Ya me gustaría ver a muchos de los que critican su actuación como le habría ido en el mismo caso.
Las policías de determiados países no son como las que vemos en nuestro "mundo", por experiencias propias y ajenas se que lo más importante es salirse sin iniciar tramites polciales, si pasa eso estas perdido, sé de vehículos inmovilizados y/o documentaciones retenidas con supuestas multas (claramente sobornos) desproporcionadas.
Así que lo más importantes es el factor psicológico, que Miquel domina bien, hay que hacerse el tonto, pero mantener cierta firmeza. Objetivo cumplido, el tema no va a más, que es lo importante.
Os adjunto dos fragmentos de mi crónica de viaje por Montenegro y Kosovo y mi experencias con sus policías :
"Hacía ya algunos kilómetros que decidí conscientemente, al igual que los nativos, no respetar las señalizaciones de las carreteras, si quería llegar a destino en tiempo. Me refiero a que los adelantamientos en continua son algo normal, ya que hay vehículos muy viejos y conductores poco expertos que circulan casi parados. A la salida de una de estas maniobras veo a una persona uniformada que me da el alto. ¡¡Problemas!!!
Paro y el oficial de policía me pide la documentación después de examinar mi moto como si de un “ovni” se tratará, a pocos metros hay un vehiculo que debajo de la capa de barro y porquería que lleva encima se deduce los típicos colores de los coches patrulla. Me invita, mejor dicho me exige, que le acompañe hasta el, diciéndome (en el idioma internacional de los gestos) que cierre la moto que se queda ahí, que vamos a ir a algún sitio. El oficial que está al volante tiene el uniforme tan viejo y sucio como su coche, parece que es el “jefe” y después de examinar mi pasaporte y documentación insiste en que debemos ir a lo que yo creo que es la comisaría. Yo no estoy dispuesto a dejar ahí mi moto (a saber si la encuentro entera a la vuelta), pero tampoco me hace ninguna gracia empezar unos trámites que no se donde van a acabar. Me esfuerzo en pedir disculpas, empeorando mi poco inglés para dar mas pena.., veo que es inútil ya que ni que le hablara el mimo Shakespeare lo entendería. No obstante en un intento de algo que podría parecer un soborno, que estaba dispuesto a pagar, le hago entender que le pago allí mismo la multa. Miro al oficial, con su desaliñado uniforme, incluso siento pena, pienso que si me pide unos Euros eso será poco para mi e igual es más que su salario de un mes. Pero cuando ya estaba apunto de mostrarle la cartera, este hace un tímido gesto con mi pasaporte y documentos de la moto que rápidamente interpreto como una entrega, los agarro y estiro de ellos, no se resiste mucho, pero tampoco es que me los entregue muy explícitamente, aprovecho esta ambigüedad a mi favor, doy muchas gracias, me vuelo rápidamente, me dirijo a mi moto sin mirar atrás, mientras camino me pongo el casco, no los guantes (es que soy muy lento en esa maniobra..), arranco, y salgo con prudencia pero lo mas rápidamente posible a la carretera.¡¡Uff!!, menos mal.
Creo que más que mis artes mímicas ha sido la psicología la que me ha ayudado en este trance. En nuestra particular conversación observé que el policía era un hombre más bien tímido, y pese a ser una autoridad sentía un cierto complejo en la creencia que yo venía de un teórico mundo mas desarrollado. Sospecho que a el también le venía grande ir a su comisaría y empezar un papeleo que muy bien no sabía como iba a acabar ¿un conflicto internacional, quizás?......."
"Ya en territorio kosovar tuve el control más “peligroso”, por la actitud del jefe de una patrulla de pseudo-policías, herederos de los antiguos para-militares. Con una actitud un tanto “chulesca” me revisó todos los documentos, me pregunto por todo, entre las preguntas las había comprometidas como absurdas del tipo: ¿eres amigo de los serbios?, o la mas inquietante ¿eres de ETA?. Repitió bastantes veces “yo soy kosovar”, como para ver mis reacciones. Después de unos veinte minutos en los cuales me mantenía fija la mirada como si intentará “provocarme” no se en que ni para qué, bajó la mirada y al igual que en mi anterior experiencia policial hizo ese tímido gesto que entendí como devolverme los documentos, lo recogí intentando mostrar naturalidad y desaparezco rápidamente de este lugar."