Pues evidentemente, como muy bien sabe Gordologo y el resto de la gente que me conoce yo me inclino sin dudarlo por el Moto-turismo.
Para mí la moto es para disfrutarla y yo no lo hago si voy a más velocidad de la que me encuentro seguro. Por eso cuando comparto mi aficción con gente a la que le gusta circular más deprisa que a mí (yo la verdad que en curvas cerradas estoy seguro que peco de tortuga ;D ;D ;D) prefiero que me esperen en algún cruce y que ellos disfruten de su forma de conducción y yo de la mía. Agradezco que intenten llevarme en volandas, marcándome las trazadas, etc, pero eso me haría intentar ir a un ritmo superior al de mi seguridad y a ellos, sin duda alguna, a aburrirse por llevar a un "paquete" como yo detrás. ;D ;D ;D. Y eso que sinceramente creo que nunca he circulado con ningún "quemadillo".
Eso no quita que cuando la carretera lo permite, en rectas o curvas de amplios radios, me guste darle gas al acelerador, pero mientras, hay muchos paisajes que ver por ahí y me gusta hacerlo tranquilamente. Máxime, claro está cuando, como casi siempre, circulo con "paquete", en cuyo caso creo que todos ponemos aún más precaución. A lo peor es que yo me quiero demasiado a mi mismo y a mi acompañante o quizás que peque de acojonaó.
Pero yo el Moto-turismo no lo concibo tampoco sin algo más: una buena compañía con otros moteros y, por supuesto, la correspondiente comida y sobremesa. La verdad que dificilmente me apuntaría a una salida de un festivo por la mañana para volver a comer a casa.
Vamos, que lo que hicimos Gordologo y yo este domingo es lo que yo entiendo por disfrutar de la moto: salimos con las mujeres por la mañana de Madrid, nos hicimos 120 kms para comer en un pueblo muy bonito de la sierra de Guadalajara y tras una excelente comida y sobremesa nos pasamos a la zona de Somosierra por unas rutitas que encantarían a cualquiera de vosotros que les gusten las curvas. Eso sí, nosotros las hicimos despacito, disfrutando del paisaje y en cierta ocasión pasando un "acojone" del carajo bajando unas pendientes increibles en un paraje que creo se llamaba algo así como el Viaducto del Jaramillo. Parada a la vuelta, ya en la carretera de Burgos, a tomar un refrigerio y cada mochuelo a su olivo a las 9 de la noche en lo que yo entiendo como un día de moto-turismo excelente.
Gracias Luis por la ruta que preparaste y lo bien que lo pasamos en vuestra compañía. La próxima ruta de Moto-turismo la organizo yo y espero estar a la altura.
Saludos a tod@s