Ortopedias Fernández
Una señorita se encuentra con una amiga y ve que su pecho ha cambiado ostensible y favorablemente de tamaño:
- ¿Pero que has hecho chica?
- Pues nada, con una sencilla operación sin riesgo y una prótesis interna, ya ves.
- ¿Y te ha costado mucho?
- La verdad es que sí, 9.000€.
- ¿Y dónde me podían hacer a mí algo parecido?
- Bueno, pues yo fui a Ortopedias Fernández.
La mujer se dirige a dicha ortopedia sin esperar más. Allí le dice al dueño lo de su amiga y que querría algo parecido, el dueño le enseña el muestrario con diferentes tamaño y formas, pero para esta mujer todo es demasiado caro.
- ¿Pero cuanto se querría gastar?
- Pues como mucho unas 1.000 €.
- Pues por ese precio le podemos poner un artefacto inflable con una pequeña bomba hidráulica que se oculta bajo la axila y que al mover rítmicamente los brazos así (hace el gesto como cuando se imita a las gallinas) se hinchan los pechos.
La mujer lo compra y sale a la calle, ve a un tío buenorro y dice esta es la mía, agita los brazos consigue aquello que no le dio la Naturaleza con un tamaño aceptable y se acerca al tío y le dice:
- ¿Hola, guapo, no nos conocemos de algo?
El hombre agita rítmicamente las piernas abriéndolas y cerrándolas y dice:
- Sí, de Ortopedias Fernández.
Una señorita se encuentra con una amiga y ve que su pecho ha cambiado ostensible y favorablemente de tamaño:
- ¿Pero que has hecho chica?
- Pues nada, con una sencilla operación sin riesgo y una prótesis interna, ya ves.
- ¿Y te ha costado mucho?
- La verdad es que sí, 9.000€.
- ¿Y dónde me podían hacer a mí algo parecido?
- Bueno, pues yo fui a Ortopedias Fernández.
La mujer se dirige a dicha ortopedia sin esperar más. Allí le dice al dueño lo de su amiga y que querría algo parecido, el dueño le enseña el muestrario con diferentes tamaño y formas, pero para esta mujer todo es demasiado caro.
- ¿Pero cuanto se querría gastar?
- Pues como mucho unas 1.000 €.
- Pues por ese precio le podemos poner un artefacto inflable con una pequeña bomba hidráulica que se oculta bajo la axila y que al mover rítmicamente los brazos así (hace el gesto como cuando se imita a las gallinas) se hinchan los pechos.
La mujer lo compra y sale a la calle, ve a un tío buenorro y dice esta es la mía, agita los brazos consigue aquello que no le dio la Naturaleza con un tamaño aceptable y se acerca al tío y le dice:
- ¿Hola, guapo, no nos conocemos de algo?
El hombre agita rítmicamente las piernas abriéndolas y cerrándolas y dice:
- Sí, de Ortopedias Fernández.
;D