Una señora decide darle una sorpresa a su marido y le espera en la cama a oscuras y con un tanga fosforescente minúsculo que apenas le tapa la raja. 
Entra el marido en la habitación y se pone a gritar como un energumeno:
"¡María, María, tienes una luciérnaga en el coño!"


Entra el marido en la habitación y se pone a gritar como un energumeno:

"¡María, María, tienes una luciérnaga en el coño!"

