MADRID.-Desde su nacimiento en 1980, el airbag se ha convertido, junto al cinturón de tres puntos, en el más eficaz elemento de seguridad pasiva.
En los últimos años, los coches han duplicado y hasta triplicado el número de airbags que montan. Los turismos ya incorporan de serie entre seis y ocho de estos dispositivos y berlinas de gama alta como el Lexus GS, el BMW Serie 7 o el Audi A8 llegan a los 10. Sin embargo, las bondades de este sistema de seguridad han sido, hasta el momento, coto privado de los coches.
Una parcela en la que Honda, el primer fabricante de motocicletas del mundo, tiene previsto entrar a mediados de 2006, cuando comercialice la primera moto con un airbag frontal.
El modelo elegido por la marca japonesa es el Honda Gold Wing de 1.800 centímetros cúbicos. El airbag está plegado dentro de un falso depósito, situado entre el asiento y el manillar de la moto,a justo delante del piloto.
Este módulo incluye, además del airbag, un inflador y una centralita (ECU), que calcula la fuerza del impacto gracias a dos sensores instalados en cada lado de la horquilla delantera de la motocicleta.
Cuando la moto choca contra un coche o un obstáculo, estos sensores calculan el cambio de velocidad de la motocicleta y envía los datos a la ECU. El ordenador del airbag, como ocurre con los que montan los automóviles, determina la fuerza de la colisión y envía al inflador, si fuera necesario, la orden de hincharlo.
Según las pruebas realizadas en el centro de seguridad de la marca en Japón, todo este proceso dura 0,060 segundos. El accidente simulado fue un choque lateral entre un Honda Accord, parado, y una moto que circulaba a 50 kilómetros por hora.
«Honda ha invertido mucho tiempo y dinero en el desarrollo de este sistema», comentó un portavoz de la marca. «Se trata de un airbag totalmente nuevo en el mercado, que reduce la gravedad de las lesiones en las colisiones frontales y frontolaterales», puntualiza.
La marca no ha facilitado información adicional sobre sus dimensiones o cuándo la fuerza del impacto es suficiente para que el piloto venza la presión que ejerce la bolsa y salga despedido de la moto, pero a la vista está que se trata de un airbag con un tamaño bastante superior al que incorporan los coches.
Un motorista puede sufrir dos tipos de accidente: bien por colisión contra otro vehículo o, bien sin intervención de terceros. Según un estudio de la Fundación Winthertur, con datos de los últimos 10 años, en el 69,9% de los accidentes de moto intervienen otros vehículos, sobre todo coches. La colisión frontal o diagonal es la más frecuente y se produce en el 52% de los casos, mientras que el choque lateral y el golpe por alcance representan el 48% restante.
Respecto a los accidentes en solitario, el 50% se produce por una salida de la vía, el 19% es por vuelcos o por caídas y el 6% por choques contra obstáculos.
En 2003, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), fallecieron 758 motoristas en España, mientras que otros 27.729 resultaron heridos de distinta gravedad.
