esas fotos "robadas" que me ha hecho.
Un verdadero placer.
Hemos sudado tinta china de satisfacción.
Hasta la próxima y que sea muy pronto.
V'sssssssssssssssssssssssssssssssssssssss