Hola a todos.
Pienso viajar a Marruecos en Semana Santa con mi vieja r80gs y no me importaría viajar con alguien más que entienda el viaje como una forma de conocimiento y respeto a los demás. Por si os sirve, ahí va mi experiencia en la Semana Santa de 2004.
Salí de Madrid con mi mujer, mi vieja moto (14 años y 190.000 kms) y todo el equipaje, tienda de campaña incluida. Pasamos desde Almería a Mellilla. No lo recomiendo porque no había camarote y no pegamos ojo en toda la noche. (Es mejor cruzar desde Algeciras a Tanger y resolver el papeleo en el barco).
Desde Melilla, directo al desierto, hacia Midelt.
La primera noche la pasamos en un maravilloso hotel aislado en medio de las gargantas del Ziz. No tiene pérdida. (Absolutamente recomendado: las estrellas se te caen encima por la noche y cuesta 15 euros por persona, incluyendo una magnífica cena y el desayuno).
De allí a las dunas del Erg Chebbi. Aquí, cuidado: el desierto está lleno de macarras destrozando todoterrenos, quads y motos. Pero cerca de las dunas hay algunos poblados de gente nómada, que todavía mantienen los usos y costumbres tradicionales. Son gente maravillosa con los que merece la pena pasar el día.
Pasamos la siguiente noche en un hotel de bereberes al pie de la duna más grande. Hay varios y se puede elegir.
Tercer día: de Erg Chebbi a Zagora. Aquí empezaron los problemas, porque la carretera hasta Tazzarine está asfaltada, pero desde ahí hasta Zagora la pista es complicada. Siguiendo la recomendación de que es mejor que el gps es el msc (moro sabe camino), hicimos caso a un morito en mobilette que nos dijo que Zagora estaba a 60 Kms y nos metio por una pista, se dio la vuelta a los pocos kilómetros y, ¡la pista desapareció!
Sin mucha dificultad, logramos orientarnos por el sol y por algunas rodadas sueltas de algún camión (no llevamos gps), pero a las tres horas de viaje nos encontramos en una aldea perdida, en medio de ningún sitio. El sitio era espectacular, pero los paisanos no tenían absolutamente nada (ni electricidad, ni medicinas, ni médicos, ni un sólo medio de transporte, animal o mecánico). Simplemente vivían allí, aislados. Nos pidieron aspirinas.
Mientras estábamos con ellos, pasaron zumbando algunos todoterrenos, como si al final les fueran a dar el gran premio del París Dakar (un poco triste, la verdad).
Seguimos viaje por parajes espectaculares pero la pista empeoró y nos quedamos sin gasolina. Pensábamos acampar cuando aparecieron tres moteros bien equipados, con motos ligeras, gps, agua y gasolina y nos dieron un litro de gasolina cada uno. Se quedaron un poco estupefactos al encontrarnos por allí y nos dijeron, midiendo con su gps, que en línea recta todavía nos quedaban 40 kms para Zagora. Salieron pitando y nosotros seguimos nuestro viaje. Cayó la noche. Después de nuevas dificultades por pistas de grandes cantos rodados y otras de arena blanda, sufriendo alguna caida sin consecuencias, llegamos a Zagora a las 11,30 de la noche.
Intenté regatear el precio del hotel, por seguir la costumbre, pero estaba demasiado cansado y cubierto de polvo: me vieron el plumero y no bajaron un euro: cena, habitación doble con ducha y desayuno, 20 euros por persona. Tampoco está mal.
Al día siguiente salimos hacia Ouarzazate (vimos Taourit y Ait Benhaddou). Quisimos seguir por la pista hacia Telouet, pero nos encontramos con arroyos con fuerte corriente y unos 80 cms de agua, y nos dio miedo cruzar. (No estamos locos. Es más jodido que te arrastre un arroyo que quedarte tirado cerca de una aldea perdida).
Siguiente parada Marraquech y hotel poco recomendable. Paseos y tal.
Desde Marraquech, por Casablanca y Rabat, fuimos a Chefchaouen (completamente recomendable, en todos los sentidos: quizás con Essaouira es el lugar más bello de Marruecos). Allí encontramos gente encantadora, con opiniones mucho más fundamentadas que muchos universitarios españoles.
La vuelta a Madrid la realizamos tranquilamente en dos días, vía Ceuta y Algeciras.
Aunque parezca increible, el viaje nos resultó cómodo a los dos (y no somos jovencitos). La moto no dio el más mínimo problema (hicimos unos 4.500 kms).
Alguno podrá pensar que la moto quedó para el arrastre, pero este verano nos hemos ido a Grecia y Turquía, recorriéndola de Norte a Sur, y ha seguido sin dar problemas. Miento: un trozo de la cubierta trasera, que habíamos usado en Marruecos, salió disparado. Por fortuna la rueda no reventó y pudimos cambiar la cubierta.
Saludos y ánimo.
Manuel