…o te perderás lo mejor!
Esta idea, que junto a la de reuir las autovías todo lo posible son las premisas básicas con las que planteamos nuestros viajes en moto –creo saber que mas de un@ en este foro comparten este planteamiento- marcó la ruta que, auspiciada, preparada y guiada por el amigo jfran iniciamos el pasado domingo desde la zona de Murcia con destino a la serranía conquense, con la compañía inestimable de mi paisano y amigo Marcos y su incombustible K75…
Ciertamente, la ilusión y expectativas puestas por nosotros en este paseo dominical eran muchas, pero al final la realidad las acabó superando, hasta el punto de que los 900 km previstos inicialmente acabaron convirtiéndose en algo mas de 1.100, ya que no tuvimos inconveniente en improvisar y añadir mas kilómetros de disfrute a los que ya llevábamos –es posible que sean algunos menos, ya que el marcador de mi moto se muestra algo generoso a la hora de contabilizarlos, pero la verdad…poca importancia tiene!.-.
Está claro que cada cual de nosotr@s vive la moto y lo que la rodea de forma diferente, pero puedo aseguraros que lo que vivimos ayer, para mi, y mi forma de entender los viajes en moto, lo que hicimos se asemeja bastante a lo que sería –de hecho lo ha sido- una salida perfecta…
Empezando por la compañía, gente dispuesta a hacer kilómetros sin importar el destino, a recoger sensaciones y disfrutar de los paisajes que surgían a nuestro paso sin siquiera detenernos en ellos, simplemente disfrutando y gozando del placer de viajar por viajar…en moto, claro…sin alterar nada, sin dejar siquiera que nuestra presencia fuese mas que una imagen leve y fugaz, pasando por el día que se presentó dispuesto a colaborar, con unas temperaturas agradables, la casi total ausencia de aire, la belleza de toda la ruta, el buen estado general de las carreteras –aunque tuvimos la oportunidad de rodar unos kilómetros por una pista de tierra que en el mapa de turno aparecía marcada como carretera- la “ligera” comidita de que disfrutamos…hasta incluso, el Guardia Civil que nos paró antes de llegar a Cuenca, y que posiblemente percibió bajo el casco la felicidad motera que nos embargaba y no nos dejó ni siquiera parar el motor, dándonos via libre mientras su compañero empapelaba a una pareja que se desplazaba en un Africa Twin y que no parecía tener tanta suerte… :roll:
Intentaré reflejar aquí algo de lo que disfrutamos con algunas fotos, tomadas casi sobre la marcha, ya que para completar la ruta las paradas tenían que ser más que ligeras, aunque la verdad, al menos a mi ni me apetecía siquiera parar…
Las siete de la mañana fue la hora en que me encontré con Marcos en el sitio acordado, preparados para salir hacia Lorca donde habíamos quedado con jfran, e iniciar la ruta pasando por Caravaca de la Cruz –los 12º que marcaba el termómetro poco antes de nuestro paso por allí acabaron de espabilarnos; con el equipo de verano y una camiseta de manga corta no teníamos precisamente calor-; en Calasparra pudimos ver los arrozales recien plantados y anegados los bancales gracias al mermado caudal del Rio Segura, sobre cuyo cauce pasamos en dirección a la Venta del Olivo, donde fieles a nuestros principios viajeros no nos incorporamos a la autovía, sino a la antigua nacional que circula paralela a esta y que nos llevo, salvando algunas rotondas, hasta Tobarra, ya en la provincia de Albacete, y donde empezaba el verdadero disfrute, al coger la carreterita que va hacia Ontur, donde la luz oblícua de la mañana nos mostró unos paisajes plagados de viñas, lejanos almendros y diversos cultivos que acabaron por disparar nuestra percepción hasta el punto de que casi teníamos dificultad en prestar la debida atención que requiere el negociar las curvas de la carretera que aparecian a nuestro paso…
Fuente Alamo, Montealegre del Castillo y las cercanías del Santuario de Belén fueron testigos de nuestro paso, antes de detenernos en Alpera, con la clara intención de repostar, tantos nuestras motos como nuestros estómagos y ciertamente pudimos elegir entre la variada oferta de alimentos, unos autóctonos y otros no tanto…
Inmediatamente después iniciamos la marcha por la carretera que nos llevó directamente hasta Alcalá del Júcar,
Lugar adonde llegamos después de disfrutar debidamente de los paisajes y de las fabulosas curvas que la jalonan…
Ciertamente, la belleza de este rincón bien merece algunas fotos...
Esta idea, que junto a la de reuir las autovías todo lo posible son las premisas básicas con las que planteamos nuestros viajes en moto –creo saber que mas de un@ en este foro comparten este planteamiento- marcó la ruta que, auspiciada, preparada y guiada por el amigo jfran iniciamos el pasado domingo desde la zona de Murcia con destino a la serranía conquense, con la compañía inestimable de mi paisano y amigo Marcos y su incombustible K75…
Ciertamente, la ilusión y expectativas puestas por nosotros en este paseo dominical eran muchas, pero al final la realidad las acabó superando, hasta el punto de que los 900 km previstos inicialmente acabaron convirtiéndose en algo mas de 1.100, ya que no tuvimos inconveniente en improvisar y añadir mas kilómetros de disfrute a los que ya llevábamos –es posible que sean algunos menos, ya que el marcador de mi moto se muestra algo generoso a la hora de contabilizarlos, pero la verdad…poca importancia tiene!.-.
Está claro que cada cual de nosotr@s vive la moto y lo que la rodea de forma diferente, pero puedo aseguraros que lo que vivimos ayer, para mi, y mi forma de entender los viajes en moto, lo que hicimos se asemeja bastante a lo que sería –de hecho lo ha sido- una salida perfecta…
Empezando por la compañía, gente dispuesta a hacer kilómetros sin importar el destino, a recoger sensaciones y disfrutar de los paisajes que surgían a nuestro paso sin siquiera detenernos en ellos, simplemente disfrutando y gozando del placer de viajar por viajar…en moto, claro…sin alterar nada, sin dejar siquiera que nuestra presencia fuese mas que una imagen leve y fugaz, pasando por el día que se presentó dispuesto a colaborar, con unas temperaturas agradables, la casi total ausencia de aire, la belleza de toda la ruta, el buen estado general de las carreteras –aunque tuvimos la oportunidad de rodar unos kilómetros por una pista de tierra que en el mapa de turno aparecía marcada como carretera- la “ligera” comidita de que disfrutamos…hasta incluso, el Guardia Civil que nos paró antes de llegar a Cuenca, y que posiblemente percibió bajo el casco la felicidad motera que nos embargaba y no nos dejó ni siquiera parar el motor, dándonos via libre mientras su compañero empapelaba a una pareja que se desplazaba en un Africa Twin y que no parecía tener tanta suerte… :roll:
Intentaré reflejar aquí algo de lo que disfrutamos con algunas fotos, tomadas casi sobre la marcha, ya que para completar la ruta las paradas tenían que ser más que ligeras, aunque la verdad, al menos a mi ni me apetecía siquiera parar…
Las siete de la mañana fue la hora en que me encontré con Marcos en el sitio acordado, preparados para salir hacia Lorca donde habíamos quedado con jfran, e iniciar la ruta pasando por Caravaca de la Cruz –los 12º que marcaba el termómetro poco antes de nuestro paso por allí acabaron de espabilarnos; con el equipo de verano y una camiseta de manga corta no teníamos precisamente calor-; en Calasparra pudimos ver los arrozales recien plantados y anegados los bancales gracias al mermado caudal del Rio Segura, sobre cuyo cauce pasamos en dirección a la Venta del Olivo, donde fieles a nuestros principios viajeros no nos incorporamos a la autovía, sino a la antigua nacional que circula paralela a esta y que nos llevo, salvando algunas rotondas, hasta Tobarra, ya en la provincia de Albacete, y donde empezaba el verdadero disfrute, al coger la carreterita que va hacia Ontur, donde la luz oblícua de la mañana nos mostró unos paisajes plagados de viñas, lejanos almendros y diversos cultivos que acabaron por disparar nuestra percepción hasta el punto de que casi teníamos dificultad en prestar la debida atención que requiere el negociar las curvas de la carretera que aparecian a nuestro paso…
Fuente Alamo, Montealegre del Castillo y las cercanías del Santuario de Belén fueron testigos de nuestro paso, antes de detenernos en Alpera, con la clara intención de repostar, tantos nuestras motos como nuestros estómagos y ciertamente pudimos elegir entre la variada oferta de alimentos, unos autóctonos y otros no tanto…
Inmediatamente después iniciamos la marcha por la carretera que nos llevó directamente hasta Alcalá del Júcar,

Lugar adonde llegamos después de disfrutar debidamente de los paisajes y de las fabulosas curvas que la jalonan…


Ciertamente, la belleza de este rincón bien merece algunas fotos...

