Qué recuerdos... tuve esa moto (en azul) durante siete años, del 88 al 95. Recuerdo que era divertida, potente, práctica para viajar y agradable. pero también recuerdo que era difícil de llevar, incómoda en ciudad y con muchos más problemas mecánicos y de mantenimiento de los que la nostalgia nos permite recordar. Disculpadme si hago de abogado del diablo, pero era así, ni antes eran irrompibles ni ahora son flojas. Simplemente son otra cosa y esta maravillosa máquina es ahora casi un vehículo histórico, lo cual no le quita mérito sino todo lo contrario.
Que la disfrutes mucho y a tope. Y que te dure otros 25 años a plena satisfacción. Una moto fascinante.