Yo hace bastantes años solía alternar mis pequeños viajes en carretera y rutas por caminos y montes.
Por caminos salíamos mi hijo y yo . él con una bultaco Lobito aumentata a 200 y yo con una Bultaco Frontera 370 con la que terminaba buscando el límite hasta que terminaba cayendo recibiendo a continuación la bronca de mi hijo.
En aquella época en carretera salía con una Yamaha xj 600 de las primeras series.
En una salida con dos amigos, uno de ellos llevaba una K75 y el otro una Benelli 654.
El de la Benelli me pidió cambiar de moto por que le gustaba la XJ600, el caso es que cambiamos en el trayecto de vuelta.
Veníamos bastante fuerte adelantamos varios coches y al terminar de rebasarlos en plena aceleración la Benelli se quedó sin potencia, yo me di cuenta de que estaba en reserva y busque la llave por el lado derecho del depósito sin encontrarla (Mi yamaha ya traía nivel de gasolina y no hacía falta accionar ninguna llave).
El caso es que de repente me doy cuenta de que con la pequeña distracción me iba derecho a tragar el quitamiedos.
Consciente del peligro de un impacto con el dichoso quitamiedos, solo tuve tiempo de dar una fuerta patada contra el mismo, lo que me hizo salir despedido al centro de la carretera donde tanto la moto como yo empezamos a dar tumbos, la moto delante y yo detrás, a veces veia la moto dando botes delante de mi y otras lo veía todo negro.
Todo ello me pareció durar una eternidad.
Al ir a levantarme, me encontré con el conductor de uno de los coches que habíamos adelantado, que me echó una gran bronca mientras me ayudaba a apartar la moto de la carretera.- ¡Estaba visto, viendo como nos acabais de adelantar... Los de las motos sois un peligro en la carretera...! -Yo solo atinaba a darle las gracias.
En esto mis compañeros de ruta al percibir que yo no los seguia, dieron la vuelta y entre todos apartamos la moto que entre otras cosas tenía la horquilla delantera con las barras dobladas, y los consiguientes rasponazos y magulladuras.
Yo afortunádamente salí ileso llevaba guantes, botas, pantalón fuerte, que se rasgó, chaqueta de cuero que quedó toda rozada y casco integral que con unas cuantas rayaduras aguantó como un campeón.
Otra caida que recuerdo fue en parado con la Yamaha. Iba con mi hija pequeña a dar una vuelta en moto y al pasar cerca del taller de un amigo paramos a saludarlo y estuvimos charlando un rato con él, el piso era de gravilla y sin saber como se me resbaló un pié entornando la moto con mi hija yo con tan mala suerte que me quedó atrapado un pié debajo y no podía salir.
Levantaron la moto el amigo y mi hija, y me costó ponerme de pie con un esguince que me duró mucho tiempo.
La última, hace un año llegábamos mi mujer y yo de un viaje con la R850R y antes de llegar a casa decidimos parar en un bonito pueblo de La Rioja (Viguera) , sin saber como al ir a apoyar la pierna izquierda en el suelo , la moto se nos entornó hasta quedar apoyada en las maletas.
En este caso no llegué a comprender si me falló la pierna por venir muchos km sin descansar, o que me resbaló el pié, ya que luego nos dimos cuenta de que nos habíamos apoyado encima de una tapa de alcantarilla.
Bueno, de momento 9.500 km después no he vuelto a aterrizar
