Re: MANCHEGOS SALIDAS Y COMIDAS VIII ver. 6.0
Hola que hay Manchegos 6.0
Kiliko, si aun sigues interesado en la fotografía, te dejo este articulo de Alfredo Merino en el que da las posibilidades que se deben de tener “Con los componentes a llevar con una cámara”
¿Qué me llevo? :
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No es lo mismo irse a la playa a Alicante un puente que tres meses al Himalaya. Tampoco es igual el forofo de la fotografía que una persona que sólo tira una foto cuando se acuerda.
También es lógico pensar, salvo excepciones, que un reponedor de supermercado no puede disponer del mismo equipo que un directivo de banca. Con esto quiero decir que según a dónde se vaya y según cómo sea cada uno, así será su equipo fotográfico de viaje.
Lo que está claro es que hay que esmerarse a la hora de elegir qué nos llevamos de vacaciones, pues en este periodo es cuando más fotos se hacen en todo el año. Por centrarnos, hablaremos de cámaras réflex. Las compactas no tienen más vuelta de hoja: es una cámara y punto. Una cámara réflex ofrece la posibilidad de elegir sus objetivos. Peso y volumen son decisivos en cualquier viaje. Más en un trekking al Kilimanjaro que en una visita a Roma, pero en ambos casos son determinantes.
Por la sencilla razón de que en una única lente se incluyen varias ópticas, los zoom son más aconsejables que los objetivos de una única distancia focal. Cuál es mejor dependerá de qué vamos a hacer. Paisajes naturales y urbanos se llevan mejor con los angulares; 14-28 mm por ejemplo. Personas quedan mejor con ópticas medias, hasta 120 son idóneos. Para retratar fauna y según qué gentes, son imprescindibles los teleobjetivos, Entre 180 mmm y 300 mm es suficiente.
Un cuerpo de cámara también suele ser suficiente, aunque cuando se viaja a lugares remotos, de esos que se tiene la certeza de que volver va a ser muy difícil, no está de más llevar dos. Imprescindibles varias tarjetas, mejor dos de 2 GB que una de 4 GB, así si una se estropea, no se perderán todas las fotos.
El tema de las baterías es fundamental. Hay cámaras que utilizan pilas estandard y cámaras que sólo funcionan con baterías específicas. También hay otras, que son las que yo prefiero, que admiten ambas posibilidades. En cualquier caso, prever suficientes cargas de repuesto, así como no olvidar los cargadores.
Todo hay que llevarlo en una mochila en la que entre todo sin apretar, que proteja su interior de golpes, polvo, lluvia, nieve y demás agentes nocivos, y que sea cómoda.
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Y para que no digáis que no es un autentico ladrillo
os añado estos otros artículos
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El sensor, corazón de la cámara
Aunque la idea no se soporta científicamente, para todos el corazón es la parte más sensible de nuestro cuerpo. Es allí donde se acumulan los sentimientos, el lugar en el que las cosas nos causan más impresión.
tendiendo a tan singular y ancestral pensamiento, si las cámaras fotográficas tuvieran corazón, éste debiera ser aquella parte donde se graben las impresiones luminosas que le entran por el objetivo. Y así es. Antaño las cámaras tenían corazones de quita y pon. Eran los carretes de película. Hoy lo tienen bien puesto: es permanente, electrónico y está compuesto por píxeles.
Sus dimensiones se expresan en megapíxeles, cada uno de los cuales equivale a un millón de píxeles. Cuanto más píxeles tenga un sensor, más capacidad tendrá de captar los detalles y mejor será la calidad de las imágenes que registre. Lógico y conocido por la mayoría de aficionados a la fotografía. Los hay de 2 o 3, como los que por ejemplo tienen algunos móviles, de 5, 6, 10 o más, ya habituales en las cámaras compactas, y por encima de 12 megapíxeles, como los que incluyen los últimos modelos de las máquinas réflex. No conviene cegarse con esto último.
Incluso para la mayoría de los requerimientos profesionales, un sensor de 10 megapíxeles es más que suficiente. Debe tenerse en cuenta que cuanto más megapíxeles tenga el sensor, más costará el aparato fotográfico. A cambio, mayor cantidad de información generará. Es decir, cada imagen tendrá más detalles y fidelidad.
Como contrapartida, pesará más. Con ello, mover tales imágenes costará más y su almacenaje será también más problemático, necesitándose un ordenador potente y discos duros de gran capacidad. Nada de ello resulta complicado, sólo es más caro.
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Filtros negros
Comentábamos hace unas semanas el importante papel que juegan algunos filtros en la fotografía. Tanto, que algunos de sus efectos son irreemplazables, incluso en la era del Photoshop. No quiero decir con esto que todas las fotografías necesiten el uso de estos elementos. Simplemente que en determinadas circunstancias aportan una calidad mayor a luces y a contrastes.
Ya hablamos de Skylight, polarizadores y ultravioletas. Hoy damos un repaso a los llamados filtros negros, los cuales a pesar de su nombre tienen unas posibilidades fabulosas. También conocidos como filtros grises, su nombre técnico es filtros ND. Existen en diversas densidades, es decir, los hay negros, menos negros y más negros. Tienen la misión de reducir la cantidad de luz que entra a través del objetivo.
Al conseguir esto se consiguedisminuir la velocidad de disparo y, de paso, también la profundidad de campo (lo que sale nítido en la imagen). O sea que con estos filtros se limita lo que, en teoría, siempre se busca en fotografía: que aumenten la luz y que la profundidad de campo sea lo mayor posible.
A cambio logran cosas tan curiosas como resaltar y dar fuerza a un objeto o sujeto determinado, que quedará nítido en una fotografía donde el resto está más o menos difuminado. De esta manera se logra desviar la atención del espectador hacia el mismo.
Otro ejemplo es detener la caída de agua de una cascada y dejarla como si se hubiera helado o estuviese cayendo espuma en vez de agua. Difuminar las olas que llegan a una playa o a una costa, produciendo el efecto espumoso o como si el mar se hubiera transformado en una gelatina.
Esto se consigue al disparar con una velocidad de obturación bastante baja. Es por ello que el uso de estos filtros exige por lo general emplear un trípode, para evitar movimientos indeseables de la cámara. Sea como sea, con estos filtros o con cualquier otro, como polarizadores y ultravioletas, lo importante es conocer cuáles son sus efectos. Sólo de esta manera tendremos claro cuándo podemos emplearlos y cuándo no. Y para saber tales efectos, debemos familiarizarnos con ellos, usarlos bastante. No queda otra.
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Hala hasta luego [smiley=vrolijk_26.gif].
